Eduardo Viloria/DLA.- Antes de la crisis provocada más que todo por la escasez de gasolina y de dinero efectivo, existían en Betijoque varias líneas de vehículos que se encargaban de la trasportación de pasajeros, en las parroquias del municipio, ahora no existe ninguna, pues todas -al parecer- las hizo desaparecer la crisis, que se acentuó al no existir dinero en efectivo en poder de los usuarios y lo que selló la desaparición de estos vehículos, la escasez de gasolina.
Estos “carritos” como se les decían, cubrían las rutas: La Pueblita, Los Cedros, Los Potreros y La Gira, igual Isnotú, San Pedro y San Juan de la Cruz, últimas localidades de la parroquia José Gregorio Hernández, que muchas veces para poder trasladarse de Isnotú a Betijoque, lo hacen a pie, precisamente por la escasez de una línea organizada de vehículos, que no basta con la creación u organización de la misma, sino que posea las facilidades para poder trabajar y cobrar el costo del pasaje, que haya gasolina y dinero en poder de los usuarios.
De esta irregularidad no se ha encargado ninguna autoridad, estando el ciudadano de a pie a expensas de que le den la “colita”, muchas veces en un camión, todo incómodo; sin embargo, son muchos los que aceptan esta incomodidad.
El terminal de Betijoque
Se añade a la escasez de gasolina y de dinero en poder de los que solicitan el servicio, las deplorables condiciones en que se encuentra el Terminal de Pasajeros de Betijoque ubicado en la parroquia La Pueblita, que era ejemplo de pulcritud organización y limpieza; sin embargo, ahora se observa maleza en los lugares que ocupan los pasajeros que ha crecido a las orillas de las bancas, donde generalmente se sientan, un terminal donde ni los baños para uso de los usuarios funcionan, habiendo todo tipo de malos olores en los alrededores del mismo.
Este terminal era ocupado por los vehículos de las líneas Betijoque a Valera y la Sucre de Sabana de Mendoza, tocándole a la segunda empresa nombrada, cubrir el trayecto Betijoque Sabana de Mendoza, empresa que abandonó la ruta y nunca más han vuelto sus unidades por la tierra de Rafael Rangel, que son requeridas por las personas que trabajan en el eje panamericano y se ven en la necesidad de dirigirse todos los días a sus lugares de trabajo, esto no importa a los responsables de cubrir la ruta, que les da lo mismo venir o no venir a cumplir con el deber, obligación que se aleja cada día, por el problema de siempre, escasez de dinero efectivo en manos de los usuarios y escasez de gasolina, lo cual no importa, ni preocupa a las autoridades que están en el deber de resolver, problema que atañe también a las Alcaldías, tanto de Sucre como de Rafael Rangel y Gobernación del estado, tal como lo dijo un conductor de la línea Betijoque, que tenía su vehículo esperando por los pasajeros que no llegaban.
Mencionó también uno de los usuarios, el alto costo de los pasajes y lo poco que ganan los que trabajan fuera de Betijoque, antes de abordar el vehículo hay que cancelar 2 millones quinientos mil bolívares, 2.5 del nuevo cono monetario, precisó el declarante.