Roma, 12 abr (EFE).- El portugués Cristiano Ronaldo, delantero del Juventus, está este lunes en el centro de las polémicas en Italia por la furia con la que abandonó el terreno de juego este domingo en el partido liguero ganado contra el Génova, cuando, decepcionado por no marcar, lanzó su camiseta y dio puñetazos en la pared del vestuario antes de regresar a su casa.
Pese a la victoria de su equipo, Cristiano pareció muy tenso. No logró marcar, falló una ocasión clara, acabada con un disparo al poste rematado al fondo de las mallas por el español Álvaro Morata, y salió del campo frustrado.
Su camiseta acabó en el césped del Allianz Stadium, aunque al parecer se la quitó y la lanzó para atender a la petición de un recogepelotas, pero su profunda rabia se liberó en el vestuario.
Así lo asegura el diario italiano «La Gazzetta dello Sport», que informa de que el luso dio puñetazos en la pared del vestuario y se fue a su casa sin hablar con el resto de sus compañeros.
También durante el partido se le vio fastidiado, criticando algunas jugadas de sus compañeros, pese a la victoria relativamente cómoda de su equipo.
Unas reacciones que alimentaron aún más las especulaciones sobre el futuro de Cristiano, quien podría decidir salir del Juventus el próximo verano pese a tener contrato hasta el 30 de junio de 2022.
Y es que la presente temporada ha sido posiblemente la más difícil para CR7. Acostumbrado a pelear por ganarlo todo, y en muchos casos a lograrlo, este año le ha dado pocas satisfacciones.
Acabó eliminado de la Liga de Campeones en octavos de final, por segundo año consecutivo, sin poder marcar en la fase de eliminación directa y su Juventus vio desvanecer sus opciones de ganar al menos el título liguero tras nueve años de éxitos.
Los de Andrea Pirlo son terceros, a doce puntos del líder Inter de Milán y su principal objetivo es acabar entre los primeros cuatro para clasificarse parra la próxima Liga de Campeones.
La quinta plaza del Nápoles, que le enviaría a la Liga Europa y supondría un fracaso económico y deportivo, está a tan solo tres puntos y en la próxima jornada el Juventus visita al exigente Atalanta.
El triunfo logrado en la Supercopa italiana y la final de la Copa Italia prevista en mayo ante el Atalanta no son suficientes para satisfacer el hambre de éxito de Cristiano.
Eso sí, es el máximo artillero de la Serie A italiana con 25 goles, cuatro más que el belga Romelu Lukaku, delantero del Inter de Milán.
Acabar el duelo ante el modesto Génova sin ver puerta disparó su nerviosismo y provocó una reacción que no pasó desapercibida en la prensa italiana, aunque el técnico Andrea Pirlo no tardó en pedir calma.
«Estaba enfadado porque no logró marcar, es normal que uno como él siempre quiera mejorar. Los campeones siempre deben tener objetivos de equipo y personales. Hoy pudo marcar, no lo logró, es normal que un campeón siempre quiere marcar y esa reacción es posible», dijo en la rueda de prensa posterior al partido.
«No creo que le multaremos, estaba enfadado, pero el partido había acabado y es normal que uno pueda tener nerviosismo, no creo que será multado», concluyó.
Según los medios italianos, Cristiano está dispuesto a quedarse en el Juventus solo si el club le garantiza un proyecto deportivo a su altura, con fichajes de primer nivel para competir hasta el final para todos los trofeos.
Sin embargo, los resultados negativos de esta temporada, unidos a la crisis generada por la pandemia del coronavirus, impiden en este momento al Juventus realizar gastos millonarios.
En las últimas semanas, en Italia también se especuló sobre el futuro del argentino Paulo Dybala, quien, como Cristiano, tiene contrato en vigor hasta 2022.
Andrea Montolivo