En el marco del Día de la Mujer, dos especialistas en el área de la psicología manifestaron que las féminas que habitan en el territorio del tricolor y las ocho estrellas son unas guerreras de 20 puntos que día tras día sortean las duras condiciones socioeconómicas de la nación
Las venezolanas por muchos años fueron y siguen siendo sinónimo de belleza, estereotipo ganado básicamente con los concursos de belleza y el aval de siete títulos del Miss Universo. Pero más allá de lo estético, la actual situación política ha puesto de relieve otros aspectos de forma progresiva en los últimos años.
En medio del panorama que atraviesa la nación se ha descubierto a la madre luchadora que día tras día hace hasta lo imposible para alimentar a sus hijos, a la abuela que se mantiene digna ante la adversidad, la hija que saca fuerzas para emprender un peregrinar en tierras lejanas en busca de una oportunidad para ayudar a su familia, y hasta las valientes que en distintos lugares del país y en otros momentos se han enfrentado a una tanqueta militar.
Hoy que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, dos profesionales del área social y la sicología, residentes de la región, exponen a través de nuestras páginas el reto al que se enfrentan las mujeres venezolanas, además de algunas recomendaciones para sortear las dificultades.
“Un país en retroceso”
Yosmar Fernández, psicólogo y periodista, manifestó que la situación económica que atraviesa la nación afecta principalmente a las mujeres por ser quienes asumen el rol protagónico o rectoral dentro del hogar, “sobre todo en un país donde la realidad social hace que las familias se desintegren y genere más hogares disfuncionales con mujeres que son madres y padres a la vez”.
La especialista indicó que aunque existe un nivel de estrés en toda la población, la mujer es la que lleva la peor parte, a consecuencia de la búsqueda de alimentos todos los días, “esto representa un atraso significativo en el país, la ciencia de la psicología nos dice que las necesidades básicas del ser humano deben ser satisfechas para poder avanzar en alcanzar nuevas necesidades superiores, por ejemplo a nivel profesional y laboral. Nos estamos quedando en el primer escalón de la pirámide de Maslow”.
Fernández acotó que a nivel psicológico se está generando una sociedad donde el núcleo familiar de los hogares venezolanos, y los ciudadanos en general, tienen menor capacidad para desarrollarse como seres humanos, “estamos hablando de personas que siempre están en un estado de alerta, mal humor porque tienen menor capacidad para conseguir satisfacción a nivel de entrenamiento, aprendizaje o cultura”.
La psicóloga alertó que lo anterior trae como consecuencia muchos trastornos de estrés en las féminas, “estamos viendo en nuestros consultores a muchas mujeres con trastornos fuertes de estrés generalizado y ansiedad, lo que consume a nivel de salud integral a la persona. Resultados: un país en retroceso”.
Compartió que los estados de estrés generalizados llevan a las mujeres afectadas a envejecer de forma prematura, desarrollar problemas para dormir, alimentarse menos en procura de sus hijos y por ende registrar pérdida de peso.
Renovar el estado de ánimo
Para sortear los estados de estrés Fernández recomendó cuidar los pensamientos que se están teniendo, “sé que es difícil hacerlo pero se debe tratar de enfocar los pensamientos en positivo”. Orientó aprender alguna técnica de meditación para relajarse y conciliar el sueño y evitar participar en conversaciones negativas.
“Las redes sociales pueden ser dañinas o positivas, de acuerdo al uso, hay personas que alcanza altos grados de estrés porque comparan sus vidas con otras personas a través del Facebook, por ejemplo, ¿si aquel se comió esto por qué yo no puedo?, y resulta que la gente acostumbra a publicar en las redes lo mejorcito que les ha pasado en un momento, aún cuando la están pasando mal”, destacó.
Como alternativa a las limitaciones económicas, Fernández instó a las mujeres a centrarse en las cosas con las que se cuenta para propiciar espacios de compartir en familia, “renovar los estados de ánimo, hay muchas cosas en la naturaleza que podemos aprovechar, la visita a una montaña, a un río, sentarse a la sombra de un árbol a sentir la brisa. Hacer algo diferente que les permita salir del estado cotidiano”.
Aunque reconoció que la providencia divina no está directamente relacionada con los preceptos teóricos de su especialidad, recomendó tener fe en que las cosas van a mejorar, “tener mucha fe y esperanza de que las cosas en algún momento tienen que cambiar para el provecho de todos los venezolanos, eso es algo que no podemos perder nunca”.
Guerreras en medio de la crisis
Para la sicólogo Adriana Sosa la crisis que impera en el país golpea principalmente a las féminas como pilares de familia, “la crisis hace que eso rol que la mujer desempeña se vea afectado tanto a nivel social, personal y emocionalmente”. Destacó que la falta de alimentos y medicamentos para los hijos es una responsabilidad que recae principalmente sobre los hombros de las mujeres.
Sosa indicó que la situación ha conducido a que el papel de la mujer en familia y su esencia en la sociedad se deterioren, “las mujeres que viven en el territorio nacional enfrentan un reto diario de supervivencia, pero por esas mismas condiciones las mujeres venezolanas son vistas en el mundo, en los últimos años, como guerreras”.
La experta en el área de la psicología social apuntó que la principal consecuencia de la problemática repercute de forma directa en el deterioro de las familias venezolanas, “la mujer en el mundo ha venido evolucionando pero en Venezuela vemos un retroceso de la sociedad en general, donde las mujeres son las más afectadas, y como pilares fundamentales de la sociedad vemos los núcleos familiares tambalearse”.
Apoyo familiar
“Es medio de situaciones difíciles es recomendable buscar apoyo en la familia para poder equilibrar los estados de ánimo, propiciar espacios de encuentro con los seres queridos, actividades para motivarnos, buscar las formas de concientizarnos, tener pensamientos positivos y nunca perder la fe de que las cosas pueden mejorar, recomendó.
“Definitivamente para las mujeres, sobre todo para las madres, es un reto vivir en Venezuela, las cuentas no nos cuadran ni siquiera para cubrir las necesidades básicas”, Fernández.
“Más que celebrar el día de la mujer, es un día para reconocer y solidarizarnos con la figura femenina en Venezuela por el alto precio que están pagando y por desempeñarse como todas unas guerreras en medio de la crisis”, Sosa.