Tokio, 11 oct (EFE).- El nuevo primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha dado marcha atrás en su discurso sobre impulsar un «nuevo capitalismo», después de que la Bolsa de Tokio encadenara pérdidas en reacción a sus ideas para aumentar la presión fiscal sobre empresas y particulares.
Desde que lanzó su campaña para suceder al ex primer ministro Yoshihide Suga al frente del partido gobernante y del Ejecutivo, Kishida ha afirmado que su prioridad en política económica será «lograr un nuevo capitalismo» basado en una distribución de la riqueza más equitativa.
El nuevo líder del Gobierno nipón, investido formalmente para el cargo el pasado lunes, habló de algunas medidas concretas para lograr ese objetivo, como crear incentivos para que las empresas dediquen sus beneficios a subir sueldos de empleados más que a dividendos, o incrementar los impuestos sobre las ganancias de capital.
La Bolsa de Tokio reaccionó a esas medidas con sucesivas caídas en su principal indicador, el Nikkei, que se prolongaron durante 8 días hasta el pasado jueves, y en las que el índice referencial se dejó más de 2.500 puntos, situando al selectivo bajo la barrera psicológica de los 28.000 enteros.
Kishida ha tratado de tranquilizar a los inversores afirmando este lunes que su prioridad máxima es «el crecimiento económico», acompañado de una distribución más equitativa.
«No se trata de crecimiento o distribución, sino de crecimiento y distribución al mismo tiempo», dijo el primer ministro en una intervención parlamentaria ante preguntas de la oposición.
Kishida también afirmó que sus planeadas subidas fiscales «no se aplicarán de forma inmediata» y dijo que ha habido «malentendidos» sobre sus políticas económicas que «han podido causar un impacto en los mercados», en una entrevista concedida a la televisión japonesa TV Fuji en la víspera.
Estas palabras del nuevo primer ministro fueron bien acogidas en la Bolsa de Tokio, donde el Nikkei cerró hoy con un avance del 1,6 % atribuido por los analistas sobre todo a los matices en el discurso de Kishida.
El primer ministro nipón afrontará unas elecciones generales a finales de mes, en las que salvo sorpresa mayúscula la formación gobernante, el Partido Liberal Democrático (PLD), conservará su mayoría parlamentaria.
Kishida ha señalado que continuará con la estrategia económica conocida como «Abenomics» y vigente desde 2013, basada en una amplia inversión pública y estímulos monetarios, aunque ha prometido reformas para mitigar el incremento de las desigualdades que se viene observando en la sociedad japonesa en los últimos años.