El monumento de José Gregorio Hernández esculpido por la famosa artista de la imagen Marisol Escobar, colocado a la entrada de Isnotú en la gestión del Ministro Arnoldo José Gabaldón, sigue en completo abandono, no obstante la diversidad de promesas hechas en el sentido de rescatar la obra, inclusive existen declaraciones públicas de actuales funcionarios municipales, recogidas por los periodistas de Diario de los Andes donde han señalado sobre la definitiva reubicación de la escultura para la entrada de la avenida Benigno Hernández u otro lugar del poblado, que vio nacer al Beato un 26 de octubre de 1864.
Con motivo de la elevación de JGH a Beato, hay un operativo especial de limpieza y rehabilitación de varios sectores y calles por parte de la Misión Barrio Tricolor, anunciando que repararían una falla de borde que casi se lleva la vía, no obstante las reparaciones que le han hecho a la misma en la entrada del poblado por el lado este.
El operativo Barrio Tricolor de limpieza se cumplía en la semana que finaliza a través de la Reserva de Sabana de Mendoza, cuyos efectivos procedían a mediados de semana a desmalezar el pequeño parque donde está colocada la famosa escultura.
Al Monumento de José Gregorio Hernández, le fue sustraído el maletín de médico que tenía al lado izquierdo el Monumento, igual ha desaparecido un venado, que tenía la escultura al lado derecho, similar abandono se observa en las escaleras de entrada de la pequeña plaza o lugar, donde está la escultura, totalmente fracturada producto del abandono y la falta de atención no solo a este acogedor lugar sino que en iguales condiciones, están las caminerias de la plaza Bolívar, problema que tiene unos cuantos años así, donde la representación del gobierno regional, especialmente de la dirección Turismo del estado no se dan por enterados de la problemática existentes en Isnotú, tal como dijo Helder Durán el pasado 19 de junio.
Este mes es de promesas a favor de José Gregorio Hernández, ojala se acuerden los señores del gobierno que en Isnotú no llega el gas, para uso doméstico, no hay agua, el poblado tiene dos años sin teléfonos y la policía local no tiene ni una moto para vigilar el poblado, visitado no hace mucho por cientos de personas los fines de semana, alejados en la actualidad por la cuarentena declarada por el Covid 19, visitas que no dudamos se reanudarán con más ímpetu en los próximos meses