El periodismo independiente en agonía constante | Por: José Rojas

 

La precaria autosostenibilidad y los bloqueos económicos siguen imponiendo obstáculos al periodismo independiente. Su subsistencia como medio de comunicación choca con desafíos que trastocan su desarrollo exitoso.  Realizar un trabajo profesional e independiente sin ataduras y sin representar a órganos de poder económico desemboca en el desborde y en la crisis económica.

No solo son los obstáculos creados  por diferentes gobiernos sino que la disminución de ingresos para ejecutar proyectos genera dificultades para crear contenido relevante. En esta situación influye la suspensión  y la eliminación de muchos programas de ayuda internacional de EUA. De hecho, la orden ejecutiva del presidente Trump afectó a muchos medios digitales que recibían apoyo.

¿Barreras y amenazas?

La necesidad de infraestructura tecnológica, amenazas a la libertad de expresión, la censura, la autocensura y la violencia son situaciones que cada día enfrentan los periodistas críticos que realizan trabajo de profundidad e investigación.

Si bien los espacios alternativos de comunicación son parte de una proliferación de medios digitales que obligaron a los tradicionales a adaptarse o desaparecer, siempre hay limitantes debido a que realizan su trabajo objetivo. Sin embargo, la falta de equipos sofisticados de alta progresión, como los que utiliza la prensa tradicional, impacta negativamente.

La producción de contenido informativo, entretenido, para la audiencia requiere recursos humanos y técnicos especializados con precio alto.

Además de ello, la inversión en equipos y sistemas de comunicación para la producción y distribución de contenido es esencial, pero su adquisición es de alto costo, especialmente para medios locales y comunitarios.

Algunas audiencias se ven limitadas por una brecha digital a consecuencia  del acceso a internet y a tecnologías digitales en ciertas zonas rurales y de escasos recursos del país. Esta situación dificulta la llegada del medio a todo el público.

Periodismo alternativo en crisis

Una indefensión total se apodera de los medios alternativos. Ya que existe una fuerte tendencia de quienes detentan el poder político a orquestar  campañas contra los pocos medios  independientes. Acompañadas de violencia  física,  psicológica, agresiones, amenazas  contra periodistas, creando un clima de temor  e inseguridad que afecta la calidad del periodismo y la libertad de expresión, especialmente de quienes no tienen esa clase de protección.

Los ataques de funcionarios, la corrupción y la impunidad de los crímenes contra periodistas alimentan un círculo de violencia y autocensura. Se trata de factores que impactan negativamente en las personas que ejercen esta profesión y en los medios críticos.

El periodismo independiente latinoamericano en gran medida depende de su capacidad para superar los desafíos económicos y técnicos, además de sobrevivir a amenazas contra la libertad de expresión, acostumbrarse a un ambiente mediático cambiante y garantizar, a la vez, la calidad y relevancia de su contenido

Muchas investigaciones se detienen debido a presiones, falta de acceso a información oficial y fuentes independientes. Esto provoca que el periodismo investigativo escasee y que, en la mayoría de los casos, se enfoque en temas no controvertidos.

Obstrucción

Algunos medios latinos, se vieron obligados a cancelar su programación periodística y a parar labores. Esta situación muestra la vulnerabilidad de los medios ante intereses políticos y decisiones de la cooperación internacional, especialmente en EUA.

Otros factores son la vinculación de partidos políticos que ejercen influencia sobre medios, limitando la diversidad de voces. La falta de acceso a archivos gubernamentales es un obstáculo adicional para el ejercicio periodístico.   La polarización política también afecta a los medios, generando divisiones y dificultando la objetividad.

En resumen, los pocos medios informativos que aun siguen en pie, luchan por sobrevivir en un entorno marcado por la precariedad económica, falta de logística y personal limitado para desarrollar sus funciones informativas. Por último  el precario salario de los periodistas es irrisorio a las horas extenuantes de labores y muchos de ellos costean de su propio bolsillo el transporte y herramientas de trabajo.

 

 

 

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