El manifiesto del 9-0 |  Por Ramón Rivasaez

El pasado 9 de octubre un notable grupo de personalidades trujillanas se pronunció en manifiesto publico acerca de la necesidad urgente de sumar esfuerzos conjuntos para alcanzar objetivos comunes, de modo de desterrar la pobreza e ignorancia que hace estragos en la entidad.

El pronunciamiento fue en ocasión de la venidera consulta del 21-N, en la que se conjugaba la posibilidad de avanzar en soluciones para los problemas trujillanos que son muchos y complejos; entonces se propusieron que el próximo gobernante del estado estuviese sensibilizado en las prioridades que requiere el desarrollo regional, basado en la educación, salud, producción agropecuaria e industrial, incentivos a la pequeña y mediana industria, la artesanía.

El compromiso, alejado de cualquier engañifa electoral, implicaba ser fiel al sentir trujillano, revertir tantas decepciones y frustraciones provenientes de funcionarios que, sin pudor alguno, se han burlado de las aspiraciones regionales; en fin, los notables deseaban localizar al candidato más idóneo, el más sensible a las soluciones que demandan las necesidades locales.

Por ejemplo, un gobernador que comenzara a desarrollar los valles altos trujillanos, la recuperación de las cuencas hidrográficas para garantizar el suministro de agua potable; el rescate de la colonia agrícola de El Cenizo; la represa de Agua Viva, la rehabilitación de la zona industrial de Agua Santa; un nuevo acueducto de Valera; construcción de autopistas hacia Lara y Zulia; la vía a los llanos a través de Boconó La Marqueseña; el rescate de la ZI Carmen Sánchez de Jelambi; renovación urbana de Valera; programas masivos habitacionales, entre otras tantas obras que se requieren.

Un plan de acción con este empuje podría catapultar el desarrollo regional de manera holística, a fin de que el trujillano no abandone su lar, se quede emprendiendo vías para optimizar su calidad de vida, mejorando su status, transformando un erial en el milagro posible, producto del esfuerzo creador. Todas estas perspectivas bien vale la pena conversarlas; sería muy provechoso. Salud, trujillanos, comencemos paisanos.

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