El fatalismo fagocitando la esperanza (V Parte) | Por Nelson Pineda Prada

 

El diagnóstico de la Venezuela puntofijista, clientelar, partidocrática, elitista y excluyente, que empobreció al pueblo venezolano, decía que éste era un modelo agotado. Como fue reconocido por algunos de sus máximos dirigentes, citados en entregas anteriores. Por lo que, la formación social venezolana que se adentraba al siglo XXI, tenía que ser transformada. Que, para hacer realidad  la superación de la crisis, era necesario la formulación de un nuevo Proyecto Nacional, radicalmente distinto al que había sido establecido luego del derrocamiento de la dictadura perezjimenista, en enero de 1958. Proyecto Nacional que tenía que otorgarle al pueblo venezolano, el rol de sujeto fundamental en su estructuración. En donde reinase la justicia social. Verdaderamente democrático, por tanto, de democracia participativa y protagónica.

Innumerables eran las interrogantes que abordaban al venezolano en aquellos años: ¿Cómo vamos a salir de la crisis?, ¿cómo evaluar lo que ha sido nuestro proceso sociohistórico?, ¿cómo vamos a construir una sociedad más democrática?, ¿cómo vamos a construir un Estado más eficiente y eficaz?, y, sobre todo ¿cómo vamos a superar la pobreza y la inequidad? En definitiva: ¿Cómo vamos a construir una sociedad más justa, más humana, libre de injusticias sociales?

Pues bien, fue pensando en las respuestas a estas interrogantes, que emergió la propuesta que Hugo Chávez presentó a los venezolanos, en el proceso electoral de 1998.

Cumpliendo el compromiso adquirido con el pueblo venezolano en las referidas elecciones presidenciales; como se recordará, en 1999 se inició una revolución pacífica y democrática. En menos de un año se transformó el marco constitucional del país y se dio cumplimiento al ofrecimiento de elaboración de una nueva Carta Magna, la Constitución Bolivariana.

Hacerlo no fue una tarea fácil. Había que plantearse formular una propuesta de gobierno creíble por el pueblo venezolano. En tal sentido, la oferta de la Venezuela a construir tenía que definir con absoluta claridad los principales ejes de la futura acción del gobierno revolucionario, los cuales fueron plasmados en La propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela. Una revolución democrática.

Con el propósito de darle implementación práctica a los Equilibrio político, económico, social, territorial e internacional, se elaboró el Plan de desarrollo económico y social de la nación 2001-2007, con en el cual se inició el proceso de superación de la crisis estructural de la formación social venezolana, heredada de la IV República.

Período en el cual se consolidaron las bases principistas para la interacción dinámica del crecimiento económico sostenido, las efectivas oportunidades y equidades sociales, la dinámica territorial y ambiental sustentables, la ampliación de las oportunidades ciudadanas y la diversificación multipolar de las relaciones internacionales. Ya que para lograr superar la crisis estructural de la formación social venezolana, se hacía necesario producir profundos cambios estructurales, construir un nuevo modelo de sociedad. Una nueva república.

Nueva república que, en el marco de la campaña electoral del año 2006, el Presidente Hugo Chávez, de manera clara y precisa, le propuso al pueblo venezolano iniciar el proceso de construcción de la Venezuela socialista. En correspondencia con este propósito se diseñó el Proyecto Nacional Simón Bolívar. Primer plan socialista  2007-2013[1]. En cuyas líneas fundamentales se estableció la orientación hacia la construcción del Socialismo del siglo XXI, a través de las siguientes directrices: Nueva ética socialista. La suprema felicidad social. Democracia protagónica revolucionaria. Modelo productivo socialista. Nueva geopolítica nacional.

El 11 de junio de 2012, el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, inscribió su candidatura presidencial ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Oportunidad en la que presentó su programa de gobierno, titulado Plan de la Patria. Segundo plan socialista de desarrollo económico y social de la nación 2013-2019, convertido en Ley el 4 de diciembre de 2013.

 La Ley Plan de la Patria 2013-2019, es –a nuestro parecer– la más completa propuesta programática que se le ha presentado al pueblo venezolano a lo largo de la historia republicana de la nación. Es la hoja de ruta estratégica del gobierno bolivariano hacia la construcción del nuevo Proyecto Nacional, el Socialismo Bolivariano del siglo XXI.

La Ley Plan de la Patria 2013-2019, partía de una visión del país que se planteaba: Convertir a Venezuela en un País Potencia en lo social, lo económico y lo político destacando que la idea de País Potencia fue asociada no solamente al componente económico y productivo, sino además a la dimensión social, tanto como una potencia sustentada en el componente educativo transformador, como en función de una visión de relación entre los humanos y la naturaleza en la cual esta última es considerada como sujeto y no como mero objeto mercantilizable.

El presidente Nicolás Maduro, con el propósito de darle continuidad a la Ley Plan de la Patria 2013-2019, el 14 de enero de 2019 le presentó al pueblo venezolano, en el marco de su presentación a la Asamblea Nacional Constituyente de su Memoria y Cuenta del año 2018, el Plan de la Patria 2019-2025. El primer mandatario nacional dijo: “Sólo nosotros tenemos un plan y un método, un sistema detallado que da continuidad a lo logrado al día de hoy, pero también uno que nos permite superarnos a nosotros mismos, rompiendo el minimalismo”.

 

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