Sao Paulo, 26 mar (EFE).- La banda de k-pop The Rose ofreció este domingo su primer concierto en Lollapalooza Brasil con un recital cargado de buen rollo y melancolía, en la última de las tres jornadas del festival, que se celebra desde el viernes en Sao Paulo.
El grupo forma parte de ese vasto universo que es el pop coreano, que tiene como máximo exponente a BTS, cuyos miembros se han visto obligados a detener sus frenética agenda de conciertos porque les ha llegado el momento de cumplir con el servicio militar.
The Rose también es una banda de chicos («boyband»), de vuelos más bajos, pero que hoy tenía un nutrido contingente de fieles seguidores en el Autódromo de Sao Paulo.
Surgió en 2015, pero solo debutaron de forma oficial dos años después. De primeras se colaron en el panorama internacional con su éxito «Sorry», reconocido por la revista especializada Billboard.
Ése fue uno de los temas que más despertó pasiones hoy sobre el mítico trazado de Fórmula Uno, donde hicieron acto presencia a la exacta hora programada. Ni un minuto antes, ni uno después. Puntualidad británica, algo impropio en estos lares.
Arrancaron con «Cure», que forma parte de su álbum «Heal», publicado el año pasado.
Ese trabajo fue el relanzamiento de una carrera que se vio golpeada también por el imperativo de tener que pasar por los cuarteles. La pandemia de covid-19 terminó de complicar las cosas para Woosung, Dojoon, Hajoon y Jaehyeong, los cuatro miembros de The Rose.
«Heal» les hizo resurgir y gracias a él emprendieron una gira internacional que les ha llevado a los cuatro cantos del planeta.
De hecho, ya estuvieron en Brasil en diciembre pasado con un show en Sao Paulo. Y no paran. Antes de aterrizar en Lollapalooza, estuvieron en el Estéreo Picnic de Colombia el viernes.
Hoy volvieron a sorprenderse con un público entregado a su causa y con los treinta grados de temperatura, un calor impropio para este inicio de otoño austral.
El Sol castigaba tanto que Woosung, vocalista y guitarrista, que se quitó la camisa en medio del concierto y se quedó a pecho descubierto hasta el final.
Esta tercera y última jornada de Lollapalooza Brasil empezó sobre el mediodía con espacio para la música brasileña.
Black Pantera, una banda de «trash metal» formada en Uberaba, fue de los primeros en hacer acto de presencia con un mensaje contra el racismo y la discriminación, tema central de toda su obra.
El grupo incluso aludió indirectamente a la polémica que rodea este año a Lollapalooza Brasil, después de que una inspección de trabajo detectara trabajadores de una prestadora de servicios, contratada por el festival, en condiciones análogas a la esclavitud.
Tras conocerse el escándalo, la productora T4F, organizadora de Lollapalooza Brasil, afirmó que canceló el contrato con esa empresa tercerizada, que era responsable por la operación de los bares montados para la ocasión.
El broche de oro a esta décima edición brasileña de Lollapalooza lo pondrá Rosalía, la cantante española del momento, después de que el rapero canadiense Drake cancelara su concierto horas antes del mismo.
El Lollapalooza surgió en Estados Unidos, se expandió a Latinoamérica por primera vez con una edición en Chile, en 2011, y desde entonces ha sumado a Brasil y Argentina, así como algunos países europeos, en sus giras.