En el solemne despacho presidencial en Puerto Príncipe, llegó en excelentes condiciones físicas y con una esperanzada sonrisa, el oficial trujillano; saludó estrechando la mano:
- Bon jour Excellence, Je suis le lieutenant-colonel Chipía, aide de camp du general Bolívar. El anfitrión amablemente, lo invitó :
- Asseyez-vous lieutenant-colonel Chipía.
- Merci excellence. Ambos se sentaron.
- Et comment va le général Bolívar? Preguntó con mucho interés el Presidente Alexandre Petión.
- Combattre et surmonter les difficultés. Don Alexandre, con leve sonrisa, le replicó:
- C’est la mission supérieure que nous avons.
- Ouais, Chipía, sacando y mostrándole un pliego, agregó:
- Excusez-moi, Monsieur, J’ai l’honneur de vous remettre cette dépêche qui vous est adressée par le général Bolivar.
Muy pocos, en aquellas circunstancias, pudieron conocer de esta presentación personal, en la conspiración caribeña e independentista, en el movimiento internacional por la libertad.
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Por estos tiempos, me refiero a lo que va del siglo 21, se han trasladado al Panteón Nacional, algunos restos mortales o cajas simbólicas, de próceres de la Patria. He insistido, en otras notas, que por justicia histórica, deben ir a ese patio de héroes, los del destacado constituyente trujillano, Pbro. Francisco Antonio Rosario D., y asimismo, los del coronel carachense Pedro Miguel Chipía, de aquilatados méritos en la lucha de independencia.
A Chipía, la historiografía lo recuerda como oficial dinámico, disciplinado, decisivo, de profundas convicciones libertarias, el guerrero que se crecía en lo más fragoso de la batalla, en donde marcó huella con sus virtudes, su esfuerzo y su vida; sin embargo, hay un aspecto poco tratado, es su participación y responsabilidad en el despliegue de los planes y ejecutorias previas en el campo internacional o de la diplomacia conspirativa y secreta, por supuesto, en favor de la independencia suramericana. Para estos servicios, bajo la comandancia del genio de América, no podía tratarse de un empírico, para que Bolívar le tuviese tanta confianza y le diera altas y delicadas responsabilidades de Estado.
La cualidad de emisario, enviado o diplomático, basado en el buen trato a los jefes de estado y demás representantes, la sagacidad, flexibilidad táctica, conocimiento de las relaciones y negociaciones llevadas con las naciones colaboradoras, hablar francés, manejo de los objetivos estratégicos del movimiento independentista, eran cualidades necesarias, para cumplir este servicio a la República. Nota: en los Índices de Cartas del Libertador. Tomo XII, pág. 427 Caracas. 1959) aparece: <<Chipía (Pedro?)Teniente Coronel, edecán de Bolívar en Los Cayos, 47>>.
Un importante documento oficial traducido de su original en francés al castellano, que hace referencia al Teniente Coronel y edecán Chipía, revela la responsabilidad depositada en este oficial en la causa independentista y el nivel de confianza que le tenía Simón Bolívar.
<<Traducción. (Los Cayos, 4 de marzo de 1816). A S.E. el señor Presidente de Haití. Señor Presidente: Envío al teniente coronel Chipía, mi edecán, quien tendrá el honor de entregar este despacho a V.E. Sírvase V.E. aceptar mi agradecimiento por todo lo que ha tenido la bondad de hacer para secundar mis proyectos, así como por las resoluciones de V.E. relativas a los pretendidos mejicanos, cuyas miras no eran otras que distraer los recursos aplicables a mi expedición para destruirla. Me veo obligado a importunar una vez más a V.E. pidiéndole nuevos socorros; V.E. comprenderá de cuanta urgencia son para la ejecución de mis proyectos. Cuento con la generosidad y benevolencia de V.E. y espero que el interés que V.E, ha mostrado hacia mí sirva de excusa a mi importunidad.
He aquí la nota de lo que necesito, que suplico considere V.E. con la mayor atención: 4.000 fusiles, sin contar los 3.000 para los cuales se han librado ya las órdenes; 100.000 cartuchos (por lo menos); 30.000 libras de pólvora; 30.000 libras de plomo.
Añadiendo este nuevo servicio a los que ya hemos recibido de la benevolencia de V.E., la expedición que sin esto se retrasaría y tal vez sería irrealizable, se hará a la vela de inmediato….La América, llena de reconocimiento, conservará eternamente el recuerdo de V.E. acepte el homenaje de mi mayor consideración y crea en los sentimientos de estima con que tengo el honor de ser, señor Presidente, de V.E. muy humilde y obediente servidor. Bolívar. Certificado conforme al original. El Secretario General. B. Inginac>>. (Tomado de: Cartas del Libertador. Fundación John Boulton. Págs. 48-49. Tomo XII. Caracas. 1959); Bolívar, deja sentado, el ideal de liberar a América, y no caer en las pretensiones de los mejicanos, de distraer los recursos, para perturbar esta causa.
Esta carta secreta de Bolívar, dirigida al Presidente de Haití, Alexandre Petión, pidiendo <<nuevos socorros>>, es decir, otros recursos para la expedición naval libertaria, en la cual, además, le agradece el compromiso con la causa de Venezuela y el de << secundar mis proyectos>>, y particularmente, como parte de esa misión como enviado, el tratar temas delicados como las << resoluciones de V.E. relativas a los pretendidos mejicanos>>, entre otros asuntos, devela la cualidad de diplomático de nuestro prócer Pedro Miguel Chipia; no era simplemente entregar un despacho, de un personaje como Bolívar, significaba ser emisario, un heraldo de confianza, designado para cumplir una misión de tanta envergadura, como la que allí se expresa, es esperar respuesta y recopilar información, en un momento sumamente dramático para la República.
De igual forma revela, el conocimiento que tenía Chipía de las relaciones entre las naciones caribeñas y las del resto del continente, sus gobernantes y líderes, de esta forma, honró la confianza depositada en él, para concertar en secreto con otras personas, y para indagar sobre el estado y actitud de los amigos y colaboracionistas con la causa, pero además, su efectividad como emisario expatriado, al lograr la ayuda requerida en el menor tiempo posible, para armar un ejército, estaba formado en la ingeniería militar, y así, se concreta la expedición que salió de Los Cayos de San Luis de Haití, el 31 de marzo de 1816.
Puede deducirse, que el éxito obtenido por Chipía, el edecán del Libertador, fue reconocido por el alto mando de la revolución. Un documento lo confirma. El N° 1448. Del Archivo del Libertador. Extracto de la Secretaria del Libertador: <<Cuartel general de Los Cayos, 25 de marzo de 1816. 119. Con esta fecha se ascendió a coronel efectivo de ingenieros al teniente coronel Pedro Chipia (1). Se le libró el despacho correspondiente. (1) El prócer militar venezolano Pedro Ramón Chipía, mencionado en la nota 17 del Doc. 1255>> (Archivo del Libertador. AGN. ). Una misión en astuta y diplomática labor conspirativa caribeña.
El 31 de marzo de 1816, acompañó al general Bolívar, en la expedición desde Haití. El Presidente Petión, suministró recursos y el armamento pedido (Dávila, 98). Chipía, ahora Coronel efectivo de ingenieros, sale luego, en campaña con el general Piar. El 28 de septiembre, se produce la Batalla del Juncal, y confirma sus charreteras de Coronel de la República. Siguió también al General Piar, en la trascendente Campaña de Liberación de Guayana, considerada como la primera gran Campaña Libertadora de Suramérica.