Hace como dos semanas pudimos ver a un grupo de trabajadores de la Alcaldía de Valera limpiar y medianamente “parapetear” ese mamotreto estructural horrorosamente virtual que está frente al edificio Torre Unión en Valera, en la actividad de supuesto embellecimiento estimo había alrededor de 30 personas, toditas ataviadas de rojo rojito. En el operativo habían empleados públicos, jefes de departamento, un montón de choferes de camiones recolectores y un ¿solo camión? para la faena. Y por supuesto, los 4 ó 5 obreros quienes realmente eran los que le estaban echando “botas” al trabajo, como lo era la limpieza y recolección de desperdicios, que obviamente los había como monte.
Los transeúntes que diariamente “pateamos” la otrora Valera bonita, al otear la cayapa constructiva y de beneficio común, pues, nos alegramos inmediatamente, ya que creímos que por fin se estaría adecentando este tramo peatonal que actualmente le da a la urbe la peor cara de gestión municipal. ¡Ah! y en plena avenida Bolívar y pleno centro de Valera. ¡Increíble no! Por supuesto al ver esta algarabía de trabajo mancomunado llegamos a creer que se habilitaría dignamente para organizar y fomentar algunos espacios de interés social, que por cierto bastante falta nos hacen. Peero que pedo con estos peros, resulta y acontece que nada que ver con lo que creímos se realizaría en este sector. Los que ingenuamente pensamos que este lugar sería reivindicado para el disfrute colectivo quedamos con los crespos hechos, ya que realmente lo único que terminaron realizando fue aplicar una pintadita a los espacios, echar cuatros escardillazos y rastrillar medianamente la pala para remover tierra, escombros y noña. Y por supuesto, mucha bulla para ejecutar la actividad con la música colocada para la ocasión. Ahora bien, la inversión en infraestructura como suponíamos se iba a ejecutar, bien lejos compatriota. Quizás piense que la tengo tomada con la Alcaldesa. ¡Qué va camarada y camarados!, mi interés radica en la preocupación de que ya estamos cerca del Bicentenario de nuestra urbe y no se ven aires de cambio para conmemorar esta efemérides. No quiero ser pesimista al respecto, pero seguiremos insistiendo sobre el tema, o lo que es lo mismo, seguiremos con la guama hasta ver resultados.
¡Pendiente, y que Dios nos “guaide” y bendiga!
Cuando se publique esta crónica, seguramente se estarán desarrollando acontecimientos propios de la tan esperada ayuda humanitaria. Al respecto el gobierno jura y perjura que no dejará pasar este cargamento porque no necesitamos estas provisiones, por lo demás gratuita, peero mientras así piensa y actúan estos granujas, niños y adultos mueren en hospitales del país por desnutrición y falta de medicamentos, amén de otras calamidades propiciadas. En serio que estos tipos que nos gobiernan no tienen perdón de Dios. Definitivamente ya la suerte está echada, al parecer no hay vuelta atrás de lado y lado, peero como lo dijera Simón Bolívar: “Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”. A todas estas, que Dios nos “guaide” y bendiga siempre… y no olviden, Cristo Jesús es el máximo redentor.