En 1900, a Valera le acompañaban 5 mil personas que habitaban en unas 600 casas de paja y bahareque. No existía hospital alguno, muchos enfermos morían en las calles de tierra…Dicen historiadores que en Valera nació la primera cooperativa que se tenga noticia en Venezuela, gracias a la iniciativa del padre José Humberto Contreras, un clérigo que no se parecía a ninguno otro. De un gran corazón y amante de toda labor social que beneficiara al pueblo.
Para los niños que pasaban necesidades alimentarias, creó la “sopa del niño”, consistía en un almuerzo diario para los infantes… Para que la municipalidad tuviera recursos propios, da vida a la lotería de animalitos…Levantó la primera urbanización del Edo Trujillo que lleva por nombre Lasso de la Vega, con 70 casas…En su alma soñora dejó a la ciudad el Colegio para señoritas “Lasso de la Vega” que fue una referencia de excelente centro educativo…Funda la primera escuela nocturna de los obreros para que estudiaran aquellos valeranos que trabajaban en el día…
Monseñor Contreras, fue un religioso fuera de serie; en dos oportunidades rechazó ser obispo del Edo Trujillo…En una ocasión no aceptó una condecoración que le quiso dar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y, de paso, no le gustaba para nada, que le dijeran “Monseñor”…Un amigo que lo veía “a pie y a pata” por esas calles valeranas, le regaló un vehículo último modelo, lo donó para que fuera rifado y el dinero utilizado en la culminación de algunas de las obras que había comenzado a levantar en la ciudad, entre ellas, el comedor popular de la Av. 13…Monseñor Contreras, decía: “Una religión de puros privilegios, que no se conmueve ante los problemas de la humanidad, no tiene razón de existir”…
“Locutores mamadores de gallo”
En las emisoras locales, laboraron excelentes locutores que no tenían nada que envidiarles a los de la gran capital caraqueña, con un detalle; les acompañaba un asombroso sentido del humor, en el noticiero del mediodía, manifestaban a viva voz: “¿qué pasa señor gobernador, las carreteras trujillanas están por el suelo, están por el suelo” …” El pasado fin de semana hubo en todo el estado Trujillo 5 muertos, entre ellos, tres de suma gravedad” …
“El gran mocho Lisandro”
El barrio Santo Domingo, uno de los más antiguos de la ciudad, dio albergue al célebre, “Mocho Lisandro”, gran trabajador que inventó la venta de bebidas alcohólicas las 24 horas del día…Perdió sus dos manos cuando laboraba en un trapiche, como buen emprendedor no se amilanó por su situación física y a fuerza de sudores fue levantando un pequeño centro comercial…
En una oportunidad, después de la celebración del aniversario del Liceo Rafael Rangel, a las 3 de la mañana, un grupo de amigos de la cañandonga se acercaron al negocio de “Mocho Lisandro”, tocaron la ventana, a los minutos, el comerciante estaba atendiéndolos: “buenas noches, para que soy bueno” …
Un conocido profesor, le dice: “Nos hace el favor y nos vende dos litros de ron Pampero y dos cajetillas de cigarros. Con una tranquilidad única que le asistía, el bodeguero les entregó el licor y los cigarrillos.
El educador y conocido serenatero, le manifiesta: “Ay, señor Lisandro, nos va a perdonar, pero hoy no le vamos a pagar, estamos limpios de perinola, le juro que mañana vengo y le cancelo…Lisandro, con aquella humildad que le caracterizaba, replicó:
-Pero muchachos, pero muchachos, cómo se van a llevar ese ron sin “embojotar”, se les llega a caer y hasta ahí llegó la fiesta, déjenme meter esos litros en una bolsa.
En el momento en que “el mocho” tenía de nuevo la añeja caña en sus manos, les gritó: “muérganos, vagabundos, me hacen parar de la cama a esta hora. Vayan y les piden fiado a su abuela, y “zúas” cerró la ventana de un solo “trancazo” …
La Valera que se fue…
La mejor compañía de un maestro de escuela, era una enorme palmeta de madera, muchacho que se portaba mal, le daban sus buenos palmetazos que jamás olvidaría, luego, tenía que hincarse sobre alverjas…Había maestros que se pasaban de maraca con eso de la disciplina, estudiante que se peleaba con otro, le colocaban sobre la cabeza un sombrero con “orejas de burro” y lo obligaban a permanecer parado frente a la muchachada. Había escolares que no soportaban “el chalequeo” sufrido y jamás regresaban a la escuela.
Viejito gozón…
En la Av. 10, con calle 14, había un negocio atendido por dos hermanos, la ciudad los bautizó, “los viejitos”, el más joven tenía unos 85 años. Preparaban un guarapo de panela que emborrachaba al más veterano tomador de aguardiente…Cerca de «los viejitos” estaba ubicada la parada de la línea Valera-La Puerta, los choferes se tomaban sus buenos “guarapazos”, en el momento en que iban en sus vehículos subiendo a la población de la Puerta, les imprimían gran velocidad a sus carros, los pasajeros le formaban el justo reclamo”;” carajo, usted quiere matarnos”… Un día después, el noticiero de radio Valera, denunciaba: “los trabajadores del volante de la línea La Puerta viven más prendidos que “bombillo de túnel” o árbol de navidad. Dejen la tomadera de guarapita antes que ocurra una tragedia” …
Llegó el tooossstonero
También se fue con la Valera de ayer, el señor José y su grito de llegóóóó el tooostonero…Sí haaay los tostones…Con la compañía de su esposa, este trabajador de la economía informal recorría las calles de la ciudad, cada uno, con su cesta de tostones sobre sus cabezas…Era un espectáculo sumamente divertido, no sé si la gente le compraba los tostones por lo sabroso que estaban o por escuchar aquel grito melodioso al que le ponía corazón y música: “lleeegaaaron los tooostones”.
Donde se presentaba el señor José: cines, plaza Bolívar, parques, los tostones “volaban”, por ser sumamente exquisitos… Jamás volvimos a escuchar su exclamación que retumbaba en los oídos de la comarca: “sí haaay los tostones” …
El viejo mercado municipal…
Estaba ubicado en la calle 12, con Av. 9. En diciembre, se convertía en el lugar más bullicioso de la localidad. Había mucha alegría, excelente alumbrado que permitía que a las 4 de la madrugada aquello ya estuviera “full… “Hasta el lugar se trasladaban las emisoras para trasmitir en vivo gaitas y parrandas navideñas. El sargento Rangel y su eficiente equipo de policías mantenían “a raya” a los carteristas que en esos días hacían “su agosto” aprovechando “el bululú” de la gente comprando las ofertas navideñas…Los visitantes degustaban sabrosos pastelitos a 0,50 céntimos. Los carniceros vendían a precios solidarios la carne para las hallacas… Los príncipes del queso: “Polo Parra” y Abilio Paredes…
Hace 50 años, algunos de los precios, eran: Un Kilo de carne, 7 bolívares; el kilo de queso, 5 bs; cartón de huevos, 4 bs…Había un personaje que le hacía mandados a todos los comerciantes, el popular Emilio, tuvo que buscar un asistente porque no podía complacer a la clientela que lo buscaba para que le cumpliera con uno que otro encargo…
Al lado del mercado viejo, Pedro Urquiola disfrutaba vendiendo sus famosas arepas rellenas de hígado a 0,50 céntimos. Fue el “rey de los cachivaches viejos”. Su consigna: “Lo que no consiga donde Pedro Urquiola, no lo busque más, no lo encontrará” … En tiempos de campañas electorales, el viejo mercado fue el lugar favorito de los políticos adecos y copeyanos para “ofrecer villas y castillos” …Fue una Venezuela de mucha prosperidad, nada que ver con lo que tenemos en este momento.
“Guacharaco” fue un personaje muy apreciado en el mercado municipal por su manera amena de compartir con las personas, algo tocado de la cabeza… Un diciembre, llegó con un cochino muerto, montado sobre sus hombros, vendiendo el kilo a mitad de precio. Gracias a la información de un parroquiano la policía detuvo la “súper ganga “. “Guacharaco” había conseguido al cochino muerto en la Quebrada de Escuque, sector la Floresta, alguien lo había botado por tener “pepas”, no apto para el consumo humano.
Valera, más que bonita
La comarca tiene una magia rara, muchos que venían de visita aquí se quedaron para siempre. Su clima agradable, la manera de ser el valerano, su topografía, esa belleza natural de la que hace gala, no la tiene todo pueblo en el mundo…A las nuevas generaciones les digo que el pan caliente lo llevaba a las casas de familia en bicicletas de reparto, a los pocos minutos aparecía el lechero con la mejor leche de vaca, luego, se asomaba el pregonero trayendo las últimas noticias del día…
Gobernantes sin corazón en el pecho
En las últimas décadas, la ciudad no ha tenido suerte con sus gobernantes, han convertido la municipalidad en una oportunidad para hacer dinero mal habido. No hay un proyecto para construir “La Valera hermosa” …Muchas cosas nos orgullece: Su gente es buena y solidaria…La iglesia San Juan Bautista con una de las más hermosas arquitecturas venezolanas…El Ateneo de Valera, a pesar del “palo parejo” que le han dado, no han podido doblegarlo…La Universidad Valle del Momboy, formando excelentes profesionales…Diario de Los Andes, revalorizando la historia local…
Fuente…” La Valera de siempre”. Padre Juan D. Dios Andrade. Maestro, Juan Morillo.
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