Eduardo Viloria
DLA
El Domingo 16 en Betijoque la fiesta de la Divina Misericordia se convirtió en una Oración por todos, elevada a rogar no solo por los presentes en la eucarística de la tarde del domingo, sino por el mundo y sus problemas por la nación, por el estado y por el municipio.
Un templo, donde no había donde poner un pie por la gran cantidad de seguidores convocados a la actividad por los grupos de apostolado del municipio, que se extendió hasta casi caer la noche, donde el diacono presente leyó el evangelio del día, según San Juan, donde Jesucristo les soplo el espíritu Santo, “recibid el espíritu Santo y a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados y a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”.
Rogatoria
Rogó el sacerdote oficiante Edgar Torres por los países que están en Guerra, para que Dios intervenga y les regrese la paz; la rogatoria también incluyó a Venezuela, para que vuelva el bienestar general, dijo. “Derrama tu luz sobre nuestras familias, sobre la nación, preciso el oficiante. Señalando de manera local que Betijoque sea contagiada por la Fe de Cristo.
No dejo de mencionar que gracias a la llegada de los españoles fuimos evangelizados en la fe Cristiana. Menos mal que no vinieron los musulmanes, añadió.
La Fiesta de la Divinas Misericordia reunió no solo la sociedad de este apostolado, sino que en las actividades cumplida se hicieron presentes todos los grupos que convergen a la parroquia San Juan Bautista, de ahí la masiva asistencia presente en la actividad cumplida, la tarde del domingo para tomar la noche.