“Hay algunas personas que se ven obligadas a tomar agua de lluvia”, así lo afirmó Evangelina Blanco, habitante de la calle 8 del sector La Montañita, parroquia Mercedes Díaz, en Valera. Los habitantes de esta comunidad mendigan unos pocos litros de agua, que los ayude a cubrir sus necesidades diarias, ya que desde hace años no cuentan con servicio de agua por tuberías.
Desde la calle 6 de La Montañita, hasta la 12, las familias desconocen lo que es abrir una llave para lavar sus platos después de las comidas. El acceso al agua potable de manera regular es un derecho que se vulnera todos los días en esta comunidad.
Estos valeranos están condenados a esperar un camión cisterna que es enviado por los entes gubernamentales como ayuda a la comunidad. “La última vez que vino el camión cisterna tenía 2 meses sin venir. Ahorita ya tiene 15 días que no viene” expresó Yuliana Blanco, habitante de la comunidad.
Estos camiones cisternas, que pertenecen a la estatal Emao, según informó Evangelina, llenan 1 tanque de agua por familia. Sin embargo, la poca frecuencia de las jornadas obliga a los habitantes de La Montañita a buscar otros modos de conseguir el líquido.
Evangelina relató que durante los 2 meses de espera se vio obligada a comprar agua por cisternas, la empresa privada le cobra 9 dólares para llenar el tanque de su casa. La valerana vive sola y puede rendir el agua hasta 15 días.
Pero, Evangelina Blanco lamenta que muchos de sus vecinos se ven obligados a consumir agua de lluvia, ya que no tienen las posibilidades económicas de comprar agua por cisterna.
“Hace muchos años aquí había un tubo grande que surtía a la comunidad, pero ese tubo lo quitaron y ya no tenemos nada, y quedamos con esas mangueras puestas por allá, pero siempre se dañan o la gente las quita”, explicó Evangelina.
Cuando llegan las jornadas de camiones cisternas, todos los vecinos deben bajar sus tanques hasta la carretera principal para poder abastecerse. Y luego, empieza la ardua tarea de subir tobo por tobo el agua hasta sus hogares, incluyendo los que quedan en la parte más alta.
Prevalecen los pozos sépticos
La mayor parte de las familias que habitan en La Montañita no cuentan con tubería para aguas residuales en sus hogares, por lo que se ven obligados a utilizar pozos sépticos.
Bioyaney Parra es madre de 3 niños, y vive en una casa construida con latas de zinc, la cual no cuenta con un baño con cloacas. Al ser interrogada sobre el tema, admitió con pena que usan pozos sépticos.
Las tuberías de aguas servidas solo llegaron hasta las primeras 2 casas de la calle 8, según explicó Yuliana Blanco, mientras que el resto de familias hasta la calle 12 utilizan pozos sépticos en La Montañita.
La escasez de agua potable y la ausencia de tuberías para aguas residuales representa un problema de salud pública en medio de uno de los municipios más importantes del estado. Niños, personas de la tercera edad y jóvenes habitantes de La Montañita son las víctimas de esta calamidad.
A esto se suma la vulnerabilidad económica en la que vive la mayor parte de las familias de esta comunidad, la falta de jornadas sociales y el olvido de las autoridades. “Para acá nunca ha venido el gobernador Gerardo Márquez, y eso que aquí tuvo bastante apoyo”, finalizó Evangelina Blanco.
Por: Génesis Chinchilla ECS
Fotos Alexander Viloria