Por: Roberto Morales
Madrid, 5 ago (EFE).- Zinedine Zidane nunca ha perdido una eliminatoria de la Liga de Campeones. Es el rey de la competición, el único técnico que ha ganado las tres que ha dirigido con el Real Madrid y de forma consecutiva.
El Etihad Stadium y el Manchester City de Pep Guardiola representan el gran desafío.
Y Zidane acude a la batalla siendo fiel a sí mismo. Hace tiempo que perdió la fe en Gareth Bale y a James Rodríguez ya le demostró en el pasado que no entraba en sus planes cuando tuvo que poner rumbo al Bayern Múnich. Los dos se quedan en Madrid porque no confía en ellos y desea su salida inmediata del club. Si tiene que caer por primera vez en la ‘Champions’, que sea con aquellos que matan por él.
Hasta la fecha no conoce la derrota en una eliminatoria y ha dirigido hasta nueve. Zizou suma 40 partidos en la competición de mayor prestigio y tan solo perdió seis (un 15%). La última derrota dolorosa, remontado el Real Madrid por el Manchester City en el estadio Santiago Bernabéu y con síntomas de desesperación que recordaron a la eliminación del pasado curso en el inesperado desplome ante el Ajax.
La pérdida de la corona del rey de Europa llegó con estrépito e impulsó el regreso de Zidane. Cogió a un equipo en caída libre y le ha convertido en campeón de LaLiga Santander, el gran objetivo del presente curso. Con la sensación de haber cumplido llegan los jugadores a la cita de Manchester, convencidos de que el panorama actual del fútbol les beneficia y que, sin público en las gradas del Etihad, las opciones de remontada aumentan.
Nunca lo hizo el Real Madrid en la historia de la Copa de Europa ni en la posterior Liga de Campeones. Jamás perdió en el Santiago Bernabéu la ida de una eliminatoria y la remontó de visitante. El caso más extremo que vivió Zidane en el banquillo llegó en su primera aventura.
El Wolfsburgo le endosó un 2-0 en Alemania que dejó ante las cuerdas al conjunto madridista. Un triplete de Cristiano Ronaldo en el coliseo blanco volteó la eliminatoria en una noche mágica. También sintió vértigo ante el Juventus en una eliminatoria surrealista.
De la exhibición en Turín el día de la soñada chilena de Cristiano (0-3), al sufrimiento del Bernabéu cuando vio igualados los tres tantos que tenía de ventaja y se salvó gracias a un penalti in extremis, en el minuto 98, sobre Lucas Vázquez que no perdonó el astro portugués. Esa noche faltaba Sergio Ramos y el Real Madrid se descosió.
Ha solido ocurrir sin su capitán en las grandes citas europeas. Es otra prueba de fuego ante el Manchester City por la expulsión que recibió el camero en la ida.
Hasta la fecha Zidane es sinónimo de éxito en la Liga de Campeones. Y ante Guardiola protagonizará un duelo de puro fútbol. El Real Madrid necesita goles y Pep no sabe jugar a defender. El 1-2 de la ida condiciona un escenario al que el conjunto madridista llega sin su líder Ramos y con el que debía ser referente mermado. El belga Eden Hazard no tiene buenas sensaciones en el tobillo operado y puede dejar paso a jugadores enchufados como Marco Asensio, que firmó un gran final de Liga tras reaparecer de su grave lesión de rodilla, o el brasileño Vinicius.
Es la duda por despejar de Zidane, que no tendrá dudas entre Militao y Nacho Fernández, apostando por el primero para intentar no añorar la larga figura de Ramos y tiene que decidirse entre Ferland Mendy y Marcelo en el carril izquierdo así como entre Luka Modric y Fede Valverde en el centro del campo. Serán decisiones de última hora ya en Manchester, donde el Real Madrid viaja el jueves en una burbuja, tras superar tres test de coronavirus para afrontar al gran desafío de ‘mister Champions’. EFE
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