Cuando argumentaba esta crónica, poco antes había cargado a “lomo limpio” no sé cuántos cantaros de agua potable, la misma traída desde un sitio cercano de mi casa, único lugar donde apenitas llega un hilito para satisfacer esta comunidad. Con la misma, luego del acarreo me sume a la tranca para exigir la llegada del gas licuado ofrecido desde hace un tiempo, peeero nada que llega. Así mismo la noche anterior había acompañado a un amigo a fabricar una urna para su hijo que vilmente le habían asesinado, decía entre sollozo mientras realizaba la dolorosa faena, que le salía más barata hacerla el mismo que comprarla hecha, y esto sin contar los costos del velorio y entierro en sí mismo, ya hoy dolarizado. Lastimosamente nuestro país vive día a día un drama de terror y dolor, nadie escapa de estos trágicos avatares, quizá en algunos casos con menos dolor que otros, pero en fin nefastos todos. Ahora bien, con respecto al agua se nos dijo infinidades de veces que pronto se solventaría el problema, peeero todo sigue igual o peor. El colapso presentado a través de un reportaje del acueducto de Valera no tiene límite, como no tiene límite la apatía de nuestro gobernante. Argumentan que nadie paga agua y es bien cierto esto, peeero que culpa tenemos los habitantes del país que esto ocurra, ¿Por qué no implementan políticas que corrijan ese defecto? Es que mis panas por donde metamos la cabeza por ahí nos dan el tajo. Ah y pedirle a Dios no enfermarse porque hay si es verdad que estamos jodidos ¿En serio, que le hicimos a este gobierno para que nos trataran tan mal? ¡Incluso, hasta lambucios nos dijeron por exigir el pernil! Es decir, que mientras todo falla… Rangel Silva.
Protegiendo Animales – Eli, La Chica de la Farmacia
Me quedé sorprendido cuando vi a esta chica embarazada y con madre lipa incada echándoles comidita a los perros de la calle. Según comentaron esta noble faena ocurre día tras día en Farma Bien frente a Traki aquí en Valera. Este gesto de grandeza humana nos movió el piso a quienes veíamos el espectáculo, la chica no se podía mover muy bien dado su gestación, pero igual sobaba a los animalitos que les agradecía lamiéndole la cara. La chica se llama Eliza, me comentan que no solo le da comidita también los lleva al veterinario cuando así lo requieren. A todos los perritos les tiene nombre, los animalitos de solo verla empiezan a saltar de alegría. El negrito, la negrita, el catire, max, luna, oso, el mechas, enano, tobi, chicho, boquita y muchos otros pasan en el transcurso del día a recibir su porción de alimento. Esta labor es digna de admirar y más aún en estos aciagos días. Eli, la chica de Farma Bien es bien merecedora de la orden Ciudad de Valera. Y son tan agradecidos estos animalitos que suelen a acompañar a los trabajadores a sus casas y se devuelven luego a la farmacia. Definitivamente este es el país que queremos… Y no olviden, con Cristo el camino es seguro.