El drama de los niños de la crisis: “Mamá, tengo hambre”

Así como Valentina (nombre ficticio), de apenas un año y tres meses, lloraba inconsolablemente por no tener nada en su estómago, miles de niños en Venezuela padecen por la misma situación. Los índices de desnutrición infantil severa aumentaron el 100% en 14 estados del país, en el primer trimestre del año 2019, según estudio elaborado por Cáritas Venezuela

Los niños desnutridos crecerán con desventajas físicas como intelectuales

 

La desnutrición infantil en Venezuela es cada vez más evidente, ya parece cotidiano escuchar o leer en los medios de comunicación las constantes carencias alimentarias que padecen los más pequeños de la casa. Y es que las cifras son alarmantes y las graves secuelas que se provocarán en las nuevas generaciones aún más.

Según el informe “Monitoreo del estado Nutricional y Seguridad Alimentaria Familiar Niños Menores de 5 años. Enero-Marzo 2019”, elaborado por Cáritas Venezuela, en 14 estados del país, se registró un aumento en la desnutrición aguda severa de 100%  y  la aguda moderada de 20%.

1.302 niños fueron evaluados por la organización, entre las entidades de Distrito Capital, Miranda, Vargas, Zulia, Bolívar, Carabobo, Barinas, Lara, Sucre, Trujillo, Apure, Falcón, Yaracuy y Portuguesa.

El futuro de estos  niños estará comprometido, pues la desnutrición, impide que los infantes puedan aprender con normalidad, ya que presentarán dificultades en la escuela, debido a la falta de ingesta proteico calórica o por enfermedades que interfieren con la absorción de nutrientes, explicó la pediatra Zeila Ávila.

 

Aguantar hasta el otro día

 

 

La desnutrición compromete el funcionamiento cognitivo del niño, afecta sus procesos mentales,  memoria, atención, concentración y el lenguaje

En una habitación de emergencia pediátrica del Hospital Pedro Emilio Carrillo de Valera, se encontraba Beatriz, una madre que intentaba tranquilizar a su niña, de 1 año y tres meses, que no paraba de llorar porque tenía hambre, pero no tenía que darle, solo agua de arroz.

Valentina (nombre ficticio), su hija, seguía llorando, padece déficit grave de desnutrición y retraso de crecimiento, pesa 6 kilos, cuando debería pesar 10 y mide 67 cm cuando debería alcanzar los 74 cm, probablemente cuando crezca, Valentina, tendrá probabilidades de sufrir anemia u otras enfermedades.

“Cuando los niños son muy pequeños, tienden a complicarse, se pueden recuperar pero las secuelas que deja la desnutrición, serán inevitables”, expresó María Rangel, nutricionista.

“-Nos hemos acostado sin comer, hago el desayuno a las 11 de la mañana para aguantar hasta las 6 de la tarde, cuando no hay alimentos, no comemos», cuenta Beatriz, madre de 3 niñas más.

-«Mami tengo hambre», replica su hija mayor de 12 años. – «Hay que aguantar hasta el otro día», responde la madre, quien no cuenta con los recursos para alimentar a sus niñas y su esposo trabaja de vez en cuando. Papas con sal o “lo que consigan”  es el menú que comen a diario.

 

Daños irreparables

 

Como la historia de la pequeña Valentina, hay miles que se repiten en los hogares venezolanos, niños que no consumen las proteínas y calorías que su cuerpo necesita para desarrollarse, porque sus padres no tienen dinero suficiente para alimentarlos, pero el problema, no termina allí, estos infantes serán propensos a sufrir retrasos en su crecimiento, déficit de peso y talla, tendrán mayores probabilidades de padecer problemas renales y  digestivos.

El psicólogo Eros Ángel explicó que la desnutrición puede llegar a comprometer el funcionamiento cognitivo del niño, “puede afectar sus procesos mentales,  la memoria, atención, concentración y el lenguaje”.

El experto cuenta que en una oportunidad atendió un caso, en el cual, el niño gracias a la desnutrición severa que padecía, desarrolló un trastorno del neurodesarrollo, provocándole la condición de autismo. “Ya el niño, tenía antecedentes de padecer  trastornos psiquiátricos, pero debido a su estado de desnutrición se generó la patología”,  que deberá ser tratada por el resto de su vida.

 

Paños de agua tibia

 

El Gobierno nacional ha aumento tres veces el sueldo mínimo en lo que va de año, actualmente ubicado en 300.000 bolívares, pero la realidad es que ese monto es insuficiente para adquirir la canasta básica alimentaria, que tiene un precio de 7.585.401 bolívares según el  Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolanas de Maestros (Cendas-FVM), en el mes de octubre.

El poder adquisitivo del venezolano ha disminuido, la nutricionista María Rangel aseguró que esa es una de las razones por la cual ha aumentado la desnutrición infantil en Venezuela. “Los casos que llegan al Hospital por lo general son niños menores de 6 meses, y sus familias no tienen para comprar fórmulas lácteas y son las madres que menos dan lactancia materna”.

 

Un crimen contra la infancia:

Futuras generaciones en riesgo

 

El futuro de estos  niños estará comprometido, pues la desnutrición, impide que los infantes puedan aprender con normalidad, ya que presentarán dificultades en la escuela

 

Condenados a la pobreza

 

Por lo general, los casos de infantes atendidos en el Hospital de Valera, son de familias con bajos recursos, señaló el pediatra Jesús Alizo, “mayormente vienen de  zonas rurales muy dispersas y que están desasistidas desde el punto de vista de salud, son familias que tienen muchos hijos y su poder adquisitivo está muy afectado”.

El doctor explicó que estos pacientes que sufren durante su infancia una desnutrición prolongada, son más propensos a no rendir en el trabajo, provocando un círculo de pobreza, “al momento de buscar un oficio, no contarán con suficientes capacidades”, puntualizó.

 

Cifras ocultas

 

Se intentó conseguir información en el Instituto Nacional de Nutrición del estado Trujillo (INN), para conocer los índices en la región, pero el ente, no atendió a la petición, de igual forma la Unidad de Nutrición del Hospital Pedro Emilio Carrillo, no ofreció las cifras de los casos atendidos. Sin embargo, estudios de la organización Cáritas-Valera reflejó que en  lo que va de dos años de atención a niños menores de 5 años con el proyecto Samán, han atendido 300 casos de menores en proceso de desnutrición.

 

El único bocado

Un niño que sufre desnutrición aguda grave tiene 9 veces más de posibilidades de morir que un niño cuyo estado nutricional es normal. – UNICEF.

Daniel (nombre ficticio), un bebé de 5 meses, ingresó al Hospital de Valera porque estaba hinchado y deshidratado, pesa 3 kilos, cuando debería pesar 7 kilos, la pérdida de su cabello es cada vez más evidente.

Sus padres, ambos de 21 años, vienen de lejos, Caja Seca, y no tienen a quien recurrir, llevan más de dos meses en el centro de salud, y a veces pasan días sin probar bocado, de vez en cuando un trozo de yuca y un plato de sopa para los dos, que les proporciona el hospital, es lo único que prueban durante el día.

Su rostro es inexpresivo, y su mirada refleja tristeza, la joven madre cuenta lo mal que se siente por no poder alimentar a su hijo, porque no tiene dinero para comprar la leche, y tampoco le da pecho, el alimento más nutritivo que puede recibir el niño en sus primeros años de vida.

Cada una de las historias de los niños con desnutrición es distinta, pero todas arrojan el mismo resultado: una constante violación al derecho de recibir un nivel de vida adecuado. Se debe prevenir la desnutrición infantil, pero mientras tanto, qué pasará con esos niños, quiénes son los responsables, quien debe pagar por este crimen que atenta contra el futuro de los más chicos.

 

Los 1000 días críticos para la vida

 

«En la actualidad esta identificado el periodo fundamental para prevenir la desnutrición: el embarazo y los dos primeros años del niño. Es lo que se conoce como los 1000 días críticos para la vida. En esta etapa es cuando se produce el desarrollo básico del niño, por lo que la falta de atención adecuada afectará a la salud y el desarrollo intelectual del niño el resto de su vida». Fuente: UNICEF (2011).

Cada vez más infantes sufren desnutrición por la prolongada crisis económica de Venezuela-UNICEF

 

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