Caracas, 14 jun (EFE).- El Gobierno de Venezuela rechazó este viernes el pronunciamiento de los líderes del G7 -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido-, en el que pidieron a las autoridades del país caribeño permitir la observación internacional en las presidenciales del 28 de julio y respetar los derechos de la oposición.
«El decadente imperialismo jamás había tenido tan pobre y ridículo liderazgo como el que hoy exhibe el G7. Rechazados por sus propios pueblos, pretenden recurrir a prácticas coloniales y meterse en asuntos que no le conciernen», expresó en X el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil.
La respuesta del Ejecutivo de Nicolás Maduro se produce horas después de que el G7 publicase su declaración -luego de la cumbre celebrada en Italia-, en la que exigieron «el fin del acoso a los miembros de la oposición y la liberación inmediata de todos los presos políticos».
«Nuestra democracia revolucionaria les dirá este 28 de julio, nuevamente, que somos libres y soberanos y que sus lacayos (en alusión a la oposición agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática, PUD) no volverán», agregó el canciller.
En la declaración de la cumbre, el grupo de democracias más industrializadas del planeta manifestó su preocupación «por la falta de avances en la implementación del Acuerdo de Barbados», un pacto de garantías electorales firmado por el Gobierno y la PUD en octubre pasado.
En concreto, su preocupación es «en lo que respecta a los derechos de la oposición dentro del proceso electoral y la decisión de retirar la invitación para una misión de observación electoral» de la Unión Europea (UE), algo que había sido acordado en Barbados y se ha incumplido.
Este pronunciamiento fue celebrado por la líder opositora María Corina Machado -que respalda al candidato de la PUD, Edmundo González Urrutia-, quien lo calificó como un «apoyo inequívoco» a la democracia.
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