Ciudad del Vaticano, 6 jun (EFE).- El papa Francisco pidió hoy a religiosos y políticos que colaboren en Canadá para esclarecer lo ocurrido en el reciente hallazgo de una fosa común con restos de 200 niños indígenas en un antiguo internado de la Iglesia Católica en la provincia canadiense de Columbia Británica (oeste del país).
«Me uno a los obispos canadienses y a toda la Iglesia católica en Canadá para expresar mi cercanía al pueblo canadiense traumatizado por la chocante noticia. El hallazgo incrementa la conciencia del dolor y del sufrimiento del pasado. Que las autoridades políticas y religiosas de Canadá sigan colaborando con determinación para aportar luz sobre ese triste suceso y se comprometan con humildad a recorrer un camino de reconciliación y sanación», dijo el pontífice, tras el rezo del Ángelus.
«Estos momentos difíciles son un fuerte llamamiento para todos nosotros, para alejarnos del modelo colonizador, también de las colonizaciones ideológicas de hoy, y para que caminemos juntos en el diálogo, el respeto recíproco, en el reconocimiento del derechos y el valor cultural de todos los hijos e hijas de Canadá», añadió.
Los restos se hallaron en la antigua residencia escolar Kamloops, que fue administrada por la Iglesia Católica entre finales del siglo XIX y los años 60 del siglo pasado, como parte de un sistema en el que más de 150.000 niños indígenas fueron educados por el Gobierno canadiense o instituciones eclesiásticas entre 1831 y 1996.
En 2015, la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá determinó que muchos niños de comunidades indígenas fueron víctimas de abusos físicos y sexuales, lo que causó además la muerte de al menos 4.000 de ellos por enfermedades, negligencia, malnutrición, accidentes o maltrato en esos internados.
Expertos en derechos humanos de Naciones Unidas reclamaron el pasado 4 de junio a Canadá y el Vaticano que investiguen lo sucedido, mientras que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, exigió ese mismo día disculpas a la Iglesia Católica y al papa Francisco por los abusos sufridos por niños indígenas en internados de su país.