Quien ha estudiado, trabajado o visitado el Núcleo Universitario “Rafael Rangel” (Nurr), en algún momento se preguntó: “¿Por qué lo construyeron allí?”, y es que, La Concepción– nombre del lugar donde están las instalaciones del Nurr-, no es precisamente una zona céntrica, al contrario, hay quienes dicen que está en la mitad de la nada, aun rodeada de todo.
La respuesta de quienes conocen la historia detrás del Nurr, es la misma que el movimiento estudiantil presidido por Guillermo Torres dio en los debates que definieron el lugar de la construcción de “La Villa”: Valera tiene muchas cosas, Trujillo capital, en cambio, necesita un núcleo, un centro que pueda impulsar el desarrollo integral en esta ciudad. Y así, con ese argumento, y otras circunstancias fortuitas, la capital se convertiría en la sede estadal de la ULA.
Pasados 47 años, desde su fundación, parece que la pregunta, nacida de aquel argumento, resulta válida ¿Es el Nurr una fuente de desarrollo para la ciudad de Trujillo?
Manzana buena
El profesor universitario y sociólogo, Pancho Crespo, opina que el Nurr se ha convertido en una influencia positiva para la cultura trujillana, pues no solo ha atraído a estudiantes de otras ciudades, sino también de diversos estados, quienes llegan con sus tradiciones, gastronomía, acentos e identidades, que al confluir crean en la ciudad una mezcla única y rica de expresiones.
Añade, además, que muchos de estos jóvenes estudiantes, al graduarse no regresan a sus ciudades de origen, sino que se quedan en Trujillo, emprendiendo, creando cosas y colocando sus capacidades al servicio de quienes, ahora, sienten como suyos.
Para el poeta, escritor y profesor universitario, Rafael Alfonzo, el Nurr fue el catalizador de la magia imaginativa de Trujillo. La llave que abrió la puerta del genio artístico de muchos trujillanos, quienes pudieron mostrarse gracias a instituciones como el Centro de Investigaciones Literarias y Lingüísticas “Mario Briceño Iragorry” y la revista “Cifra Nueva”.
Alfonzo, resalta además, la importancia que el Nurr ha tenido en la formación y capacitación de nuevos escritores y artistas de la región, quienes han podido desarrollar sus capacidades bajo el ejemplo y la guiatura de grandes personalidades de la literatura; además de brindar la posibilidad de compartir con escritores nacionales e internacionales a través de los grandes y renombrados simposios organizados por las dependencias del Núcleo.
El catedrático, afirma también, que la Universidad no solo contribuye en el crecimiento de la literatura, pues el arte en general tiene el propósito de preservar la memoria cultural de un pueblo, y es allí donde el Nurr hace su mayor aporte a la ciudad: salvaguardar, a la ciudad, del olvido.
La casa de todos
De forma directa el Nurr provee a la ciudad un espacio para el desarrollo académico y profesional de los jóvenes, representando la mayor casa de estudios del estado, en la cual sus ciudadanos pueden optar por más de 30 carreras de pregrado y cinco estudios de posgrado, abarcando diferentes áreas formativas, cubriendo la demanda profesional y ampliando la atención que desde la investigación y práctica universitaria se lleva a las comunidades.
Katiuska Briceño, coordinadora de Investigación y Estudios de Posgrado, señala que el Nurr ocupa los primeros puestos de investigación, con laudos como el primer lugar en el premio “Estímulo al Investigador” y los 4 primeros puestos en el premio al “Estímulo de la Docencia”. Esto beneficia a la comunidad, pues los estudios realizados son aplicados en los sectores, en donde se realizan análisis y muestreos, en las cuales se busca hallar los problemas y proponer soluciones.
El Núcleo “Rafael Rangel”, en honor a su nombre, se alza como estandarte en los avances médicos, a través del “Instituto Experimental José Witremundo Torrealba”, en donde ofrecen a la comunidad de forma casi gratuita, servicios de laboratorio clínico, diagnósticos, control, tratamientos contra enfermedades tropicales, talleres y cursos de formación; así como programas comunitarios de desparasitación y educación social.
Además, es la única institución que realiza para las empresas del estado estudios microbiológicos y fisicoquímicos, necesarios para certificar la calidad del producto.
El instituto, también ofrece de forma gratuita a la comunidad trujillana, el tratamiento para las leishmaniasis (Ulamina), mismo que solo ellos producen en todo el país.
Vencer las sombras
Desde hace 47 años, Trujillo encontró un arma para luchar contra las sombras: el conocimiento. Un arma que mostró defender los frentes en diversas áreas e involucrar a todos los sectores sociales en un proceso de mejoramiento continuo y prolongado.
Las sombras avanzan, quizá campante, en todas direcciones; el arma ya no ¿Queda algo por hacer? ¡Sí!
Luchar, luchar contra las sombras, la muerte y el olvido.