Fuentes del sector aseguran que las malas condiciones del sistema eléctrico en el estado no se superarán rápidamente, por lo que seguirán los racionamientos y las interrupciones intempestivas del servicio
Las constantes interrupciones del servicio eléctrico en Zulia, que ha empeorado en lo que va de 2018, se debe a la falta de mantenimiento durante varios años. El salitre ha causado estragos en las redes de transmisión y las plantas de generación, advirtió Ángel Navas, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Eléctricos. “Las instalaciones están ubicadas en el lago de Maracaibo, donde el salitre oxida todo lo que tenga metal”, explicó.
El representante de Fetraelec recordó el apagón de diciembre de 2017 debido al colapso del cable sumergido en el lago, pero desde marzo pasado los zulianos padecen cuatro y cinco racionamientos diarios de tres y cinco horas de duración porque las plantas de generación están paradas o funcionan al mínimo de su capacidad.
“La electricidad que aporta la central hidroeléctrica Guri (Bolívar) tiene problemas para llegar por las malas condiciones de las líneas de transmisión debido a la corrosión”, indicó Navas. Alertó que lo de Zulia puede repetirse en otras áreas del país porque las instalaciones costeras están invadidas por el salitre como Planta Centro y Tacoa en Carabobo y Vargas.
El sindicalista insistió en que la situación no se resuelve de la noche a la mañana. “Todas las instalaciones eléctricas localizadas cerca de la costa requieren urgentemente un mantenimiento mayor con el cambio y reposición de equipos y piezas importadas que se deben solicitar a los proveedores con meses de anticipación”.
Un informe del Grupo Ricardo Zuloaga señala: “La crisis eléctrica que afecta cada día, con mayor fuerza, a los venezolanos, debido al deterioro progresivo y acelerado de todas las actividades destinadas a la prestación del servicio, es más notoria en Zulia”.
Agrega que los racionamientos sistemáticos deterioran la calidad de vida de los zulianos sin vislumbrarse una salida de la situación a corto plazo. “La condición del sistema eléctrico de la Costa Occidental del Lago es muy precaria y en camino de convertirse en caótica”, dice el texto.
Añade que por la falta de mantenimiento la generación propia está en un nivel inaceptable: de 2.000 megavatios instalados en sus plantas Ramón Laguna, Rafael Urdaneta y Termo Zulia, funcionan 600 MW. La diferencia para cubrir la demanda actual (1.700 MW aunque sigue estando estrangulada) debe importarse a través de 5 líneas del sistema interconectado nacional.
El estudio indica que las 3 líneas de 230 KV están averiadas e indisponibles, funcionan las 2 líneas aéreas de 400 KV que llegan ala Subestación Cuatricentenario, por la cual podrían importarse hasta 900 megavatios. Ese volumen más la generación propia disponible (600 MW) no cubre la demanda zuliana y deja un déficit de electricidad de 200 megavatios o más, lo cual origina racionamientos y bajones de voltaje.
“Existe la amenaza del colapso en las líneas de 400 kilovatios, que cruzan el lago, pues debido al nivel de corrosión que presentan varias torres pueden sucumbir”, revela el informe.
La situación fue comprobada por expertos de la Universidad del Zulia y el Colegio e Ingenieros del estado. Anota que de colapsar alguna de las torres, no habría manera de importar energía suficiente del sistema interconectado nacional y solo estaría disponible la generación propia, que apenas cubre 30% de la demanda de la entidad.
“Aun cuando se pudieran importar 150 MW de Colombia, el suministro de electricidad para los zulianos tendría una condición catastrófica por tiempo indefinido”, advierte el grupo de expertos.
“Está la amenaza de colapso en las líneas de 400 KV que cruzan el lago, pues con el nivel de corrosión que presentan varias torres pueden sucumbir”
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