Bogotá, 16 oct (EFE).- El Gobierno de Colombia prorrogó por seis meses el cese al fuego bilateral y temporal con tres bloques del dividido Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la antigua guerrilla de las FARC, medida que comenzó a regir este miércoles.
El cese al fuego se aplica al autodenominado Estado Mayor de los bloques del Magdalena Medio Jorge Suárez Briceño y Gentil Duarte y al frente Raúl Reyes, que continúan en los diálogos de paz con el Gobierno nacional como una salida negociada al conflicto y que son comandados por alias «Calarcá»
La medida comenzó a las cero horas de hoy 16 de octubre y estará en vigor hasta las cero horas del 15 de abril de 2025, señala el decreto firmado por el presidente colombiano, Gustavo Petro, que tiene fecha del 15 de octubre.
«Las partes se comprometen a cumplir el protocolo de reglas y compromisos suscritos por ellas. Los acuerdos y protocolos firmados y los que se suscriban en la mesa de diálogos de paz, referidos al cese al fuego, son de obligatorio cumplimiento», señala el decreto.
Allí también se explica que la suspensión de las operaciones militares no va en contravía del principio constitucional de garantizar el orden legal y el ejercicio de los derechos.
El decreto dice además que el cese el fuego está en constante vigilancia y se hará una evaluación trimestral del mismo.
Además, se hace saber que se pueden acordar «nuevos objetivos del cese al fuego, dirigidos al fortalecimiento del proceso de paz, la protección de la población civil, la profundización de las transformaciones territoriales y el reemplazo de las economías ilícitas».
Esta prórroga del cese el fuego es resultado del VI ciclo de diálogos de paz entre las partes que se instaló el pasado 11 de octubre en Bogotá y que finalizará el próximo sábado.
El alto al fuego ha sido una de las peticiones de las comunidades afectadas por el conflicto armado colombiano.
En abril pasado el EMC se escindió dejando fuera de las negociaciones a las disidencias comandadas por alias ‘Iván Mordisco’, que operan principalmente en el suroeste del país y han protagonizado una escalada de violencia desde entonces.
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