Héctor Rafael Briceño/DLA.- Boconó arriba a 458 años desde que Juan de Segovia en un gesto heroico y de rebeldía se opuso al traslado de Trujillo de Salamanca y se quedó junto con los encomenderos en El Valle de Boconó dando así origen al asentamiento de Boconó el 30 de mayo de 1563 de cuya fecha no debe hablarse de fundación porque Boconó ya existía y justamente se niega a un nuevo traslado. Fue Doña. Ana Ruíz de Segovia viuda de Juan de Segovia, quien dono las tierras correspondientes a su encomienda para que su hijo Pedro de Segovia erigiera al Boconó bajo el patronato de San Alejo y que luego en 1813, El Libertador Simón Bolívar lo bautizara como El Jardín de Venezuela.
Sin lugar a dudas, el mejor regalo en este aniversario es la visita de La Reliquia de Beato Dr. José Gregorio Hernández, que desde este sábado y durante varias semanas nos estará acompañando.
Mucho ha crecido Boconó, grandes hijos aquí han nacido, todos y cada uno en algo han contribuido para que Boconó siga creciendo, pero lo que no se ha podido evitar es la anarquía que se observa en algunos urbanismos, en lo que por falta de previsión y supervisión de sus construcciones, ahora sus residentes padecen el pésimo funcionamiento de los servicios públicos en general. Esto también afecta al resto de la población que siendo conservadores, podríamos estar hablando de una población actual que supera los 150.000 habitantes.
El caso es que en medio de una difícil situación por lo pésimo de sus servicios públicos que incluye el peor estado de la vialidad interna y la que nos conduce por la Troncal 7 hasta El Cruce y también nos encamina por Portuguesa hasta los estados centrales. No se diga de la vialidad de los Pueblos del Sur, que se encuentra en su peor estado de transitabilidad, lo que en un momento dado podría llevarnos a quedar incomunicados totalmente, como sucedió recientemente.
Evitar la anarquía
En teoría existe coincidencia entre gobernantes y gobernados en cuanto a las necesidades que padecemos los Boconeses, pero en la práctica, no se logra nada y todo obedece a que no existe una continuidad administrativa, la ordenanza de urbanismo y construcciones requiere ser actualizada, pero esto no lo han logrado ni siquiera los actuales gobernantes que llevan más de 20 años en el poder bajo la inferencia de un solo gobierno.
Por si fuera poco lo anterior, lo más grave es que tampoco existe una planificación que establezca las normas para el crecimiento de Boconó que debe hacerse de manera amplia en previsión a evitar que persista la anarquía. Es público y notorio el irrespeto que se observa en el Casco Central de Boconó, pese a que el mismo está protegido mediante una ordenanza que delimita desde la Av. Gran Colombia, subiendo por la calle Colón, cruzando en Av. 5 de julio hasta la calle Páez, para reencontrarse con la Gran Colombia, pero dicha ordenanza es irrespetada desde el punto de vista estructural, sin prever el impacto ambiental.
Emplazan a los gobernantes
Las personas consultadas emplazan a los gobernantes, para que culminen el acueducto iniciado hace varias décadas; entre en funcionamiento debidamente La Medicatura Forense; concluyan la unidad de diálisis y también El Simoncito del Rincón 3. Construyan el Oncológico, el polideportivo y el anhelado viaducto; reubiquen el relleno sanitario; arreglen la vialidad interna, La Troncal 7 y la carretera que nos conduce para Los Pueblos del Sur (Tostós, Niquitao y Las Mesitas). Aunque parezca mentira, nadie menciono La Marqueseña (2006), pero en cambio, hicieron hincapié en un Plan de Desarrollo Integral, porque esto minimizaría problemas posteriores.
Héctor Rafael Briceño (CNP 14.130)
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