El voto de las personas sin huella en Venezuela

El Observatorio Electoral Venezolano explica cómo votan las  personas, quienes por desgaste de huellas o alguna discapacidad, no pueden activar el Sistema de Autenticación Integrado. Esta minoría tiene derecho al sufragio y está garantizada su participación, pese a que puedan tener otras dificultades en tema de accesibilidad

El Reglamento de la Ley de Procesos Electorales estipula qué hacer en caso de no tener huellas. Foto: Referencial

María Gabriela Danieri / CNP N.º 25.780

 

La implementación del Sistema de Autenticación Integrado (SAI), mejor conocido como capta huellas, en las elecciones venezolanas a partir de 2002, ha supuesto un avance en la seguridad del voto y la posterior auditoría del proceso. Sin embargo, para los ciudadanos con alguna discapacidad que impida activar este dispositivo, esto representa en el momento del sufragio quedar a expensas de técnicas de contingencia, que son contempladas en el Reglamento de la Ley Orgánica de Procesos Electorales.

Carlos Medina del Observatorio Electoral Venezolano explicó que, en ese sentido, lo más importante es garantizar el derecho al voto de los ciudadanos, por ende, siempre se le permitirá el acceso a la máquina de votación. “En el manual de procedimiento estima que el presidente de la mesa autoriza la votación con su propia huella y de esta manera habilitar la máquina.  Debe usar una clave, que solamente se usa una vez. Si hay otro caso, el presidente debe llamar a Caracas y solicitar una nueva clave para reabrir la máquina” expresó Medina en una entrevista vía telefónica.

Todo esto queda plenamente registrado en las actas y en cuaderno de votación de cada mesa. “Todos podemos votar aunque haya o no haya match. La utilidad de este procedimiento es que se da resolución a los casos, pero si llegara a ocurrir, que alguien usurpa la identidad de otro, esta huella queda registrada y eso se emite en auditorías posteriores. Porque es plenamente auditable”

 

Deuda en accesibilidad

Aunque desde el OEV no se han reseñado casos de impedimentos en el derecho al voto por motivos relacionados al SAI, si se han generado preocupaciones en cuanto al tiempo que tarda la reactivación de una máquina de votación, una vez ha ocurrido el “no match”. “El procedimiento de solicitar una nueva clave y la reanudación de la elección puede ser de treinta minutos, lo que puede retrasar el proceso” indicó.

Por su parte, la Confederación Sordos de Venezuela (Consorven) si ha referido en su momento situaciones con personas con discapacidades sensoriales, es decir, auditivas, visuales y físicas, pero en materia de accesibilidad al centro de votación. Una arista relacionada al derecho a la participación política de las personas con discapacidad y contemplado en  La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Juan Ángel De Gouveia, presidente de Consorven, detalló que el Consejo Nacional Electoral (CNE) y los partidos políticos están en deuda con los venezolanos con discapacidades, especialmente en la ruta a las elecciones de este 28  de julio, cuando se elegirá a un nuevo presidente para el país. “Hay una ruta para los procesos electorales, pero no sé ha difundido la información en formatos accesibles, no hay datos de cuántas personas con discapacidad votan, no se ha publicado que hay una mesa preferencial, ni su ubicación. Ni el CNE ni los partidos políticos han hecho campaña de votaciones inclusivas.” declaró al Diario de Los Andes, vía telefónica.

Las últimas cifras publicadas por el CNE, en 2021, indican que existen alrededor de 447.593 personas con alguna discapacidad en el registro electoral, de las cuales 12,694 se encuentran en el estado Trujillo. Además de ello, en esa época se dispuso que la mesa uno se encontrara en las plantas bajas de los centros electorales para facilitar la participación de las personas con discapacidad. No obstante, para este 2024, Consorven recalcó que en comicios anteriores se notaron debilidades.

Todas ellas recogidas en su informe de 2021, según el cual las personas con discapacidad no contaron con orientación en la accesibilidad de los centros: afiches, pictogramas, avisos en colores contrastantes o en relieve. Además presentaron dificultades para andar, ante la ausencia de rampas, antideslizantes y otras dificultades en la interacción con los equipos de la herradura electoral (cuaderno de votación, etc).

 

Voto asistido

Estas situaciones, en la mayoría de los casos, supone una disposición para la asistencia del voto en el momento del sufragio. Carlos Medina manifestó que en este particular, lo más importante es tomar en cuenta la opinión de la persona. “Que sea su voluntad como ciudadano la de recibir ayuda. En ese caso debe escoger a una persona de su entera confianza. Lo que se debe evitar es que esta persona ayude a más de un elector. ” detalló el director de OEV.

Finalmente, manifestó que por estadística, es improbable que en un mismo centro se presenten dos o tres personas sin huella, a raíz de una discapacidad motora, o desgaste de huella por motivos de envejecimiento. No obstante, si esto ocurre, la tarea de los miembros de mesa es saber administrar los grupos para que la máquina no se tranque.

“Si yo tengo en la cola dos personas que tengan una condición, el primero que pasa va a generar un no match. Entonces, para que pase el segundo, lo que debe hacer el miembro de mesa es pasar ocho personas que no generen ese problema antes que él. Así se logra mantener la fluidez”, puntualizó.

 

 

 

 

 

 

 

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