De nuevo las crecidas aguas de la Vichú, producto de los aguaceros caídos para la llamada zona alta, amenazan sectores y viviendas de la parroquia Junín, específicamente del 23, donde viviendas y sembradíos de El Horcón y Santa Lucia, al igual que el estadio y el Cementerio del lugar, asoman muestras del agua que llega de la quebrada, seca en verano pero peligrosa en invierno que de nuevo amenazada a comunidades de la llamada zona baja del eje panamericano, como son las poblaciones ubicadas en los márgenes la vía que conduce al municipio la Ceiba.
Pedro Daboín, luchador social del 23, como siempre da el alerta, señalando que no obstante la diversidad de proyectos y peticiones que le hicieron al Gobernador Henry Rangel Silva cuando este iba por la casa Hugo Chávez, nada se ha hecho por el 23, que año tras año, por época de invierno sufre los rigores de las aguas desbordadas de la Vichú.
El Concejo también está enterado
También el Concejo del municipio Sucre, sabe de esta problemática, tal como lo dijo el Concejal Ricardo Simancas, habiéndose permitido llamar a los bomberos de la zona y a Protección Civil, para que en la medidas de sus posibilidades auxilien a la gente del 23, que sufre los rigores de las aguas desbordadas, tanto en los hogares como en los sembradíos de Santa Lucia, como de El Horcón.
En el 23 coinciden todos los que conocen la problemática de la parroquia Junín, hace falta canalizar la Vichú, lo cual debe hacer la Gobernación o el Gobierno Nacional, es una prioridad, dijeron los declarantes.