Manos agradecidas
Con el fin de resolver los problemas más urgentes del Nurr, un grupo de egresados, estudiantes y profesores, han creado la campaña “Manos agradecidas”, con la cual, buscan, a través del Crowdfunding (financiamiento colectivo), los recursos necesarios para garantizar las mejores condiciones posibles dentro de la universidad.
El Nurr, la casa que vence las sombras. Un bastión del desarrollo y el reflejo de la ciudadanía. Muchos difieren en su significado. Para algunos, es un espacio destinado a crear profesionales, para otros, un forjador de carácter o un preservador de conciencias; pero, a pesar de las visiones encontradas, la mayoría coincide en algo: el Nurr debe permanecer vivo.
En los últimos años, el Núcleo Universitario “Rafael Rangel”, ha sido afectado por la crisis económica, política y social que vive Venezuela, misma que lo ha arrinconado, en varias ocasiones, hacia un cierre técnico; sin embargo, y pese a todos los embates, el Núcleo sigue con vida, herido, claro, pero con personas que diariamente intentan curarlo.
Tras esta lucha diaria por la supervivencia de la universidad, hay muchos rostros, estudiantes, maestros, obreros, egresados, ciudadanos, que ponen de sí lo mejor. Personas cuya labor los hace partes del Núcleo, de sus paredes, de sus sonidos, de sus historias, de su hazaña contra la muerte:
La luz en las sombras
Kelvin Ángel, dirigente estudiantil.
Venir al Nurr ya es un acto de amor. Apoyar con lo que tengamos en casa, jabón, cloro, un bombillo, eso mantiene viva a la universidad. También con actividades, eventos, todo lo que haga ruido y sume. Ese es el papel que creo jugar como estudiante ante esta situación.
Rodolfo Paredes, presidente del Movimiento 20 Trujillo.
Los movimientos debemos fortalecernos, pues estos hacen una mejor universidad. Debemos trabajar para el bienestar de todos los ulandinos, ganarle espacios a la crisis. Es nuestra responsabilidad tomar parte activa del cuidado de las instalaciones de la universidad, así no sea ese nuestro trabajo. Tenemos que correr una segunda milla por La Villa.
Gustavo Ramírez, egresado del Núcleo Universitario “Rafael Rangel”.
Loa egresados debemos retribuir a la universidad parte de lo que ésta nos dio. No es un secreto la difícil situación del Nurr, y es allí, en agradecimiento, que debemos prestar nuestro apoyo, ya sea en lo económico o con nuestros conocimientos, para solucionar alguno de los problemas que lo aquejan.
Johny Humbría, presidente de Apula Nurr.
En estos momentos, estamos discutiendo en Consejo de Núcleo, nuevos mecanismos, que comenzarán a funcionar a partir de diciembre, para recaudar fondos a través de donaciones, o financiamiento colectivo. Hay muchas instituciones y ciudadanos que entienden la importancia de la Universidad y quieren apoyar, y eso debemos aprovecharlo.
Carlos Mejías, coordinador de deporte en el Núcleo.
Hay que hacer del deporte una razón más para que los jóvenes sigan viniendo a la universidad. Esta semana comenzamos con 9 equipos de futbol la Copa Navidad, hoy seguiremos con voleibol y básquet. Así rescatamos las áreas deportivas e incentivamos a los estudiantes a venir y crear juntos algo mejor.
Eiver Saavedra, dirigente estudiantil del Movimiento 13 Nurr.
Nuestro deber es gestionar, dirigir y proponer todas las acciones necesarias para rescatar el Nurr. En estos momentos la unión es indispensable, la misma que nos llevó a recaudar en dos semanas los recursos para comprarle al bus estudiantil una batería, para comprar escobas, desinfectante, machetes, candados. El llamado es a mantener la universidad abierta, ese debe ser el objetivo.
La universidad que vive
El Nurr no son edificios, árboles, rejas, cantina, pasillos. El Nurr es su gente, las historias de las huellas sobre las paredes, las pinturas y murales, la rivalidad entre movimientos, los estudiantes juegando domino en el patio, la señora de las empanas vendiendo por trasferencia, los profesores, los vigilantes, los besos en los pisos abandonados, las amistades, los principios.
El Nurr somos todos.