A propósito de la celebración del día de la madre, es pertinente como homenaje a las madres de La Puerta, recordar a una de las singulares personalidades de este pueblo, aunque nació en la vecina localidad de Mendoza, la recordada profesora Elsa Rosales de Cabrita, le decían Doña Elsa. Se conmemora por estos días, 21 años de su desaparición física. Educadora, por muchos años dio clases en el Grupo Escolar José Luis Faure Sabaut, también en el Colegio de Niñas, de las Hermanas de San José de Tarbes, que estaba en la calle 9, de La Puerta.
Cuentan alumnos suyos, que ella para subir la muy inclinada pendiente de Los Jumangues, para llegar al grupo escolar José Luis Faure Sabaut, lo hacía caminando hacia atrás, y cuando le preguntaban por qué caminaba al revés, respondía: <<hijito, así se cansa una menos>>. La mayoría de los pobladores de esta comarca, la rememoramos en su estampa cotidiana, organizando y atendiendo a los niños y niñas de la escuela donde dio clases, y en la escuela de música. Siempre andaba con grupos de muchachos a su alrededor, conversando, riendo con ellos, orientándolos, acompañándolos en sus giras, entregándoles instrumentos musicales, en fin, fungía como una de esas simpáticas madres optativas, con las que se quiere estar todos los días y en todas las horas, como dicen, era divertida y calidad.
Doña Elsa, fue la promotora principal de la creación del Núcleo de Orquesta Infantil y Juvenil Adela de Burelli, de La Puerta. La escuela de música funcionó inicialmente diagonal al Convento de las Monjas, es decir, al frente de la familia Viloria, en una casa antigua con piso de madera, hoy en día fue remodelada, y hasta hace poco funcionaba una heladería; después que se mudó la escuela.
Elsa Doris Rosales Rivas, es el nombre completo de esta insigne educadora. Nació el 1° de mayo de 1929. Sus padres el señor Félix Rosales Vergara y la señora Sofía Rivas Herrera. Sus hermanos: Ady, Mari Rosa y Miguel Antonio, que eran los mayores de este matrimonio. Doña Elsa, cursó estudios primarios en la Escuela Padre Rosario, ubicada en Mendoza, su lar natal, luego, cursó estudios en el colegio “Madre Rafols”, en Valera, inició estudios de comercio, presentó examen para el cargo de maestra y le es concedido, recibiéndolo de manos del poeta Antonio Cortes Pérez, y se va a dar clases en el caserío “La Cordillera de Angostura”, ubicado a dos horas de Mendoza, subía en mula. Al poco tiempo, es trasladada a la Escuela Federal graduada “Padre Rosario”.
Realizó el curso para formación de directores y al concursar, es designada directora del Grupo Escolar José Luis Faure Sabaut, de La Puerta, estado Trujillo; impartió clases en la Escuela Técnica Agropecuaria y en el Colegio Nuestra Señora de la Paz, de la referida población. Durante varios años, se desempeñó como presidenta de las Fiestas Patronales en honor al Santo Patrono de su pueblo, San Antonio Abad. Fue también, presidenta de la Junta Comunal de Mendoza.
En 1977, fue clausurado el Colegio de Niñas de La Puerta, patrocinado por las Hermanas de Tarbes. Por iniciativa de la profesora Elsa Rosales de Cabrita, para continuar desarrollando la escuela de música de La Puerta, y apoyada por el profesor José Antonio Abreu, ocupan en calidad de préstamo el inmueble que era de las Hermanas de Tarbes, que llamaban Convento. En 1980, fue adquirido por la Gobernación del Estado Trujillo, en la gestión de Dora Maldonado de Falcón, y convirtieron este inmueble en la sede de la Escuela de Música de La Puerta. Comenzó en forma esta institución en 1980, bajo la dirección administrativa de doña Elsa Rosales de Cabrita, y la dirección académica y musical del profesor Alberto Alvarado, convirtiéndose en el espacio de los Niños Cantores del Valle del Momboy, y del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles y Coros de Venezuela, núcleo La Puerta.
Jaime Cabrita, su hijo, otro personaje anecdótico y jocoso, contó que en una oportunidad su mamá ya con más de 60 años, fue a estudiar un diplomado en la Universidad del Zulia, en Maracaibo. Un día saliendo de clases, cargaba sus libros y cuadernos, vio al bus de LUZ, que iba saliendo lleno de estudiantes, y se montó. Cuando el chófer la ve le dijo a doña Elsa:
– ¿Y usted señora? Ella le respondió: – Estoy estudiando. Inmediatamente el chofer, con gracia marabina, le replicó a la sesentona: – ¡Vergación, te han raspao poco!
En una oportunidad me tocó ir a conversar con ella, era Semana Santa, y me mostraba el estado de las instalaciones de la Escuela de Música. Esperaba una delegación del Ministerio de Cultura, enviada por el maestro Abreu. Usaba unos pantalones anchos y cuando iba subiendo las escaleras, se metió la mano en el bolsillo, para buscar las llaves, cuando muy nerviosa en lugar de las llaves sacó un cuarterita de brandy, y me dijo: – Ah carajo doctor, quién me metería esto en el bolsillo. Tenía muy buenas relaciones con los directores y músicos del Sistema Nacional de Orquestas, particularmente, su creador el maestro José Antonio Abreu, que sentía una consideración especial por esta escuela de música, la que visitaba cada vez que venía a Trujillo.
La Puerta, brillaba musicalmente, bajo la batuta de Doña Elsa Rosales. Se realizaba toda suerte de espectáculos y conciertos en nuestra Parroquia y fuera de ella. Una de las creaciones importantes de dicho núcleo, fue el galardonado coro de Los Niños Cantores del Momboy, que recorrieron el país dando conciertos. Una representación de la Orquesta Infantil, tuvo el realce de tocar en el concierto dado al Papa Karol Wojtyla (Juan Pablo II, hoy Santo), cuando vino a Venezuela. Talleres con importantes músicos y ejecutantes nacionales e internacionales se realizaron en nuestra escuela de música, para nuestros niños y jóvenes estudiantes.
Doña Elsa, murió el 17 de mayo de 2002. El Dr. José Antonio Abreu, fundador del Sistema de Orquestas, al recibir la infausta noticia expresó: <<esta noble dama coadyuvó a la consolidación del movimiento cultural musical en el estado y sobre todo de los Niños Cantores del Valle del Momboy, su gran obra>> (Diario El Tiempo. Edición 18-05-2002). Invalorable su labor cultural en favor de los trujillanos.
Un conjunto de virtudes, conformaron la personalidad de esta ejemplar mujer, la profesora Gloria Reinozo, con la pureza de su prosa, la describió: <<Doña Elsa, mensajera del bien, abeja laboriosa que en su rico panal almacenó tanta miel para nutrir espíritus, misionera de la verdad verdadera, que sostuvo en sus manos la antorcha que llevó luz a los cerebros donde reinó la oscuridad, setenta y tres años de labor continua donde permaneció quitando de sus ojos la pesada venda que los cubría para dilucidar sabias enseñanzas que fluyeron de sus labios como cascadas de perlas>> (Reinozo, Gloria. Hasta siempre Doña Elsa. Palabras que dirigió en el momento de la inhumación de Doña Elsa. 18-05-2002. En papel); virtudes que irradió y formaron en el espíritu de sus hijos propios y en los ajenos, el amor e identidad con su lar nativo, con el valle del Bomboy, y la inclinación a esos altos valores que destacan en nuestra identidad.
La historiadora y poetisa Gloria Reinozo, escribió como legitima y armónica despedida a su maestra, <<Inexorablemente su ciclo se cumplió y esa vida prodiga y maravillosa, se nos fue…en una fría aurora cuando traía en el nuevo amanecer ángeles cargados de arpas, citaras y trompetas entonando un armónico y melódico coro para robárnosla…Tú no has muerto, sigues entre nosotros, burilando esténcils de alegría, con trazos dibujados de honor>> (Ídem); son palabras, convertidas en homenaje emocionado y justiciero, que evitan el olvido de esta singular dama.
La obra concreta en lo educativo, cultural y social que esta educadora realizó en favor de nuestra comarca enaltece el gentilicio trujillano. En tributo a su loable labor, la población le puso su nombre a la Escuela Técnica Robinsoniana de nuestra Parroquia, creada en el año 2005. Recordémosla también, como la madre que fue de los niños cantores y ejecutantes musicales del valle del Bomboy.