En un 90 por ciento ha bajado la visita de turistas a la tierra del santo de Venezuela, doctor José Gregorio Hernández, de cuya partida para el cielo están próximos a cumplirse 100 años, esto porque aunque la iglesia aún no se pronuncia en relación a la Beatificación, muchos lo consideran su santo.
Los domingos no había donde estacionar el vehículo en la tierra del Venerable, recuerdan un grupo de trabajadores que viven de ofrecer recuerdos y reliquias a los visitantes, donde todo se vendía, desde el agua en botellas hasta estampas e imágenes que eran fabricadas en talleres especializados que existían en la población, todo eso desapareció y ahora se observa solo la cara triste de los miembros de la Asociación, entre estos Juan Carlos Tirado y Manuel Catalino Mendoza, que abogan por que cambien los tiempos y vuelva épocas como las de antes, cuando su mercancía era vendida rápidamente motivado al gran número de visitantes que llegaban a la población.
Recuerdan que el día más concurrido del año era el domingo de ramos cuando había que montar vigilancia especial para que los carros no entraran al poblado, todo eso desapareció repiten los afectados.
Cuando vamos el próximo 29 de junio a los 100 de la desaparición física de JGH, la tierra donde nació, la tiene tanto el gobierno municipal como el regional y el nacional en completo abandono, aquí no hay agua por las tuberías desde hace años, el acueducto que traía el agua desde Valera colapsó, solo existen las redes en muchos tramos desvalijadas, no hay teléfonos de Cantv, las calles están llenas de huecos y al igual que otras comunidades las fallas del servicio eléctrico también castiga a los pobladores de la antiguo municipio Libertad, que adoptó el nombre del Venerable, José Gregorio Hernández.
La Beatificación
De la Beatificación el tercer paso después de Siervo y Venerable para llegar a la Santificación ahora que se cumplen los 100 años de su desaparición física no se sabe nada, fue lo que nos dijo el padre Reinaldo Pacheco, quien llegó el pasado sábado de Roma donde se encontraba y tuvo la oportunidad de conversar con monseñor Baltazar Porras Cardozo, Vice postular y seguidor de la causa e impulsor del que se considera el milagro que llevará a JGH a los altares y permitirá a los fieles rendirle culto en los altares de templos católicos, la curación de una niña en San Fernando de Apure, abaleada, quien perdió parte de la masa encefálica, con pronóstico medico nada favorable y se salvó, gracias a la intervención del Venerable de Venezuela JGH.
El testimonio de lo que parece ser el milagro valido fue presentado en la Santa Sede por Monseñor Baltazar Porras Cardozo, luego de ser autenticado por las autoridades de la Iglesia Católica en Venezuela, lo que permite continuar con los lineamientos de la causa, relacionada con la Congregación para Cultos y Santos con sede en Roma.
“El milagro en cuestión, realizado por las manos santas de José Gregorio Hernández, en San Fernando de Apure, se cumplió en una niña cuyo padre fue atracado por varios malhechores quienes en un intento por despojarlo de sus pertenencias le dieron un tiro a su hija a nivel del cuello, el proyectil habría penetrado a la zona craneana y producido lesiones graves casi irreversible teniendo hasta perdida de parte de la masa encefálica por lo que los pronósticos médicos no eran nada alentadores”.
La niña fue curada totalmente de manera milagrosa, no hallándose rastros de su severa lesión luego de los exámenes posteriores, revelando la pequeña posteriormente que fue visitada en su lecho por un médico con las características físicas de JGH, quien le habría prometido su total curación, lo cual ocurrió, sin embargo el milagro hay que comprobarlo, cuestión de la que están encargadas las altas autoridades de la Conferencia Episcopal Venezuela; Monseñor Baltazar Porras y Marco Tulio Ramírez, que han asumido las diligencias que el caso merezca ante la congregación que lleva la causa y el Vaticano.
Actividades
El presente año según las autoridades católicas tiene programación especial con motivo de cumplirse los 100 años de la desaparición física del Venerable, Reinaldo Pacheco párroco y rector del Santuario Niño Jesús nos mostró un afiche que recuerda el acontecimiento que estremeció al pais, porque a José Gregorio Hernández, se le consideraba algo excepcional, pues no solo impartía la consulta a su pacientes en forma gratuita, sino que les compraba las medicinas que estos necesitaban, en esos menesteres lo sorprendió la muerte en la esquina de Amadores en la Pastora, un 29 de junio de 1919.