Roma, 9 oct (EFE).- El director del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, afirmó que la concesión del Nobel de la Paz a este organismo de Naciones Unidas, con sede en Roma, «ha centrado la atención mundial en las personas que tienen el derecho a vivir en paz y sin hambre».
La agencia de la ONU merece el galardón «por sus esfuerzos para combatir el hambre, por su contribución a mejorar las condiciones de paz en las zonas afectadas por conflictos y por actuar como motor de los esfuerzos para prevenir el uso del hambre como arma de guerra y conflicto», dijo el Comité Nobel.
En una nota, el estadounidense Beasley explicó que este galardón «es un reconocimiento conmovedor al trabajo del personal del PMA que arriesga su vida todos los días para llevar alimentos y asistencia a cerca de 100 millones de niños, mujeres y hombres hambrientos de todo el mundo. Personas cuyas vidas a menudo se ven brutalmente destrozadas por la inestabilidad, la inseguridad y los conflictos».
Argumentó que «cada uno de los 690 millones de personas que padecen hambre en el mundo de hoy tiene derecho a vivir en paz y sin hambre».
Y hoy «el comité del Nobel noruego ha centrado la atención mundial en ellos y en las devastadoras consecuencias de los conflictos».
«El cambio climático y las presiones económicas han agravado aún más su difícil situación. Y ahora, una pandemia global con su impacto brutal en las economías y comunidades está empujando a millones más al borde de la inanición», agregó.
Para el director de este organismo de la ONU, dedicado, entre otras cosas, a llevar alimentos a las zonas más necesitadas del planeta, «el premio Nobel de la Paz no es solo del PMA» pues se trabaja «en estrecha colaboración con gobiernos, organizaciones y socios del sector privado cuya pasión por ayudar a los hambrientos y vulnerables es igual a la nuestra».
«No podríamos ayudar a nadie sin ellos. Somos una agencia operativa y el trabajo diario de nuestro personal está impulsado por nuestros valores fundamentales de integridad, humanidad e inclusión», agregó.
Beasley señaló que «donde hay conflictos, hay hambre. Y donde hay hambre, a menudo hay conflictos».
El premio de hoy, aseveró, «es un recordatorio de que la seguridad alimentaria, la paz y la estabilidad van juntas. Sin paz no podemos lograr nuestro objetivo global de hambre cero y, mientras haya hambre, nunca tendremos un mundo en paz».
A la hora de conceder el premio, el comité del Nobel explicó que esta agencia de la ONU lo merece «por sus esfuerzos para combatir el hambre, por su contribución a mejorar las condiciones de paz en las zonas afectadas por conflictos y por actuar como motor de los esfuerzos para prevenir el uso del hambre como arma de guerra y conflicto».
Y agregó que con esta concesión «desea volver los ojos del mundo hacia los millones de personas que padecen o enfrentan la amenaza del hambre».
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) es la organización humanitaria más grande del mundo que se ocupa del hambre y promueve la seguridad alimentaria y en 2019 brindó asistencia a cerca de 100 millones de personas en 88 países, recordó la entidad noruega.