Caracas, 1 feb (EFE).- La Región del Esequibo es una zona de 159.500 kilómetros cuadrados, rica en recursos naturales y minerales, que se encuentra ubicada entre Venezuela y Guyana y que ha sido el centro de una pugna entre los dos países, que la han reclamado como suya, durante casi doscientos años.
Desde la época de la colonia, ambos países atravesaron diversos altibajos en sus relaciones y, actualmente, se encuentran en un nuevo episodio de tensión, luego de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declarara competente para resolver la disputa, algo que Venezuela rechaza.
Estas son algunas claves para entender la controversia territorial.
-¿CUÁNDO Y CÓMO SE INICIÓ LA DISPUTA?
La disputa se remonta a los tiempos de la colonia, cuando Holanda entregó a Gran Bretaña sus derechos sobre lo que es hoy Guyana y Surinam; pero en el acuerdo no quedaban claros algunos límites fronterizos.
Por ello, los ingleses enviaron a la zona, entre 1835 y 1840, al explorador alemán Robert Schomburgk, quien comenzó a trazar líneas territoriales para definir los límites que, según Venezuela, estaban establecidos desde la creación de la Capitanía General -la primera forma de organización territorial en América- y las provincias.
Es en 1841 cuando ocurre el primer reclamo formal de Venezuela a Gran Bretaña por el territorio, tras denunciar una invasión de los colonos ingleses en sus dominios.
Para entonces, Gran Bretaña era un imperio poderoso, por lo que Caracas solicitó la ayuda de EE.UU. invocando la doctrina Monroe: «América para los americanos». Y el conflicto desencadenó en el primer arbitraje por el caso.
Ese litigio se conoció como el Laudo Arbitral de París de 1899 y concluyó con una sentencia que le otorgó el territorio a Gran Bretaña. Venezuela rechazó el fallo, pero no logró en su momento impugnarlo.
-¿CUÁLES SON LOS ARGUMENTOS DE VENEZUELA Y GUYANA?
VENEZUELA: A priori, apela al principio del «uti possidetis iuris», que en derecho internacional se refiere al dominio que los Estados tienen sobre territorios que históricamente les pertenecen, y, en ese sentido, Caracas argumenta que el Esequibo es venezolano porque fue una provincia de la Capitanía General creada en 1777.
GUYANA: Sostiene sus bases en una línea fronteriza trazada por el alemán Schomburgk, que establece los casi 160.000 kilómetros de la región denominada por Venezuela como zona en reclamación, y que le fue entregada a través del fallo del Laudo Arbitral de París de 1899.
Este fallo fue denunciado por Caracas 60 años más tarde ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), tras el supuesto hallazgo de documentos que comprometían la veracidad del acuerdo.
Como resultado de esa denuncia, Venezuela y Gran Bretaña firmaron un convenio el 17 de febrero de 1966, conocido como el Acuerdo de Ginebra a fin de encontrar una salida negociada a la disputa territorial.
El acuerdo benefició a Guyana al independizarse tres meses más tarde, y con él se pretendía solventar la controversia mediante negociaciones que no dieron resultados.
La polémica se agudizó en 2015, cuando la petrolera estadounidense ExxonMobil, que opera en la zona por concesión de Guyana, descubriera yacimientos petroleros cerca del lugar en litigio.
-EL PAPEL DE LA CIJ
Tras años de mediación de la ONU sin obtener avances para resolver el conflicto, en 2018 su secretario general, António Guterres, declaró el fracaso de los buenos oficios y, meses después, Guyana solicitó la intervención de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El pasado diciembre, la CIJ se declaró competente para juzgar «la validez del laudo arbitral de 3 de octubre de 1899 -el Acuerdo de París- y la cuestión sobre el asentamiento definitivo de la frontera terrestre».
Para Guyana, esta fue una victoria diplomática, pero Venezuela rechazó la declaración de la CIJ, porque considera nulo el acuerdo de París y no reconoce al máximo tribunal.
Sin embargo, Caracas pidió tiempo a la CIJ para realizar consultas sobre el juicio, cuya audiencia se fijó para el próximo 26 de febrero.
-LAS NUEVAS TENSIONES
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidió al secretario de la ONU retomar «los buenos oficios» para resolver la controversia.
Maduro, además, publicó un decreto, a principios de enero, para proteger el Esequibo a través del denominado «Territorio de la Fachada Atlántica» y llamó a reunión al encargado de negocios guyanés en Caracas, Robert McKenzie.
Guyana denunció que en la zona hay mayor presencia militar venezolana actualmente y rechazó el decreto de Maduro sobre el territorio, al considerarlo «profundamente perturbador».
El Gobierno venezolano, que no se pronunció sobre la presencia militar, reiteró que no cederá sus derechos sobre el territorio y defiende que el «sol de Venezuela nace en el Esequibo».
Como parte de esa «defensa», el pasado 21 de enero, la Armada venezolana detuvo dos barcos pesqueros guyaneses que, según Caracas, estaban navegando en aguas de «plena soberanía» venezolana, pero que Guyana también defiende como suyas.
Los tripulantes permanecen detenidos y las autoridades de Guyana llamaron al encargado de negocios venezolano en Georgetown, Moses Chávez, para presionar por su liberación.
-¿QUÉ PIERDEN AMBOS PAÍSES SI CEDEN EL TERRITORIO?
En el caso de Guyana, significa la pérdida de dos terceras partes de la antigua colonia británica, mientras que para Venezuela representa una quinta parte.
Además, en el territorio Esequibo hay yacimientos petroleros, oro, diamante, uranio, bauxita, manganeso, madera y una amplia biodiversidad y cuencas hidrográficas, por lo que ambos países se acusan de afectar sus economías.
Guyana asegura que Venezuela perjudica su zona económica exclusiva y Caracas ve como un obstáculo para sus empresas siderúrgicas -ubicadas en Bolívar, limítrofe con el Esequibo-, y vías marítimas que Guyana se quede con el territorio por las implicaciones aduaneras y permisos que podrían requerir.
Y aunque, de momento, no hay claridad sobre un resultado final, Guyana confía en que la CIJ pueda resolver la disputa.
Bárbara Agelvis