En Campo Alegre. Pilas o porrones de agua pública / Por Luis Huz Ojeda

Sentido de Historia

Luisa Elena Ojeda García "la Líder": “En Carvajal no hay agua aun cuando a esta planicie la bordean dos ríos”.

 

Viene a mi memoria una de las últimas conversaciones sostenidas todavía en vida, con mi madre, Luisa Elena Ojeda García “La Líder”.

Entre otras cosas de interés social, articulaba con preocupación que aun cuando esta sabana es circundada por dos vertientes hídricas: “el río Motatán” y “el río Jiménez” la escasez de agua en todo Carvajal es imperecedera, evocando pasajes de lo vivido por ella cuando joven: “En las décadas de los años 40, 50 y a comienzos de los 60 del pasado siglo XX, el desarrollo urbanístico en todo el municipio foráneo San Rafael de Carvajal era incipiente, lento y sin planificación, y los pocos servicios públicos con los se contaban revelaban ineficiencia, principalmente el suministro de agua tratada, eterno talón de Aquiles de esta bendecida explanada en pendiente, razón por la que en aquellos tiempos los espacios que hoy asientan la pujante parroquia Campo Alegre mostraban gran cantidad de servidores de agua potable llamados “pilas” o “porrones” públicos, colocados estratégicamente, surtidos a través de una vieja caja de cemento que hacía las veces de tanque de almacenamiento de agua, con ubicación frente al actual dispensario de Campo Alegre. Es importante destacar que estos lugares también servían como centros de encuentro para reunión e intercambio de información sobre los últimos acontecimientos locales, nacionales e internacionales transmitidos por las ondas hertzianas, radio bemba o arribadas de otros lugares, y hasta los avatares del prójimo eran considerados.

Siendo notorio la disciplina y respeto puesto de manifiesto por el orden de llegada de niños, jóvenes y adultos, de ambos sexos, al momento de formarse largas colas por los sedientos vecinos presentes al momento de la aparición del vital líquido, quienes, con tinajas, ollas grandes, latas mantequeras, o cualquier utensilio casero que sirviese como envase, procedían a su recolección y posterior traslado hasta las casas de familia, lo que hacían a pie con alguno de estos recipientes montados sobre su cabeza”.

Ubicación

Estas fuentes públicas de agua al momento de su instalación se armaban en cabilla, en su interior se colocaban dos trozos de tubo galvanizado con sus medidas previamente determinadas, más un codo del mismo diámetro ½´ que una vez encofrados en el sitio escogido para su uso se procedía a su vaciado en concreto, una vez secado se le instalaba una llave y listo para ser operativo, este suministro era gratuito y cada uno tenía horas determinadas para su llegada, su mantenimiento y operatividad correspondía al instituto nacional de obras sanitarias, en algunos casos servían para marcar linderos entre una propiedad y otra.

Algunos referentes de estas fuentes de agua potable que forman parte de la historia hídrica de estos predios, entre otros señala, que en el caserío La Cantarrana, estos se encontraban sembrados en la calle 8 al fondo del solar de Rosa Perdomo, otra al lado de la casa de Zacarías León, igualmente una frente a la pulpería de Chamizo, asi mismo frente a la casa de Rubén Valecillos. En El Limón, frente a la casa de la familia Bastidas Linares, diagonal a la casa de habitación de Blanca Rubio, más debajo de la pulpería de Pedro Suárez, en el frente de la casa materna de los hermanos Zambrano, diagonal a la casa materna de los hermanos Amable y Pompilio Moreno. En El Amparo, el primero se hallaba bajando hasta el zanjón El Chama frente a la casa de Paula Zambrano la esposa de Toño García, continuando más abajo de la casa de habitación de Alicia Crespo frente a la familia Rojas. Otro más arriba de la pulpería de Joaquín Suárez, así mismo en El Amparo arriba frente al bar El Rubí. En Campo Alegre, vía principal, había uno más arriba del cine, diagonal a la familia Zabala, al lado de la actual casa de Arturo Méndez, de seguidas encontrábamos el del lado de Los Oviedo, frente a Toña Huz, igual entrando a la Callejuela, a un costado de la propiedad de Tomás y otro después de la panadería Los Andes, de Ángel González, saliendo de nuevo a la ruta frente a Salomón Morillo, de igual forma frente a Chico Abreu en la entrada y salida del viejo camino a San Pablo de Jiménez –Cuba- frente a Fabricio Gómez, de la misma manera, al frente de las casas de la familia de Venicia Hidalgo, Manuel Ramón Hidalgo, Juan Pereira, José Rosario Albarrán, Nicolás Olivar, delante a Manuel Sucre”.

 

Plumas o porrones similares a este, antaño lucían diseminados por todo el territorio de Campo Alegre.

Remembranzas

Recuerdo que cuando niño ayudaba a mi mamá cargando agua desde la pila pública ubicada al fondo de Rosa Perdomo, que era la más cercana a la casa materna donde teníamos cuatro pipas de metal que para cubrir la demanda del grupo familiar se tenían que mantener siempre llenas, mucho después llegó la tubería del Acueducto de Valera, que previa solicitud en la oficina administrativa del Inos en Valera, del servicio de agua domiciliario, se fue incorporando gradualmente el servicio de agua potable y aguas servidas a todas las casas, instituciones públicas y privadas… del ámbito geográfico del municipio.

Ante el desordenado crecimiento habitacional y poblacional y la ausencia por parte de los entes oficiales del estado de políticas en sintonía con el abastecimiento de agua potable en Carvajal, da pena ajena que habiendo transcurrido casi la cuarta parte del siglo de la imagen y el conocimiento, la crisis del agua potable en esta localidad se agudiza cada día más y más.

 

 

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