Según el diputado a la Asamblea Nacional, Franlyn Duarte, los grupos irregulares, sobre todo la guerrilla, se lleva jóvenes para no devolverlos
Después del secuestro de tres estudiantes de la Universidad Católica del Táchira -Ucat- ocurrido la madrugada del pasado viernes en la ciudad de San Cristóbal, se puso de manifiesto la presencia constante de secuestros o reclutamientos de jóvenes en municipios de frontera.
La desaparición de ciudadanos entre 20 y 30 años pone en alerta a las familias, quienes no hacen escándalo a través de los medios de comunicación, sino que formalizan su denuncia en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas -Cicpc-, y acceden ante los captores a entregar utencilios como botas de caucho.
Tal es el caso de Kelvin José Useche, de 24 años de edad, quien desapareció hace 28 meses cuando fue a hacer una diligencia por el terminal de pasajeros de San Cristóbal. Sus familiares formalizaron la denuncia ante el Cicpc y hasta la fecha no tienen respuesta, aunque tuvieron contacto en dos oportunidades con los secuestradores.
Su mamá, Noris Pérez, indicó que en las dos llamadas los captores le solicitaron botas de caucho, las cuales debían dejarlas en un sitio específico en la vía que conduce a Rubio, municipio Junín de la frontera tachirense. No le dieron fe de vida, alegando que en la zona donde lo tenían no contaban con cobertura. Después de entregar lo acordado, no volvieron a tener comunicación.
Indicó que el joven tiene una niña de 3 años de edad, y en aquel momento trabajaba con su padre vendiendo comida frente al Hospital Central de San Cristóbal.
«Cicpc, Conas y Fiscalía también llevan el caso, ya ha pasado mucho tiempo, llevan otros casos y el de mi hijo se va quedando en el olvido. Yo estaré pendiente, la idea es dar con mi hijo, tiene una niña y su esposa, cuando desapareció la bebé tenía nueve meses», expresó.
«Son reclutamientos»
El diputado a la Asamblea Nacional por la frontera del Táchira, Franklyn Duarte, quien ha sido el encargado de investigar estos casos y presentarlos ante la Comisión de Seguridad y Defensa de la Asamblea Nacional, manifestó que en la entidad durante los últimos años no ocurren secuestros, sino «reclutamientos».
Destacó que más allá de los 48 secuestrados que se mantienen desde hace al menos 10 años, de los cuales desconoce qué ocurrió con ellos porque las autoridades no dan información, el nuevo modus operandi de los grupos irregulares es llevarse a los jóvenes, para no devolverlos.
«No hay secuestro express, hay secuestros como el que ocurrió hace 28 meses con el muchacho del Hospital Central que puede ser reclutamiento, en la frontera están reclutando jóvenes los cuerpos irregulares, específicamente la guerrilla», explicó.
Precisó que de los reclutamientos no tiene una cifra de cuántos han ocurrido, porque se registran en los municipios Rafael Urdaneta, Bolívar, Pedro María Ureña y Junín, donde hay presencia guerrillera, y los familiares evitan denunciar por temor a represalias.
Según Duarte, los últimos reclutamientos que se han llevado a cabo en San Antonio del Táchira son a jóvenes que llegan de otros estados de Venezuela a trabajar en la frontera. «Los reclutan, se los llevan y ni sus familias saben dónde están, pero denuncias oficiales no hay, uno se entera por los caminos verdes», agregó.
Indicó que desde la Asamblea Nacional han solicitado formalmente a los organismos de seguridad entregar información al respecto y no han obtenido respuesta, al igual que ocurrió con los tres estudiantes de la Ucat, hecho del que no hubo mayor aporte informativo de los organismos oficiales.