La tasa de embarazos adolescentes en Venezuela es la tercera más elevada en América Latina: 95 nacimientos por cada 1000 adolescentes entre 15 y 19 años de edad (UNFPA, 2019). Además, Venezuela duplica el promedio de embarazos adolescentes en América, según el Fondo de Población de Naciones Unidas.
Trujillo-Boconó
El estado andino es una de las zonas del país donde la tasa de nacimientos por madres menores de edad es una realidad en crecimiento, aunque muchos traten de ocultar u omitir cifras, es algo palpable en los centros de salud, este trabajo nace tras la inquietud de ver las filas de niñas que acuden a los hospitales por embarazos en el municipio más grande del estado Trujillo, Boconó.
Según la Dra. Ana Briceño, Médico especialista en Medicina de Familia, el embarazo precoz es un problema que genera un escenario alarmante en Venezuela, “el alto costo de los anticonceptivos y la precaria educación sexual, han producido que los jóvenes han dejado de usar métodos de protección porque ni ellos, ni sus padres pueden pagarlos, el costo supera el salario mínimo mensual de los trabajadores y nuestro municipio Boconó no escapa de esta realidad”.
Por otro lado, para la Dra. Elsy María Berti Graterol. Médico coordinador de la Unidad Sanitaria Boconó. Coordinación de I.T.S y Consulta adolescente, el embarazo precoz, se ha incrementado “Lamentablemente la situación pandemia ha mantenido a los jóvenes fuera de su zona de confort y lejos de pensar que están en mejor situación por estar en casa, es todo lo contrario, puesto que no comparten con sus iguales y no reciben las mismas orientaciones diarias a la que estaban muy acostumbrados”.
Raíz del fenómeno
De acuerdo a la experiencia de la Dra. Eglis López Callejas, Ginecóloga- Obstetra este es un fenómeno muy complejo, que se puede abordar desde la perspectiva de múltiples problemas, tiene una raíz profunda que pasa desapercibida para quienes no le dan la importancia que requiere, entre estos factores están la cultura, la crianza, el concepto de pareja, el machismo, la familia, la pedofilia, y más, transformando el embarazo precoz en un fenómeno social, un termómetro para medirnos como sociedad, por lo que enfrentarse a esto trae consigo un gran peso moral para la población y sus habitantes.
La doctora Berti explica que la conciencia de los jóvenes respecto a la sexualidad en el municipio no carece de material informativo, pero “ahora bien, lo que sucede es la cultura que nos rodea y aun cuando de 10 jóvenes todos conocen los métodos de anticoncepción sólo uno lo usa…las excusas son múltiples”.
Por su parte la doctora Briceño plantea un enfoque complementario “el rol educador de la familia es fundamental, establecer en el hogar normas, límites, jerarquías que mantienen la funcionalidad de la familia y orientan al adolescente, lo van moldeando, estar presente en el desarrollo de su autonomía, el comunicarse con los hijos sobre los cambios físicos, el interés por el sexo opuesto, sobre todo quererlos y construir en ellos el amor filial, ante la falta de afecto se apoyan en brazos inciertos o a llevar una vida de libertinaje y en mucho de los casos llegan a concebir o tener un embarazo precoz”.
Datos
Encontrar las cifras sobre el índice de menores de edad embarazadas no fue tan fácil, fue la primera y mayor adversidad para este trabajo, lo que habla de dos situaciones igual de nefastas para este fenómeno, primero la falta de análisis del embarazo precoz y segundo un velo con el que quieren cubrir esta realidad en Boconó, pero existen datos comprobados y comparativos que son importante conocer.
En la parroquia del Carmen actualmente hay dos menores, de entre 10 – 15 años de edad embarazadas, cifra que palidece ante las 14 adolescentes que se enfrentan a un embarazo entre los 16 y 19 años en la misma zona.
En la parroquia Boconó, también de las más pobladas, dos niñas de entre 10 – 15 años están embarazadas y 23 de las futuras madres de la zona tienen entre 16 y 19 años de edad.
Por su parte la parroquia Guaramacal tiene la tasa más alta de embarazos entre 10 – 15 años: 4 y entre los 16 a 19 años tiene 6 casos, datos que contrarrestan con la Parroquia Ayacucho con un caso de 10 – 15 años y 6 de 16 a 19 años de edad.
Y de esta manera todas las parroquias, llegando a casi 100 casos de embarazo precoz, pero datos concretos del porcentaje a nivel regional no se manejan, solo las que están gestando actualmente y acuden a centros de salud públicos, dejando un gran vacío en los números para medir este fenómeno social, cultural, económico, educativo y de salud.
¿Por qué aumenta el embarazo adolescente?
Para la Dra. Berti la primera función sexual se establece a los 9 años de edad (queramos o no aceptarlo) por ende, la posibilidad de un embarazo adolescente es inminente al igual que la obtención de infecciones de transmisión sexual; de la misma manera, la permisibilidad de los representantes del adolescente de tener novias o novios adultos. Ejemplo: adolescente de 15 años con un adulto de 34.
Por otra parte, consentir el permiso para matrimonios entre adolescentes aun cuando ya se tenga un embarazo previo, aumenta el riesgo de tener múltiples embarazos siendo adolescente.
Por supuesto, la falta de información a la mano y que muchos padres y representantes no se atreven a comunicar porque no tienen la mínima idea de qué o cómo hacerlo.
Cada vez hay más padres adolescentes por ende estas parejas tendrán hijos muy jóvenes que a la hora de criar y formar no cuentan con una verdadera estabilidad familiar y terminan repitiendo el patrón.
Reflexión final
Este flagelo afecta a una gran parte de la población de jóvenes de la localidad, sobre todo en las zonas rurales, donde la pedofilia (relaciones, deseos y conductas sexuales con niño) no es denunciada, donde niñas son embarazadas por adultos, con los que incluso se casan por obligación moral o factores económicos, por lo que es importante analizarlo, la segunda parte profundizara aún más en el tema.