Todos comenzó en la antigua cancha de tenis de campo que hubo en el barrio El Bolo, en el sector La Plata, de Valera, construida en 1927, donde solían jugar las principales jóvenes de la ciudad, entre ellas, las Bertoni, las Jelambi y las Vetencourt
Elvins Humberto González
elvins2020hotmail.com
El Rostro Femenino del Deporte (1)
Fue el tenis de campo la disciplina que le abrió las puertas al deporte femenino en el estado Trujillo y con el cual se fueron dando a conocer destacadas jóvenes atleta de la época.
Más de cinco años de trabajo, de investigación, de lecturas, de preguntar, indagar, revisar archivos y mucho más, nos dejó como conclusión que la génesis del deporte femenino en la entidad se remonta a los años 20. Todo este tiempo lo empleamos buscando datos y tratando de que fueran los más precisos y exactos; esa tarea la completamos en el año 2015 con el testimonial de don Luis González, experimentado periodista e investigador y, además, cronista de la ciudad por 27 años, quien nos facilitó material fidedigno –incluso algunos datos inéditos – perteneciente a su archivo personal y de la “Chochoteca” para completar y poder culminar este trabajo, por demás bastante extenso.
Se abren las puertas
Como ya hemos dicho, la conclusión a la que llegamos es que fue el tenis de campo la disciplina que le abrió las puertas al deporte femenino y con el cual se fueron dando a conocer destacadas jovencitas de la época de los años 20 que con el tiempo se convirtieron en las primeras figuras y que inician un camino que, con el trascurrir de los años, se fue incrementando y de a poco, se fueron cobijando con grandes éxitos.
Una reseña aparecida en el semanario Paz y Trabajo fechada el 20 de junio de 1927 da fe de lo que aquí plasmamos. “Con aliento cordial y marcado entusiasmo se llevó a efecto el 19 de los corrientes por primera ocasión una actividad deportiva para mujeres. El tenis se ha encargado de que el deporte del “sexo débil” dé su primer paso en esta ciudad de Valera, y al calor de la alegría sana y jocosa, que despierta el deporte en el elemento femenino, bajo la púrpura de la tarde, sonoramente desfilaron por el campo de tenis –en lid gentil– Virginia Febres Jelambi, de ojos negros y sonrisa virginal; Corina Pietteersz, promesa en flor o despertar de aurora; María Isabel Rodríguez, graciosamente primaveral como un cuento de hadas; y Nolita Piettersz, fragante vaso de simpatía espiritual”.
UN DATO
19
De junio de 1927, según dejó plasmado el semanario Paz y Trabajo, fue la fecha en que se dio inicio a la práctica del deporte femenino.
Febres-Piettersz, primogénitas
Según lo indicado en el semanario, la actividad se desarrollaba en las canchas que se habían construido en el barrio El Bolo. Aquella partida se decidió a favor de las distinguidas señoritas de la época: Virginia Febres y Corina Piettersz. «Nota simpática y cordial de este torneo cultural, fueron los finos y valiosos objetos galante y espontáneamente obsequiados por nuestro buen amigo, el coronel Juan Francisco Mancera Márquez, al grupo juvenil de adorables jugadoras, que van tras el “Hada Ilusión”, a la conquista del país de las quimeras y del ensueño… Al mayor realce del brillante acto, contribuyó la ejecución de un selecto programa musical, llevado a efecto por iniciativa del culto obsequiante.”
“Nuestro progresista Magistrado Regional Gral. Amador Uzcátegui G., con la gentileza y cultura que le es característica, y el don social proverbial, ofreció regalar al grupo de encantadoras deportistas el Base-Stop para el tenis; y nuestra primera autoridad civil, Gral. Perfecto Crespo, cumpliendo con una prestigiosa manera de estimular toda iniciativa cultural, a la vez ofreció –para los días jueves de cada semana– una retreta en el campo de tenis, siendo ello objeto de estímulo cordial.”
El ensueño
“El éxito, el ensueño y la quimera eran motivo de gratas complacencias para el distinguido grupo de damas deportistas, y para los cultos y apreciables caballeros, sostenedores de este sport gentil y galante”… (“) Extractos originales tomados del semanario Paz y Trabajo, editado en Trujillo el 20 de junio de 1927 y reproducido en el Tomo II del libro Testimonios del Periodismo Trujillano, de Luis González, Editorial Venezuela, Valera, agosto de 1986).
Club Nigale, primera organización deportiva
Con el pasar del tiempo, cinco años más tarde, 1933, y por la iniciativa de las señoras Margot de Vethencourt y Rosario Salinas de Villamizar, un escogido grupo de muchachas de la urbe logran fundar un club de tenis que distinguieron con el nombre Nigale, con el sano propósito de divertirse y a la vez ejercitarse físicamente, tendencia que el elemento femenino pone hoy en práctica en todo lugar civilizado, convencidas de que el deporte las hace fuertes, las desarrolla, les brinda agilidad y firmeza de líneas. El Nigale se convierte en la primera organización deportiva que se instala en el estado.
“Muy numeroso es ya el grupo de socias que integran el Centro, pudiendo citar entre ellas a las señoritas Baptista, Bertoni, La Corte, La Riva, Blanco, Bazó, Abreu y Febres Jelambi. Por las tardes van en gracioso desfile a ejecutar las prácticas y ya en muchas de ellas se advierten condiciones favorables de destreza y aprovechamiento, lo que hace presumir que en un futuro próximo serán magníficas jugadoras.”
El hecho de que esas muchachas constituyeran aquel grupo deportivo, era factor de triunfo, por la actividad que aportaban. “Nosotros nos congratulamos con este alarde de cultura valerana. Deseamos larga vida al Centro Deportivo y felicitamos al simpático grupo de damas por motivo tan civilizador.”… Publicado en La Voz de Valera, 18 de febrero de 1933, Pág. 9.
DE INTERÉS
1933
Se funda lo que sería la primera organización deportiva con la que contó la región. Fue el Club de Tenis El Nigale.
Prédica feminista
“El tenis, como treta para amansar los ‘oficios del hogar’”. Así escribía una periodista de la época en Valera: “La mujer valerana se va interesando cada día más por el deporte. Ella se ha dado perfecta cuenta de la influencia que en la salud y belleza física su dedicación ejerce, y con entusiasmo, al punto se han organizado en varios clubs deportivos. Uno de ellos –el más numeroso quizá– es el club de tenis Nigale, integrado por un valioso grupo de señoritas de nuestra mejor sociedad y patrocinado por varios caballeros entusiastas. Posee una espaciosa cancha de tenis y todas las tardes con una asiduidad que supone entusiasmo, van a las prácticas. Ya han organizado reñidos partidos en los que han demostrado los adelantos adquiridos, y esto permite augurar progresos crecientes”.
«Era pintoresco verlas desfilar con sus instrumentales –raqueta y bolas– hacia el campo, en busca de un entrenamiento vigoroso que las agilice y les dé destreza”, se puede leer en la nota periodística de 1933. “Es claro, que por ahora si no son profesionales declaradas, un día no lejano llegarán a ser unas completas tenis- woman potenciales.”… La Voz de Valera, Pág. 3, 23 de septiembre de 1933. (Reproducido en el Tomo II de Testimonios del Periodismo Trujillano, Luis González, Valera año 1986).
Totoña y Andrés Eloy Blanco
Un dato de por más curioso y de suma importancia histórica, aconteció con el poeta Andrés Eloy Blanco en la época en que vivió cerca de un año en Valera como confinado político. Todos los domingos se le veía en El Cambómboro, el campo de béisbol donde se fajaban los equipos, Bolívar y el Valera. Junto a su hermano Totoña Blanco, jugó tenis en la primera cancha, armada al final de la avenida 11, frontera con el cerro Caja de Agua, como lo revela esta crónica de La Voz de Valera: “El domingo pasado se llevó a efecto en la cancha de tenis Valera el match de dobles concertados entre este club y el deportivo Nigale. Una nutrida y selecta concurrencia presenció el torneo que tuvo desde sus comienzos el mayor interés, interés que fue aumentado, que no decayó un momento, pues los equipos se disputaron ardorosamente el triunfo”. Por el Valera jugaban Tagliaferro y Curiel; por el Nigale, Blanco y Araujo; habiendo resultado vencedores los primeros. El juego tuvo instantes de verdadera emoción en los finales, pues entre ambas parejas con magnífica destreza ejecutaron un boleo de gran técnica. La concurrencia premió con calurosos aplausos tan ágil labor. Se asegura que la revancha será en breve y desde ahora reina gran animación y entusiasmo entre los deportistas”… La Voz de Valera, Pág. 9, 19 de abril de 1933
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