Eduardo Viloria / DLA
El Obispo Diocesano de Trujillo José de la Trinidad Fernández Angulo, dijo al referirse a José Gregorio Hernández, que el Médico de los Pobres -como era llamado-, prefirió la pobreza, a la riqueza que da el dinero, siendo su proceder igual que Jesús, por eso su proceder como santo del pueblo, santo de la caridad.
Convocada para las 10 de la mañana la misa u oficio religioso dedicado al Médico de los Pobres, cuando se estaban cumpliendo 160 de su nacimiento, comenzó diez minutos después de la 11, con los espacios que tiene el lugar totalmente copados de personas donde estaba ubicado el altar.
“José Gregorio confió siempre en la providencia del Señor, señalando que la verdadera salida de los problemas se consiguen confiando siempre en Dios, como lo hacía el Médico de los Pobres”.
José Gregorio Hernández, dijo el Obispo, es un ejemplo a seguir, es un gran momento cuando celebramos un nuevo año de su nacimiento, digno de ser celebrado igual como lo hicimos con su beatificación en plena calle de la ciudad de Caracas, para eso es necesario creer en Dios como creía José Gregorio Hernández, pues la palabra de Dios no pasa.
Aprendió la fe de su progenitora
José Gregorio Hernández, expresó también el obispo monseñor Fernández, aprendió la fe de su mamá, por eso podemos señalar que las madres deben ayudar a sus hijos a que se encuentren con Dios, pues cada madre lo que trasmite a sus hijos es la fe, toda madre -además- sabe cómo hablar con sus hijos, dijo el sacerdote Diocesano.
Este fe de madre a hijo la heredó José Gregorio Hernández que veía a Jesús como el Santo del Pueblo, como el Apóstol de la Caridad, como vivió, como hombre de confianza y de fe, que le venía de la gracia de Dios, siendo tambien el Médico de los Pobres un apóstol de oración.
No dejó el Obispo de señalar en la homilía, que saludaba a todos los médicos, para que imiten a José Gregorio Hernández en sus obras de caridad, que como el Beato es necesario vencer el mal, señalando que la violencia solo genera violencia. Que nuestra señora María de la Paz nos ayude a ser hombres de vida, que viva José Gregorio Hernández, dijo el sacerdote alzando la voz, antes de impartir la bendición al pan eucarístico repartido por los sacerdotes presentes en el mismo lugar.
Después de concluido el acto religioso, continuó la fiesta de la que disfrutarían los presentes tanto en el lugar donde se ofició la misa, como en las calles de Isnotú, notándose la prohibición de entrar en vehículos, por la gran cantidad de personas que se hicieron presentes en la actividad, donde también estuvieron presentes efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, Policía Regional y Guardia Nacional, operativos especiales por los organismos de seguridad para vigilar por el bienestar de las personas que llegaron en las diversas caminatas, celebradas por creyentes en el culto que se guarda a José Gregorio Hernández, el Médico de los Pobres.
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