Madrid, 11 feb (EFE).- Slash, uno de los grandes guitarristas del mundo, vuelve por partida doble en 2022 con la gira de Guns N’Roses interrumpida por la pandemia y con un nuevo disco a su nombre junto a Myles Kennedy & The Conspirators, «4», en el que hace buena una vez más la premisa que lo llevó a lo más alto: «Emoción por encima de técnica».
«Eso es lo más importante para mí», subraya a Efe este británico criado en California que, preguntado por el calado de su aportación o la de colegas como John Frusciante (de Red Hot Chili Peppers) al éxito de sus grupos, señala: «A veces no se trata tanto de ser bueno como de tener estilo propio lo que hace que una banda funcione. Va mucho más de la individualidad del sonido, de que sea reconocible».
La supremacía de la emoción sobre la perfección es lo que le llevó también a grabar su último disco en vivo después de ensayarlo, como si se encontraran en una sala de conciertos, con apenas un par de tomas registradas de cada corte antes de pasar al siguiente. En una semana, a una media de dos temas por día, la grabación había concluido.
«A muchos productores les parece demasiado arriesgado, pero el nuestro, Dave Cobb, nos motivó mucho para hacerlo así, lo que hizo el proceso mucho más divertido y liberador. Queríamos captar la atmósfera de una banda de rocanrol», justifica quien naciera como Saul Hudson (Hampstead, 1965).
Preproducido y grabado entre marzo y abril de 2021, el sonido es tal reflejo del momento vivido que Myles Kennedy, el vocalista que lo acompaña desde hace 12 años, afirmó que en el primer corte, «The River Is Rising», podía escucharse su congestión a causa de la covid-19.
«Él, que conoce su voz, dice que sí se oye, así que supongo que es así, pero yo no he sido capaz de percibirlo; para mí suena igual de increíble que siempre al cantar», afirma el guitarrista de dedos ágiles, rizos y chistera.
La pandemia está presente en este álbum también en las temáticas, ya que la mitad de los temas los escribió tras el estallido de la misma, y así es posible percibir la «ira y frustración» que subyacen en cortes como la citada «The River Is Rising», «Whatever Gets You By» o «Call Off the Dogs».
«Fue una música muy influida por la situación, como ‘Feel My World’, que fue una reacción a los confinamientos, a la gente parada sin trabajo y a las incontables muertes, algunas de amigos y familiares míos», reconoce sobre la vibración de este álbum, que es el primero que edita el sello creado por Gibson, la mítica fabricante de sus guitarras.
La otra mitad de los cortes de «4» respira la energía de su anterior gira con Myles Kennedy & The Conspirators, «Living The Dream» (2018), formación que tras una década larga y cuatro álbumes va camino de convertirse en uno de los proyectos más sólidos y con más continuidad de su carrera.
«Desde que los conocí tuvimos una química automática, tanto a nivel creativo como personal. Eso genera una magia cuando estamos juntos que ha seguido adelante en estos años. Además, es una banda con la que es muy fácil trabajar. No es una gran banda de estadios y estrellas pop, así que simplemente cerramos nuestras giras y salimos a pasárnoslo bien, un enfoque que no ha cambiado en este tiempo», señala.
En estas entrevistas, en las que se muestra como un tipo afable, Slash no permite preguntas sobre Guns N’Roses y, aunque no la cita explícitamente, en esa respuesta resulta difícil soslayar la comparación entre sus dos actuales proyectos.
Hudson comenzó su andadura con la mítica formación comandada por Axl Rose desde sus inicios con «Appetite For Destruction» (1987), disco que los catapultó directamente a lo más alto. En 1996 abandonó el grupo oficialmente tras publicar su primer trabajo al margen, «It’s Five O’Clock Somewhere» (1995), y ese mismo año ya manifestaba argumentos similares para justificar su hastío y marcha.
«Nos hicimos famosos y, como suele suceder en estos casos, aparecen los promotores, los abogados y el conjunto se transforma en un gran negocio y surgen las tensiones, las peleas entre los músicos; para mí la orquesta siempre fue una orquesta de rock y nada más mientras que para Axl era mucho más», dijo tras un concierto en Budapest, según recogió Efe.
Slash regresó junto a Duff McKagan y Axl Rose en una gira histórica en 2015 y, desde entonces, ha compaginado ambas bandas sin aparentes problemas, lo que ha permitido disfrutar de su destreza en vivo en los «riffs» más a menudo.