Elías Díaz, héroe inesperado en el Juego de Estrellas

El receptor de la Liga Nacional, Elías Díaz, de los Rockies de Colorado. EFE/EPA/ANTHONY BOLANTE

Francisco Graterol Vargas

En la cueva de la Liga Nacional sólo quedaba un jugador  de posición disponible. Los demás ya habían entrado al campo. Elías Díaz, modesto máscara de los Rockies de Colorado esperaba pacientemente la oportunidad para entrar en acción. Era el representante de su equipo en el Juego de Las Estrellas en el T-Movile Park de Seattle, adonde se dieron cita casi 50 mil personas  para ver y aplaudir a los Ronald Acuña, Luis Arráez, Freddie Freeman, Mookie Betts, Shohei Ottani, Vladimir Guerrero Jr, Randy Díaz, Juan Soto y pare de contar, pero preferiblemente al muchacho de casa, Julio Rodríguez.

Hasta ese octavo capítulo daba la impresión que la Liga Americana iba a continuar con su dominio. La Nacional no ganaba desde 2012 cuando dominó 8 por 0 en Kansas City. El cubano Yandy Díaz de Tampa trajo la primera alegría a la Americana al dar cuadrangular en el segundo capítulo. En el cuarto innings el increíble Luis Arráez, “La Regadera”  soltó un cable por el jardín derecho frente a George Kirby de Seattle para poner igualdad en la pizarra. Era su segundo hit de la noche. Anotó J.D. Martínez anclado en segunda con un doble. Después salió y entró en su lugar Ozzie Albes. El criollo batea 750 en Juego de Estrellas ya que el año pasado donde resultó campeón bate por la Americana con 316 sonó de 2-1. El venezolano que ha coqueteado con los 400 en el 2023 mostró su clase con el garrote frente a lo más granado de ambos circuitos, ante un numeroso público y millones de espectadores por las pantallas de televisión.

En el sexto La Americana tomó el control de las acciones 2 a 1 con un flay profundo al rayfil de Bo Bichette para que se viniera hasta el home desde tercera base, el venezolano Salvador Pérez, quien  como emergente deslizó inatrapable en su octavo All-Star. El juego fue un duelo de pitcheo desde que comenzaron Gerrit Cole de los Yankees y Zack Gallen de Arizona .Hubo 20 ponches combinados.

En aquel octavo tramo el manager de los Filis y de la Nacional le dio el bate al maracucho Díaz con Nick Castellanos en primera por boleto. Nada fácil. Frente a Díaz  y con su madre en el estadio como testigo se enfrentaría  a Félix Bautista, el cerrador de Los Orioles. Un hombre de casi 100 millas, sangre fría y un repertorio de mil demonios que ha asegurado los choques para los sorprendentes oropéndolas en la Liga Americana. Sin embargo, en tres y dos, el cubano vio como por encima de su cabeza ante una sinker, un garabato, un cohete salió disparado hacia las sillas del jardín izquierdo. Elías Díaz daba la vuelta al cuadro en una escena jamás soñada. Venía como por las nubes mientras el mundo beisbolero presenciaba aquella hazaña de un pelotero de 32 años, invitado por primera vez a un Juego de Estrellas y que salió como el último mohicano desde su dogaut para cumplir con el ritual de que todos cumplieran con la invitación al evento de Seattle. Eso no estaba en los planes de Elías. Su cuadrangular lo estaba convirtiendo en el profeta de aquella jornada. ¡Increible pero cierto!. Seguramente ante la pobre actuación de los Rockies el venezolano pudiera ir a otro equipo cuando llegue agosto y la fecha de cambios.

Yogi Berra lo decía; los juegos no se acaban hasta que se acaban. El noveno fue  de suspenso. Craig Kimbrel subió al montículo a ponerle el candado a aquel encuentro. Un hit y dos boletos colocaron  tres en base por la Americana y en el cajón de bateo, el peligroso cuarto bate de los Guardianes de Cleveland, el dominicano, José Ramírez. El veterano pitcher sacó su coraje para ponchar a Ramírez  y Colorin Colorado, ese cuento se ha acabado.

Debemos admitir que se nos aguó el guarapo viendo llorar a Díaz cuando era entrevistado. Quizás si Acuña, Arráez, o Salvador estuvieran en ese lugar lo hubiésemos tomado con más calma. Pero, era un anónimo héroe de las rocallosas montañas de Colorado y de Maracaibo el que sollozaba como un muchacho de Pequeñas ligas.

Es el segundo venezolano en ser electo el más valioso en un All- Star en tantos años de pelota. El primero fue el Rey David Concepción en 1982 cuando le dio la victoria a la Nacional con un bambinazo frente a Dennis  Eskerley. El score fue 4 a 1. Hace 30 años de esa gesta. Ahora el de Ocumare de la Costa y el maracucho se erigen como más valiosos en un Juego de Estrellas, algo que no pudieron lograrlo Miguel Cabrera, el “Chico” Carrasquel, José Altuve, Salvador Pérez y compañía, sempiternos asistentes al evento.

Los venezolanos  brillaron en Seattle. Acuña falló de 2-0. En el primer innings le atraparon una pelota que iba para la cerca. Arráez de 2-2 con un hit importante en el triunfo de la Nacional; Arcia de 2-0 pero cumplió como abridor en el campo corto de la Nacional; Salvador Pérez de 1-1 anotó una rayita; Pablo Lopez lanzó una entrada sin novedad y las flores para un héroe inesperado, Elías Díaz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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