Ciudad del Vaticano, 23 ene (EFE).- El papa Francisco encomió hoy la beatificación de dos sacerdotes y dos laicos en El Salvador, asesinados en la guerra civil (1980-1992), y pidió que su «heroico ejemplo» suscite fraternidad y paz.
«Estuvieron al lado de los pobres testimoniando el Evangelio, la verdad y la justicia hasta derramar la sangre. Que su heroico ejemplo suscite en todos el deseo de ser valientes obradores de fraternidad y paz», reconoció tras el Ángelus dominical.
Francisco, asomado a la ventana del Palacio Apostólico, pidió a los fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro un aplauso para los nuevos beatos.
El cura jesuita Rutilio Grande, el franciscano Cosme Spessotto y los laicos Nelson Lemus y Manuel Solórzano fueron beatificados en San Salvador después de cuarenta años de sus asesinatos en el contexto de la Guerra Civil de ese país.
El Salvador tuvo a su primer beato en el 2015 cuando monseñor Óscar Arnulfo Romero -posteriormente canonizado en 2018-, asesinado por un francotirador de los escuadrones de la muerte de la extrema derecha en 1980 mientas oficiaba una misa en la capilla de un hospital para enfermos de cáncer, fue beatificado.
Spessotto, Romero y Grande fueron asesinados por «odio a la fe», según rezan cada uno de los decretos del Vaticano, y son recordados por su defensa hacia los pobres salvadoreños -fuertemente golpeados por el conflicto armado interno que dejó más de 75.000 muertos y entre 8.000 y 10.000 desaparecidos.
Denunciaban los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil y otras violaciones a los derechos humanos.