Eduardo Viloria /DLA.- Es común observar en las calles de Isnotú huecos y basura, en botaderos naturales que
han escogido los vecinos ante la ausencia de los vehículos y cuadrillas recolectoras de desechos sólidos que propician malos olores y enfermedades en el hogar.
Esto lo señaló Orangel García, quien dijo que está pasando el tiempo, tenemos ya encima la beatificación del santo nuestro José Gregorio Hernández y no existe un plan de mantenimiento de calles, menos limpieza general del poblado y recolección de la basura.
Señala el declarante que en esta abundancia de basura, tal vez influye el cierre del vertedero de Zaragoza parte alta en el municipio Sucre, hasta donde era llevada la basura que se produce en Rafael Rangel, pudiéndose observar ahora botaderos de basura en la vía Betijoque a Isnotú y en la antigua vía Sara Linda San Pedro y San Juan, la última carretera nombrada, en completo abandono que quedó solo para acortar distancia a pie porque la falta de mantenimiento y el abandono la destruyó por completo.
Ahí en la entrada a esa vía, entre el parque y la Unidad Educativa que lleva el nombre del que fue director de la institución escolar, Esteban Valera, se encuentra uno de los botes de basura más grandes de Isnotú, lo cual parece no importar a las autoridades.
No dejó de mencionar Orangel García que en fecha reciente le fueron colocadas lámparas nuevas a las calles del poblado, sin embargo la calle o avenida San José no fue alumbrada en su totalidad, faltaron 8 lámparas, prometieron traerlas, pero no han cumplido, dijo García.