Madrid, 8 ago (EFE).- El pasado mes de julio la temperatura del planeta superó en 1,5 ºC la media del periodo preindustrial (1850-1900), según el programa europeo de seguimiento del cambio climático Copernicus, que anticipa que el calentamiento se agravará en los próximos meses a causa del fenómeno El Niño.
Julio de 2023 fue el más cálido de todos los meses desde que hay registros, según lo exponen los últimos datos recabados por este servicio de observación terrestre que combina el monitoreo satelital con la información que recogen los aviones, los barcos y las estaciones meteorológicas por todo el planeta.
El mes pasado superó con 0,33 grados el último récord de temperatura global, registrado también en un mes de julio (el de 2019); y está 0,72 grados por encima de la media para el mes de julio en el periodo anterior (1991-2020).
“2023 es actualmente el tercer año más cálido hasta la fecha, con 0,43 ºC por encima de la media reciente, y la temperatura media mundial en julio se sitúa 1,5 ºC por encima de los niveles preindustriales”, recuerda en un comunicado la directora adjunta de Copernicus, la científica Samantha Burgess.
Para Burgess, este dato, “aunque solo sea temporal, demuestra la urgencia de realizar esfuerzos ambiciosos para reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, que son el principal motor de estos récords”.
En comparación con los otros dos años más cálidos, el periodo de enero a julio de 2016 estuvo 0,49 °C por encima de la media para ese periodo en la última treintena; mientras que 2020 la superó con 0,48 ºC.
Sin embargo, los especialistas auguran que 2023 se irá acercando a los valores de 2016 a medida que avance el año.
Explican que es esperable que la diferencia entre 2023 y 2016 se vaya reduciendo, ya que “los últimos meses de 2016 fueron relativamente frescos (reduciendo la media anual a 0,44°C), mientras que se prevé que el resto de 2023 sea relativamente cálido a medida que se desarrolle el actual fenómeno de El Niño”.
CALENTAMIENTO OCEÁNICO Y PÉRDIDA DE HIELO MARINO
También se han batido récords en cuanto a la temperatura global de la superficie oceánica y en la masa de hielo marino.
Tras un largo periodo de temperaturas “inusualmente altas” en abril, la superficie de los océanos se ha seguido calentando hasta alcanzar niveles récord en julio, de acuerdo con el sistema de medición de Copernicus, que analiza la temperatura de los océanos del planeta a 10 metros de profundidad.
“En el conjunto del mes, la temperatura media mundial de la superficie del mar se situó 0,51 °C por encima de la media de 1991-2020”, aducen desde este servicio, cuyos datos difieren por ejemplo de los recabados por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, que observa la temperatura de la superficie marina a 20 centímetros de profundidad.
Según Copernicus, el Atlántico Norte se situó 1,05 °C por encima de la media en julio, “puesto que las temperaturas en la parte nororiental de la cuenca se mantuvieron por encima de la media y se registraron temperaturas inusualmente altas en el Atlántico noroccidental”.
Han contribuido a elevar la media de temperatura las olas de calor marinas detectadas al sur de Groenlandia y en el mar del Labrador, así como en la cuenca del Caribe y en el Mediterráneo, precisan los científicos.
Mientras, las condiciones de El Niño -como se conoce a la fase cálida del patrón climático El Niño-Oscilación del Sur- han continuado desarrollándose en el Pacífico oriental ecuatorial.
En paralelo, en julio la extensión del hielo marino antártico siguió batiendo récords para la época del año, con un valor mensual un 15 % inferior a la media y una cifra que supone, “con mucho, la extensión más baja de julio desde que comenzaron las observaciones por satélite”, destacan.
Respecto al hielo marino ártico, su extensión estuvo “ligeramente” por debajo de la media, si bien está todavía muy por encima del récord mínimo, registrado en julio de 2020.