El más importante epidemiólogo de Venezuela fue un trujillano / Por Jesús Matheus Linares

Sentido de Historia

 

Los trujillanos desde épocas remotas hemos contribuido al desarrollo de Venezuela, y por ende a la humanidad. Es larga la lista de pro hombres que ha dado esta tierra para el engrandecimiento de nuestro gentilicio, basta con nombrar a don Cristóbal de Mendoza, Antonio Nicolás Briceño, José Rafael Montilla, monseñor Jesús Manuel Jáuregui Moreno, don Rafael María Urrecheaga, Rafael Rangel, Mario Briceño Iragorry o José Gregorio Hernández. Los ha habido políticos, científicos, militares, docentes, comerciantes y hasta religiosos.

Hoy nos vamos referir a un médico, investigador, docente y que fue un importante asesor de organismos internacionales. Nacido en la ciudad de Trujillo, por allá en 1909, Arnoldo Gabaldón Carrillo (1909-1990), quien está considerado como uno de los más importantes epidemiólogos del siglo XX, a nivel mundial. Vestido con camisa y pantalón de kaki, desarrolló un programa contra la malaria que eliminó esta enfermedad en las dos terceras partes del territorio venezolano.

Arnoldo Gabaldón es uno de los trujillanos fuera de serie en nuestra historia. Hizo que Venezuela se convirtiera en el primer país del planeta en erradicar la malaria, estuvo a punto de ser Presidente de Venezuela, luego del asesinato de Carlos Delgado Chalbaud. Fue un político reconocido de su tiempo pero nunca mostró inclinación política por algún partido.

El doctor Gabaldon no le hemos hecho el reconocimiento como hombre del siglo XX que se merece, como es llevarlo al Panteón Nacional, donde debe reposar junto a otros ilustres venezolanos. A la edad de 15 años viajó a Caracas para cursar Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Cuando era estudiante, laboró en el laboratorio de Bacteriología y Parasitología de la Dirección de Sanidad Social. Ya para 1930, cuando se gradúo en la UCV, viajó a Europa, donde obtuvo el certificado de malariología otorgado por el Instituto de Enfermedades Tropicales de Hamburgo (Alemania).

Ya durante las postrimerías del gobierno de Juan Vicente Gómez, en 1933, Gabaldón recibió una beca de la Fundación Rockefeller para estudiar en la Escuela de Higiene y Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore en Estados Unidos. Allí se doctoró en Ciencias de la Higiene, mención Protozoología.

Para 1936 cuando regresa al país, durante el gobierno de Eleazar López Contreras, funda la Dirección Especial de Malariología del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Desde allí va a realizar grandes aportes en la materia: diseñó exitosamente, una estrategia nacional de erradicación de la malaria fundamentada en la capacitación de personal, el mejoramiento del sistema de viviendas y la aplicación de insecticidas. Llevó el DDT hasta el más recóndito lugar.

Para 1950 fue nombrado director del Instituto de Fiebre Aftosa del Ministerio de Agricultura y Cría. Y, ya en el comienzo del gobierno de Rómulo Betancourt en 1959, ocupó la cartera del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, donde permanecerá hasta 1964. Su objetivo en el Ministerio de Sanidad fue aumentar la expectativa de vida de los venezolanos, vigilar de cerca las actividades sanitarias y aumentar el presupuesto destinado a la prevención de afecciones, actividades que alternó con sus labores de investigación sobre las especies causantes de la malaria y su zonificación en el país.

Este trabajo de políticas públicas en materia de salud le valió ser asesor de la Organización Mundial de la Salud y de la Oficina Sanitaria Panamericana, organismo que lideraba la lucha contra la malaria en algunos países. Fueron cientos de conferencias que dictó como catedrático. No olvidemos que fue profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Cambridge (Inglaterra) y publicó las conclusiones de sus estudios en libros y revistas nacionales e internacionales. En 1980 fundó la Sociedad de Parasitológica Venezolana, la cual presidió hasta 1982. Arnoldo Gabaldón falleció en Caracas el 01 de septiembre de 1990.

El gobierno de Venezuela lo distinguió con la Orden del Libertador, Gran Cordón (1961), Orden Francisco de Miranda en Primera Clase (1968), Medalla de Salud “Dr. Enrique Tejera” en Primera Clase (1981) y fue Individuo de Número de la Academia Nacional de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (1985). Fue un trujillano fuera de serie.

jmateusli@gmail.com

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