El Líbano vuelve a quedarse sin primer ministro

Beirut, 26 sep (EFE).- Mustafa Adib anunció hoy su decisión de renunciar a formar Gobierno en el Líbano menos de un mes después de ser designado primer ministro, en medio de una profunda crisis económica y la resaca de la explosión en Beirut que el 4 de agosto costó la vida a casi 200 personas.

Después de seis rondas de consultas con el presidente libanés, Michel Aoun, para formar un Ejecutivo de «misión» y de sucesivos contactos con los diferentes bloques políticos sectarios para lograr su visto bueno y cerrar el gabinete, Adib tiró hoy la toalla.

«A medida que los esfuerzos para formar Gobierno llegaban a sus últimas etapas se me hizo evidente que el consenso sobre el que acepté está misión nacional en esta difícil circunstancia de la historia del Líbano ya no existe», dijo Adib en un mensaje televisado, tras presentar su renuncia.

 

EL FRACASO DE LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD

Adib fue designado el 31 de agosto con el propósito de formar gabinete en dos semanas, en medio de una iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, para tratar de comenzar el proceso de reformas que reclaman los libaneses en las calles desde octubre del año pasado.

El hartazgo creció a nuevos niveles tras la tragedia del 4 de agosto, hasta provocar la caída del Gobierno de Hasan Diab días antes del nombramiento de Adib, que hasta entonces había desempeñado el cargo de embajador en Alemania.

Macron, quien ha visitado en las últimas semanas en dos ocasiones Beirut, subrayó la necesidad de que el Líbano comenzara a hacer reformas inmediatamente e, incluso, convocó una ronda de donantes internacionales para ayudar al país, que atraviesa su peor crisis económica desde el final de la guerra en 1990.

Adib recordó hoy que entonces los principales partidos en el Parlamento habían acordado los objetivos concretos de ese Gobierno y se comprometieron con el presidente francés a llevarlo adelante.
Finalmente no ha sido así y Adib no ha logrado tener éxito.

El ex primer ministro libanés Saad Hariri, que dimitió el año pasado tras el inicio de las protestas contra el régimen político, afirmó hoy que la renuncia de Adib es una mala noticia.

«Le decimos a quienes aplauden hoy a favor del fracaso de la iniciativa del presidente francés que os arrepentiréis mordiéndoos los dedos», añadió.

Diab también pidió hoy al presidente francés que continúe estando «junto al Líbano en esta etapa difícil» y llamó a los bloques a buscar un nuevo candidato.

Tras aceptar la renuncia de Adib, el presidente Aoun indicó que esta dimisión no implica el final de la iniciativa francesa, sino que la propuesta sigue adelante.

El propio Adib, al anunciar su renuncia, deseó suerte a sus sucesores para sacar adelante el país, siguiendo la iniciativa del presidente francés.

«Insisto en que esta iniciativa debe continuar porque expresa la intención sincera del amistoso Estado francés y personalmente del presidente Macron de apoyar al Líbano», señaló.

 

El DUO CHIÍ

Ayer Adib se reunió con los representantes de los movimientos chiíes Amal y Hizbulá para tratar de destrabar el nombramiento de un ministro de Finanzas, un cargo que tradicionalmente designa la primera de esas formaciones y que se había convertido en un muro para cerrar el nuevo gabinete.

Hoy el ya ex primer ministro recordó que, tras ser designado el 31 de agosto, «muchos bloques parlamentarios anunciaron su intención de no nombrar a nadie para facilitar el trabajo» y que el resto le aseguraron que no pondrían condiciones a los nombramientos.

Hoy en un comunicado el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, de Amal, afirmó que «nadie se adhiere tanto a la iniciativa francesa» como su partido y lamentó que algunos lo hayan «hundido en la contradicción con los principios establecidos».

A medida en que el Líbano continúa hundiéndose en el agujero oscuro de la crisis económica, política y social, el régimen sectario que se divide las instituciones entre los diferentes grupos religiosos resulta incapaz de encontrar la forma de permitir un Gobierno independiente.

Samir Geagea, jefe de Fuerzas Libanesas, formación política que no apoyó el nombramiento de Adib, lamentó sin embargo su renuncia y consideró que esa decisión «confirma que no hay rescate posible salvo por parte de un Gobierno verdaderamente independiente».

La nominación de ministros por los partidos del actual grupo en el poder ha demostrado su fracaso y ha llevado al país a donde está», añadió.
Por Ana María Guzelian

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