- El Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, consagró este jueves 6 de agosto al estado Táchira y Los Andes venezolanos al Santo Cristo de La Grita, en su 410 aniversario. Lo hizo como una muestra de fe y una promesa para ser liberados de la pandemia por COVID-19
Al conmemorarse este jueves 6 de agosto los 410 años del Santo Cristo de La Grita, el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, consagró al estado Táchira y Los Andes venezolanos al Cristo del rostro sereno, solicitándole apoyo y protección en los caminos de libertad y justicia, en lo que fue el acto central realizado en la Catedral de la capital tachirense.
Después de la eucaristía solemne, Moronta procedió a realizar la consagración, que se repetirá todos los años el día 6 de agosto.
“Hoy y siempre consagramos al Táchira y Los Andes venezolanos a ti. En tus brazos amorosos colocamos a nuestra gente, los hombres y mujeres que caminan sabedores de tu compañía: los agricultores y ganaderos, los estudiantes y maestros, los profesionales, comerciantes y empresarios que buscan el progreso de la región; los enfermos y los sanos, los médicos y enfermeros; las autoridades civiles y militares, los dirigentes políticos y sociales; los niños con sus ilusiones, los jóvenes con sus proyectos, los adultos con su experiencia, los ancianos con su sabiduría; nuestros laicos comprometidos en la evangelización… En esos brazos abiertos y llenos de misericordia colocamos el dolor de tantos pequeños menospreciados por la sociedad; los migrantes que transitan por nuestros caminos, los pobres y excluidos de la sociedad, los descartados y abandonados… ellos son sacramento de tu amor”, expresó Moronta.
Destacó que hay quienes proponen ideologías deshumanizantes, para secar el alma de los creyentes y personas de buena voluntad.
“Los que creen que pueden inventar nuevos derechos humanos al margen de la vida, de la dignidad humana y de los principios irrenunciables del evangelio. Prefieren la oscuridad y la verdadera luz los encandila. No escuchan la palabra sino el ensordecedor clamor del mundanal ruido. Su actitud no es la del sencillo capaz de escuchar y poner en práctica la palabra de Dios, actúan con necedad y terquedad, con autosuficiencia y prepotencia que los hace creerse más que los demás. De los frutos del árbol de la vida no participarán quienes han hecho la opción por el mal, la corrupción, el pecado, el menosprecio de los más débiles”, manifestó el Obispo de San Cristóbal.
Destacó que del árbol de la vida no participarán narcotraficantes, abortistas, especuladores, violentos y delincuentes, traficantes de personas, los que juzgan a los migrantes y pobres como material de descarte, quienes promueven un nuevo estilo de esclavitud, quienes se atornillan en el poder e impiden el desarrollo auténtico de la nación, los que se valen de su fe para creerse superiores a los otros, quienes menosprecian a la familia y destruyen los principios fundamentales de la moral, los que se burlan del matrimonio entre marido y mujer.
Llamado a Nicolás Maduro
El Obispo de San Cristóbal encomendó de manera especial al personal de la salud que labora para erradicar la pandemia, a los directores de los hospitales, a los enfermos, sus familias y quienes han fallecido, e hizo un llamado a Nicolás Maduro para que destine los recursos que los hospitales necesitan, para que estos trabajadores no se expongan mientras cumplen sus servicio.
“Quiero pedirle de corazón que no solamente lo haga aquí en el Táchira, sino en todo el país, pero de manera especial aquí”, acoto.
También solicitó la liberación de quienes están detenidos por motivos políticos, especialmente los diputados de la Asamblea Nacional Juan Requesens y Renzo Prieto, y el joven Deivi Jaimes.
“Hagan un gesto de buena voluntad, le hablo al corazón, no le hablo al político, le hablo al hombre que puede tener sentimientos. Hágale ese regalo al Santo Cristo de La Grita, hágale ese regalo a José Gregorio Hernández, hágale ese regalo al Dios de la vida que está en medio de nosotros”, le solicitó Mario Moronta a Nicolás Maduro.