EL PARADIGMA CRISTIANO Y EL CAPITAL SOCIAL (PARTE II) I Por: José Gregorio Delgado Herrera

Trabajos y Propuesta

En relación al último comentario, que anotamos en nuestra entrega anterior Parte I: Encontramos un vacío, en relación al aspecto ético espiritual-religioso, que debería considerarse en las futuras conversaciones, para orientar la trascendencia del capital social y del nuevo paradigma que lo sustenta.

Nos permitimos, dar nuestro aporte, a estos efectos se presentan los trabajos y la propuesta en esta segunda entrega, como contribución a las conversaciones futuras.

El punto de partida, está en los antecedentes y las consideraciones derivadas de los dos trabajos “desempolvados”.

Al considerar como positivos, los elementos contenidos en los artículos enviados. Se activan la memoria y la relación, con dos trabajos, que, en cierta forma estaban preanunciados, en la propuesta reciente, publicada en el Diario de Los Andes, titulada “Toponimía referencial”, en el contexto religioso y administrativo local, para destacar las parroquias y los vecinos organizados.

El punto de partida, es un paradigma cristiano, que se proyecta en el compromiso propio de una comunidad municipal, con énfasis en la figura de la parroquia, para una formación cristiana, y al mismo tiempo, un modelo de gestión que incide en las decisiones y acciones de los vecinos y las comunidades.

El punto de llegada, es un desarrollo progresivo de “parroquias modelos”, inspiradas en el proceso de beatificación del Dr. José Gregorio Hernández Cisneros.

En consecuencia, intentemos responder a un elemento conceptual, ¿Qué es el paradigma cristiano? Solo como referencia, para la debida conversación, una respuesta inicial, aunque, se puede complementar con los denominados valores del Reino de Dios, enunciados en el Nuevo Testamento.

La noción de paradigma, está relacionada con un modelo, un marco de referencia, una teoría o percepción; indica el modo en que “vemos” el mundo, no a partir del sentido de la vista, sino, como interpretación, comprensión o percepción de lo que nos rodea, desde nuestra capacidad de pensar, razonar y sentir los acontecimientos, las cosas y los sujetos alrededor.

En relación a lo cristiano, se pueden establecer dos perspectivas: todo lo que se refiere a la persona y la vida de Cristo Jesús, conforme a los contenidos de la Biblia. Y la noción del seguidor o discípulo de Cristo Jesús, conforme las referencias de la predicación del cristianismo.
a.- Persona y Vida. Jesucristo es una persona concreta, verdadero Dios y verdadero hombre, que viene a cumplir en la tierra la misión de la Redención de la humanidad, mediante su muerte en la cruz y su resurrección. Es el Hijo de Dios, que, trae un mensaje con su vida y sus palabras, para mostrarnos la cercanía de Dios, que se manifiesta como Dios-amor, el DiosPadre y se quiere unir y relacionar con el hombre, desde su corazón, mediante la ley del amor, para su conversión y salvación, mediante la acción del Espíritu Santo. Es el Dios único, que se manifiesta en tres personas, según el dogma de fe trinitario.
Jesucristo, se manifiesta mediante obras milagrosas, para mostrar la presencia del Reino de Dios entre nosotros, está con nosotros, y llama a la conversión del corazón y el arrepentimiento de los pecados, para actuar conforme a su Palabra, siguiendo su ejemplo y la Buena Noticia (Evangelio)
Es una restauración de la relación con Dios y con los hombres, según el doble mandamiento del amor, siguiendo las bienaventuranzas. Establece la Iglesia, como una comunidad de creyentes, para el servicio entre los hermanos y la misión de evangelizar a todo el mundo y a todas las gentes.
En el contexto de la Evangelización, la Iglesia sustentada en Pedro, el apóstol y el resto de los “amigos de Jesús”, se extiende por el mundo conocido, y se hace universal (católica) para determinar un modelo de cultura católica, que se desarrolla con el correr de los siglos.
El mensaje llega a América, mediante el encuentro y la evangelización del Nuevo Mundo, en un mestizaje cultural, una inculturación, con predominio de la religión y la cultura católica, a partir de la fe en Cristo, y según los aportes de Santo Tomás de Aquino, que establece la integración entre razón y fe, naturaleza y gracia, como orientación de la Cristiandad.
b.- Seguidores. Los fieles o creyentes cristianos, entran a formar parte de la Iglesia, la Familia de Dios mediante el Bautismo, hay una exigencia de cambio de vida y testimonio para seguir divulgando la Buena Noticia, el Evangelio, Entre los seguidores, se diferencian los apóstoles (hoy sus sucesores en el papa, los obispos, sacerdotes y religiosos) y los discípulos (fieles laicos, testigos del Cristo resucitado)
El espacio o comunidad de confluencia para los cristianos es la Iglesia, entendida como institución y como misterio de fe, una comunidad de creyentes que está en medio del mundo, con sus estructuras territoriales y sus servicios eclesiales, en el contexto de una misión sustentada en la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, con el deber de preservar el tesoro de la fe y llevar el mensaje cristiano a toda la humanidad. Hay una Iglesia Universal e Iglesia Locales, unidas por la fe, en un solo cuerpo. Y se establecen las parroquias, como el espacio comunitario de servicios y de evangelización y vida sacramental.

Dos trabajos referenciales

Con estas orientaciones, recuperamos los aportes de dos trabajos, que dan cuenta de los contenidos de la alternativa cristiana y la ejecución de un proyecto pastoral, orientado a la gestión de una parroquia concreta.
Con referencias muy parecidas, a partir de los elementos cristianos. Compatibles con los aportes señalados, para el capital social y un nuevo paradigma, según los artículos recibidos. Pero, con una identidad cristiana propia y diferente de las opciones presentadas.

A partir de estos contenidos generales, a los efectos del presente material, destacamos y seleccionamos, dos aspectos: 1.- La alternativa como vivencia y presencia en la sociedad; 2.- Las nociones del Comunitarismo Cristiano, que sirven de marco a la alternativa señalada.

En fecha reciente, se elabora un material que actualiza algunos aspectos del compromiso ciudadano y cristiano desde la Comunidad Municipal, aunque, se tiene presente un aporte previo, en correspondencia con el Compromiso Cristiano.

1.- La alternativa como vivencia

La noción vivencial de la Alternativa Cristiana, se encuentra enmarcada por el Comunitarismo Cristiano, el cual constituye una utopía cristiana identificada con el Reino de Dios, que toma aportes de la realidad social y eclesial, para combinarlos con valores evangélicos y trasmitir una experiencia de fe que se manifiesta como una praxis de liberación integral de la humanidad.

A partir de la noción vivencial de la Alternativa Cristiana, se pueden establecer cuatro observaciones o requisitos para que se haga efectiva esta propuesta:

Las cuatro observaciones o requisitos anotados, se entrelazan y se relacionan, para justificar la Alternativa Cristiana, en los contenidos del Comunitarismo Cristiano, marco referencial de esta alternativa diferente, promovida y ejecutada desde todos los miembros de la Iglesia.

 

2.- Las nociones del Comunitarismo Cristiano

En atención a todos los contenidos y los aspectos que se han enunciado sobre el paradigma cristiano, resulta muy difícil la delimitación de una noción única sobre el Comunitarismo Cristiano, de allí que, se toma la decisión de presentar tres nociones, que se complementan, aunque, no se descarta que a partir de estas consideraciones en el futuro inmediato se establezca una noción integral.

Las nociones en referencia, toman en cuenta algunos de los fundamentos y los contenidos asignados al Comunitarismo Cristiano, y se presentan en forma resumida desde tres perspectivas:

 

2.1.- Una tendencia de la Iglesia

El Comunitarismo Cristiano, entendido como una tendencia de la Iglesia Católica, toma en cuenta y se desarrolla a partir de la persona humana, reconocida como un ser social, dotado de dignidad humana y de trascendencia espiritual.

Considera que, esta naturaleza social de la persona humana, le obliga a enraizarse o encarnarse, en un entorno sociopolítico, que debe ser transformado por la fuerza espiritual, que, brota del Evangelio y del testimonio personal y comunitario de cada cristiano, atendiendo a su COMPROMISO de VIVIR EN COMUNIDAD, conforme a la vocación trascendente que le ha sido revelada, a partir del Evangelio, por la reflexión personal o la predicación compartida en la Iglesia.

2.2.- Una invitación a los cristianos

El Comunitarismo Cristiano, entendido como una invitación, dirigida preferencialmente, a los cristianos; para que hagan una OPCIÓN DE VIDA, fundamentada en la persona y el mensaje de Jesús de Nazaret y que se manifiesta en la adhesión a una comunidad cristiana.

Se plantea que realizada la invitación y hecha la selección correspondiente, en forma libre y autónoma, cada cristiano debe llevar a la práctica una VIVENCIA COMUNITARIA, conforme a las oportunidades y modalidades pastorales existentes, a fin de que, manifieste su aceptación personal y la fidelidad a su vocación, en el contexto de la misión encomendada por Cristo a su Iglesia, mediante el TESTIMONIO DE VIDA y la PREDICACION o el APOSTOLADO conforme al Evangelio, para generar un PROCESO TRANSFORMADOR, en la Iglesia, en su familia, en la comunidad vecinal, en su ambiente de trabajo o ejercicio profesional, a partir del anuncio y la vivencia de la Palabra de Dios.

 

2.3.- Una opción cristiana

El Comunitarismo Cristiano, entendido como una opción cristiana orientada al sentido de la comunidad, en correspondencia con el COMPROMISO BAUTISMAL y una PROPUESTA de la Iglesia Post-conciliar, que se manifiesta en deseos individuales y acciones colectivas, relacionados con una renovación eclesial, bajo la inspiración del Espíritu Santo.

Considera que esta opción, es una forma de PARTICIPACIÓN de todos los miembros de la Iglesia, que, les permite fortalecer su COMUNIÓN y su IDENTIDAD CRISTIANA, conforme a la vocación de cada uno y sus circunstancias.
A los pastores (obispos y sacerdotes) y los religiosos, les permite desarrollar una actitud de SERVICIO, dentro y fuera de la Iglesia, y entre los fieles, logra desarrollar un COMPROMISO en la promoción y la acción del laicado. Ambos sectores eclesiales, dan fuerza y contenido a la necesaria RENOVACIÓN ECLESIAL y en la PRESENCIA de la IGLESIA en el mundo en todos los sectores, conforme a las relaciones legítimas que tiene con su entorno.

En la propuesta inicial, se insiste en los “grupos comunitarios” a los efectos de la alternativa Cristiana, pero, actualizando a partir de la Encíclica Christifideles Laici (Laicos en la Iglesia y en el Mundo), hay múltiples formas agregativas de participación: asociaciones, grupos, comunidades, movimientos. (Numero 29) publicada por el papa Juan Pablo II, 30/12/1988.

Un elemento relativamente reciente, intenta identificar el cristianismo con la experiencia histórica de la denominada “Revolución del Amor”, a partir de la experiencia de los primeros cristianos y los acontecimientos que caracterizan la historia de la Iglesia y el desarrollo del papado en cada época, desde la fecha de la predicación, pasión, muerte y resurrección de Cristo, según los testimonios de los libros del Nuevo Testamento.

Hasta la Iglesia contemporánea y post-conciliar, con una presencia significativa en el mundo y depositaria del mensaje cristiano, tomando en consideración un aspecto destacado en los materiales recibidos, es la referencia al amor y la simbología del corazón que lo representa, son temas recurrentes en la Biblia.
Igualmente, al considerar la preocupación de la Iglesia y de los papas, por la “cuestión social”, surge como una herramienta propia para el mensaje eclesial y las propuestas la noción de la Doctrina o Enseñanza Social de la Iglesia, así como, también la referencia a la “Civilización del Amor” y la “Nueva Evangelización” de sumo interés para la experiencia católica-cristiana en América Latina.

En consecuencia, si se establece la propuesta transformadora de la sociedad, mediante la Teoría del Capital Social o la necesidad de desarrollar un cambio en los paradigmas existentes, en cada país o el continente Americano, se podría ver la Iglesia y los cristianos como potenciales aliados, para el desarrollo de las propuestas en mesa.

En el entendido de una posible actualización, se acoge la propuesta presentada recientemente, en el contexto de la CULTURA DEMOCRATICA, a partir de un modo de vivir la realidad en todos los ambientes o espacios de convivencia, Y en el reconocimiento de un conjunto de características o elementos, que se presentan como pasos para superar los objetivos transformadores y una práctica de la transcendencia, según los criterios para el seguimiento de Jesús y los elementos de una estructura dinámica de inspiración cristiana.

A continuación, una obra de obligada lectura para orientar el quehacer propio del Comunitarismo, la enumeración de los elementos, tomando la propuesta elaborada por Pedro Trigo Sj, que se destaca como humanizadora:

Esta obra, puede servir, es una referencia para anotar elementos prácticos asociados a la visión de la democracia, uno de los aspectos que se indican en los elementos fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia, que el padre Trigo prefiere identificar con la Enseñanza social de la Iglesia-

Lo incluimos porque mantiene es un contexto organizativo la referencia comunitaria, desde una perspectiva local asociada a las comunidades inspiradas en el quehacer cristiano, que lo destaca como el reflejo del seguimiento de cristo en el mundo de hoy.

En este sentido, es oportuno recordar que en la estructura territorial local, que establece la Iglesia católica, se destacan las parroquias, entendidas a partir de los documentos conciliares y episcopales de América Latina y el Caribe, como la expresión organizada de una “comunidad de comunidades” y se insiste en los documentos en la referencia a la comunidad parroquial.

*Abogado católico y activista de Derechos Humanos

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