Elementos de filosofía de José Gregorio Hernández / Por: Pedro Frailán

Sentido de Historia

 

 

Para el año de 1912, el Dr. José Gregorio Hernández es un personaje establecido en el país, ya a este tiempo goza de mucho prestigio en la ciencia médica, como investigador, profesor universitario y en el mismo ejercicio de la medicina. También es reconocido como un hombre de fe y su obra en el mundo espiritual. De su acción hacia el valor de la persona humana recordaba plenamente lo establecido por el apóstol Santiago que afirma: “Así pasa con la fe, si no se demuestra por la manera de actuar: está completamente muerta”. (2 – 12)

En este mismo año, en el país se estaba iniciando un proceso de tranquilidad que más adelante lograría la estabilidad social, que se había agitado producto de los movimientos desencadenados del siglo XIX. Esta paz se lograba con un régimen de autocracia feroz que conducía Juan Vicente Gómez. En este tiempo, el Dr. Hernández ya había escrito varios títulos relacionados con distintas disciplinadas de la medicina, de hecho, fue el primero en escribir un libro sobre “Bacteriología” en Venezuela. Aunque, sorprende a su entorno intelectual en primer lugar a la sociedad caraqueña, al país, cuando escribe y publica libros que están relacionados con el arte y la filosofía. Para esa época poco se escribía en Venezuela temas relacionados con estas materias. Con relación a la filosofía años anteriores se había publicado un texto filosófico cuya autoría había sido del presbítero Juan Bautista, que fue el personaje que en el siglo anterior, propuso desde la iglesia de Las Mercedes, la consagración de la República de Venezuela al Santísimo Sacramento en 1882, el escribió un libro que título “Lecciones de Filosofía.

El libro del Dr. José Gregorio Hernández, fue bautizado con el nombre “Elementos de Filosofía”, publicado en enero de 1912, de la editorial Tip. Emp. “El cojo”. Fue un éxito editorial y en el transcurso del año se hizo una segunda edición, algo no acostumbrado en el país.

En este ensayo titulado: José Gregorio Hernández en Pensamiento Vivo, se va a hacer una sinopsis por el nivel de la escritura del libro, la profundidad con que aborda las distintas teorías de pensamiento en sus tres capítulos, como son: el libro de la psicología, el de la metafísica y el de la historia de la filosofía. En los dos primeros demuestra que el Dr. Hernández tiene una inspiración aristotélica, cada uno de ellos tiene sus propias divisiones que interpreta, actualiza e interactúa con su accionar contemporáneo.

El accionar filosófico está sustentado primeramente en la Filosofía Cristiana, que parte en primer lugar del evangelio de sus interpretaciones, de los padres de la iglesia y la reciente Doctrina Social de la Iglesia que para ese tiempo, solo se habían pronunciado dos encíclicas, la Rerum Novarum (de las cosas nuevas), de León XIII en 1891 y la Singulari Quadam (Caridad de Benevolencia), justamente en 1912 de Pio X.

En el prólogo del libro que le hace el propio autor dice lo siguiente: “Ningún hombre puede vivir sin tener una filosofía. La filosofía es indispensable para el hombre bien se trata de la vida sensitiva, de la vida moral y en particular de la vida intelectual” (1912:8). Aquí destaca la importancia de cada hombre en nuestra sociedad, un hombre que tiene la capacidad de pensar, de razonar, de actuar, en un principio de igualdad y equidad en la esencia de lo humano porque somos: Imagen y semejanza de Dios, principio del mismo Génesis (1 – 26). Recordemos, la acción de la sensibilidad es la primera fuente de la filosofía, incluso así se inició la filosofía oriental en la antiquísima India.

Por su parte, existe en su teoría otro reconocimiento al valor cultural de lo humano, aquel que por no tener un aprendizaje académico, pero que no deje de pensar y actuar. Afirma que ese hombre inculto, la construcción de su filosofía es lenta, rudimentaria algunas veces, hasta dolorosa en la mayoría de su tiempo, pero grandiosamente valorizada, porque es uno de los preciados bienes adquiridos por el tiempo. Cuando observo esta interpretación, hago memoria a la filosofía arcaica antes de los sofistas y la etapa socrática en que el hombre produjo conocimiento producto de propio razonar y que iba resguardando para ir perfeccionando.

En un concepto corto de filosofía dice: “La filosofía es el estudio racional del alma, del mundo, de Dios y de sus relaciones (1912:801). Este es un concepto clásico de la filosofía griega, específicamente en Atenas; Sócrates lo confirma, el principio magno de todo es Dios, incluso esta es una de las causas de su muerte, el filósofo inventor de la ética universal y que muere por un acto moral. Luego Platón cree en el sumo bien pero Dios es superior y en cuanto a Aristóteles así lo demuestra desde la psicología y la metafísica, aunque primero está Dios.

Esta máxima filosófica ha prevalecido en la historia de la filosofía, en algunas etapas ha decaído, se ha renovado tomando sus principios y adecuándolos al momento, continuando así en el tiempo, por eso Wolfhart Pannenberg, un filósofo después de José Gregorio dice: “Hablar de Dios significaba hablar del origen creador de todo lo real. Por este motivo, no hay verdadera reflexión sobre Dios, que no sea una reflexión sobre el origen en ese Dios de todo lo real, es decir, de hombre y cosmos”. (2001:18)

En este mundo de la filosofía idealista profundiza hacia lo interior de lo humano como lo es el alma, el espíritu, en la primera reconoce el valor antropológico de la vida y en la segunda el valor teológico de nuestra existencia humana. Justamente aquí afirma: “Más si alguno opina que esta serenidad, que esta paz interior disfruto a pesar de todo, antes que la filosofía , la debo a la Religión santa que recibí de mis padres, en la cual he vivido y el que tengo la dulce y firme esperanza de morir”. (1988:156).

En esta oportunidad reconoce el valor del alma, introduce el arte del cual fue un estudioso, le incluye la filosofía de la estética a nuestras almas demostrando cuando están bellas, están hermosas, en tranquilidad absoluta, en buen camino para su salvación. Afirma categóricamente que esto se logra cuando esa alma se encuentra en PAZ.

La PAZ en la filosofía es una dimensión idealista de percepción, es un sentimiento abstracto que ha generado en el recorrido de esta ciencia mucha dialéctica y tenido muchos opositores, que no han coincido ni han creído con este argumento. La paz es un tema por excelencia bíblico, de hecho, cuando Jesús se le presentó a los apósteles, una vez resucitado, los saludó diciéndole: “la paz esté con ustedes». «Estaban atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu, que esté con vosotros”. (Lucas 24: 36 -37)

Solo cada persona es la que puede decir como está su alma, además este es un tema de fe, moral, inteligencia, de placer. También es de ciencia, es decir, de una ciencia filosófica idealista que estudia los sentimientos, en donde está la benevolencia, el amor, la alegría, la tristeza, la fe y por supuesto Dios.

La filosofía cristiana con la teología cristiana son las ciencias más calificadas para estos estudios. El libro del Nuevo Testamento en los Hechos de Los Apóstoles, indica los dones del Espíritu Santo y justamente reconoce el “Don de Ciencia”. De acuerdo a este libro “Elementos de Filosofía”, escrito por el Dr. Hernández, nos demuestra que fue estudioso de la historia de la filosofía, de la teología. De lo contrario no hubiera escrito un texto con tanta profundad, un documento que produjera teorías filosóficas producto de sus ideas y para su tiempo.

José Gregorio Hernández siempre vio un modelo a seguir, a imitar, a un personaje que vivió y murió, pero que trascendió esa imagen, fue JESÚS. “El que más ha pesado en la elección de Cristo como modelo para el desarrollo integral del ser humano” (1998:35).

Hoy José Gregorio Hernández a los 157 años de su natalicio y a los 103 años de muerte está más vigente que nunca, en los corazones y en el imaginario colectivo de un pueblo, vivo en sus ideales.

 

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