Por: Luis Jugo Burguera*
Con este 4° artículo de mi 2ª temporada en Diario Los Andes, en todos he referido en el título al 2021-2030. Es el decenio que corre, el cual desde la conferencia sobre el clima en París 2015, se ha declarado en emergencia que aún no ha llegado a la conciencia de la mayoría de los adultos responsables: “descarbonizar el planeta”. Eso significa dejar de producir CO2, dióxido de carbono: gas efecto invernadero. Calienta la atmósfera-aumenta la temperatura promedio del planeta, e implica dejar de usar derivados del petróleo que lo generan y producen el “calentamiento global”. Como ya sobrepasamos un grado centígrado 1°C en la época industrial desde hace 150 años y por el aumento de emisiones eso se ha ido acelerando. Con los avances de la ciencia desde los 80 se detecta el fenómeno invernadero (ingresa a un invernadero de plantas y sentirás adentro: temperatura cálida y aire denso). Se ha demostrado: si no reducimos emisiones, en 2035 tendremos cataclismos climáticos. Ya estamos viendo los preavisos: ciclones e inundaciones, sequías e incendios– y lo grave: en 2045 estaríamos poniendo en peligro la vida en el planeta. (Ya escribiremos sobre terremotos, por ahora ver: “Falla de Boconó”, Andrea Briceño, DLA 8.8.21).
“Descarbonizar” significa cambiar el patrón energético de energías fósiles a energías alternativas, como la solar, la eólica, o la hidráulica que es la primera alternativa que aprendimos a usar, aunque quemar madera como carbón combustible para cocinar y calentarnos, lo estamos haciendo desde la época de las cavernas. Hoy “descarbonizar” significa modificar el negocio global de grandes compañías y sociedades, que deben invertir billones o trillones de dólares para cambiar el patrón energético. Contrataron los “negacionistas” que utilizan los medios de comunicación y difusión para negar la amenaza, pero en el fondo es una componenda para defender intereses.
La amenaza es seria y sobretodo en pandemia. Sabemos que la temperatura promedio del ser humano es 37,5 grados centígrados: si subimos un grado, tenemos calentura; si subimos más, convulsionamos y entramos en peligro. Guardando las distancias del ejemplo entre el ser humano y el planeta, eso es lo que le está pasando al planeta. Ahora bien: los árboles y bosques absorben CO2, y producen oxígeno. Sin conciencia, muchos talan árboles y acaban bosques, y con ello aceleran el calentamiento. Tenemos que hacer saber a todos que es al contrario: como aspiramos el Oxígeno y expiramos el CO2 para vivir el corto plazo, tenemos que comprometernos con la naturaleza para restaurar los bosques que son nuestros protectores, porque mientras más CO2 absorban, más majestuosos se ponen y más saludable convierten nuestra atmósfera. Localmente eso implica evolucionar los sistemas educativos y cambiar en una década los estilos de vida: pasar de ignorantes de lo que sucede, a aliados con los ecosistemas y el ambiente, para cumplir el reto intergeneracional: aprender y enseñar a la generación de relevo, cómo convivir con el ambiente y recuperar una calidad de la vida. Desde los años 60 la UNESCO comprendió que la educación es permanente para todos, desde niños a abuelos: sociedad educativa: implica a los medios de comunicación: impresos radiales televisivos y digitales. Todos: hogares escuelas universidades empresas gobiernos locales tienen la gran misión: Significa sembrar la paz comenzando en nosotros mismos, y asumir el orden, porque en la agenda del desarrollo sostenible 2016-2030, que es la 3ª desde 1992, ya consumimos los primeros cinco años hasta 2020, cuando se sumó la nueva amenaza: el covid-19.
Las alarmas suenan en el silencio de las personas y en el ruido del planeta: mantener la calma y respirar profundo: meditar bien lo que puedo hacer, como persona y como familia miembro de vecindad comunidad parroquia hasta municipio. Cuidar la salud y fortalecer la familia, aprender y enseñar a producir alimentos y plantas medicinales en casas y condominios: educación por la salud y la alimentación son necesidades primarias contra vulnerabilidades (pobreza): son los primeros cuatro objetivos del desarrollo sostenible NNUU 2016-2030. Le siguen entre los prioritarios: igualdad de género y agua limpia y saneamiento. Dependemos del agua: los humanos no sabemos producirla: es milagro natural de interacción: energía solar evaporación condensación y precipitación como lluvia: si tenemos escasez, debemos aprender a recoger agua de lluvia y aprender a potabilizarla. Los huertos pueden ser hidropónicos por goteo y si no tenemos espacio adaptemos los techos (sin dañarlos) y las áreas residuales: en casa, edificio, vecindad: implica organizar y cooperar en paz. Las redes educativas y redes universitarias tienen una misión bien explicada en los artículos 4, 5 y 6 de la Ley de Universidades, más los artículos 107, 108 y 109 de la Constitución, de la cual tenemos que conocer el deber de cada ciudadano en el artículo 132 y los fines del Estado, artículo 3, que se fundamentan en la educación y el trabajo. Ley y Constitución son consultables por internet. Tenemos que aprender a ser comunidad: sobre ideologías y diferencias Unidad común en solidaridad.
Podemos educarnos en familia y en comunidad, y si no hay trabajo: ingeniar sin trampas cómo emprender una empresa familiar y fortalecer la micro-economía vecinal y parroquial: y fortalecer capacidades para diagnosticar el presente de nuestras pobladas parroquias. Las escuelas universidades y municipios tienen el deber de acompañarnos en los procesos de autogestión, y en conjunto se debe planificar el “municipio sostenible”: zonas naturales: bosques en manejo especial donde nacen cursos de agua; zonas rurales de pequeñas granjas autosuficientes en permacultura; y red de aldeas pueblos y ciudades como zonas de servicios y pequeñas industrias, en función de las microeconomías municipales, que hacen economía regional, pues las macroeconomías mundiales representan préstamos y al final terminamos endeudando las generaciones futuras. Así abordamos autogestión comunitaria, aprendiendo gestión de cuencas y microcuencas. En los Andes venezolanos tenemos tres Estados en una subregión entre Llanos y Lago, más ULA regional ambiental para accionar con universidades locales y regionales. Estas últimas palabras ya las escribí: me di cuenta son como un concepto generador de la tesis. Seguiremos adelante, Dios mediante.
*Tesista ULA 2021-2024