El Gobierno brasileño se pasa a Bluesky tras la suspensión de la red social X

Fotografía de archivo de un dispositivo móvil con la red social X, este viernes, en Rio de Janeiro (Brasil). EFE/ Antonio Lacerda.

 

Brasilia, 5 sep (EFE).- El Gobierno brasileño comenzó a abrir perfiles en la red social Bluesky después de que el Supremo suspendió en el país el servicio de X, por reiterados desacatos de la empresa del magnate Elon Musk a diversas decisiones judiciales.

Este jueves, a otros organismos del Estado se sumó el Ministerio de Relaciones Exteriores, que anunció la apertura de su «perfil oficial en la red social Bluesky: @itamaratygovbr.bsky.social».

Antes lo había hecho el propio presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se estrenó en la red de la mariposa el pasado fin de semana, después de que el juez Alexandre de Moraes, miembro del Supremo, ordenó la suspensión de X en forma cautelar.

El magistrado se apoyó en «reiterados desacatados» a decisiones del Supremo que exigieron retirar decenas de perfiles en el marco de un proceso sobre una masiva difusión de noticias falsas y ataques a la democracia y sus instituciones.

La decisión del magistrado De Moraes, a quien el propio Musk insulta y descalifica desde hace meses a través de X, fue ratificada el pasado lunes por la primera sala del Supremo y probablemente será juzgada en los próximos días por el pleno de 11 jueces.

Así como la cancillería, la mayoría de los ministerios y organismos del Gobierno abrieron cuentas en Bluesky, al igual que han hecho la propia Corte Suprema y un gran número de políticos de los más variados partidos y tendencias.

En la última semana, Bluesky ha informado el haber recibido unos 2,5 millones de nuevos usuarios en Brasil, con lo cual acumula ahora más de 5 millones, frente a los 20 millones que tiene X en el país.

Hasta ahora, solo parece resistirse la ultraderecha liderada por el expresidente Jair Bolsonaro, que aún no aparece en Bluesky y ha convocado para este sábado a un acto en la ciudad de São Paulo en rechazo a la suspensión de X, que considera un acto de «censura» y una «violación» a la libertad de expresión.

Según el juez De Moraes, los «reiterados desacatos» de X a las órdenes judiciales tendrían la intención de «instituir un ambiente de total impunidad y una ‘tierra sin ley'» y facilitar «la actuación de grupos extremistas y milicias digitales en las redes sociales».

También propiciar una «masiva divulgación de discursos nazis, racistas, fascistas, de odio y antidemocráticos», por los cuales precisamente se investiga a cientos de activistas de ultraderecha.

Este jueves, la polémica política sobre la suspensión de X traspasó las fronteras de Brasil y fue alimentada por el presidente argentino, Javier Milei, en una cita regional del Foro de Madrid, que auspicia el partido español Vox y se celebra en Buenos Aires.

Milei, al igual que Bolsonaro y muy al contrario que Lula, tiene una estrecha relación con Elon Musk y, en alusión al presidente de Brasil, dijo en ese evento que «quién sino un tirano, que está equivocado en todo, puede avalar semejante acto de opresión».

Según Milei, X es «la arena pública donde los ciudadanos brasileros y del mundo pueden expresar su voz y expresar su disidencia».

 

 

 

 

 

 

 

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