«El desconocimiento de la Historia, hace que se repita, en épocas y actores diferentes»
Cuando estamos celebrando doscientos años de las Firmas de Los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra; cien años de la gripe española, padecemos del Covid-19, que se quitó el moño y está en su verdadero apogeo con un segundo rebrote más fuerte que el primero. Europa sufre las consecuencias del verano recién terminado, cuando buscando el beneficio del Turismo, las Medidas Sanitarias, fueron al cesto de la basura y ahora pagan las consecuencias.
Una Epidemia en Wuhan, China, en pocas semanas se convierte en Pandemia, entra a Europa por Italia y se expande por todo el Continente e inmediatamente llega a América, por Argentina y de ahí sigue su natural rumbo al resto de los países. De inmediato la OMS emite sus consabidos protocolos que ya sabemos sus resultados. Su Director, muy sesgado según algunos toma medidas inadecuadas, luego remiendan el error.
En nuestro país, vemos con preocupación la situación epidemiológica, desconocemos las cifras reales, las «oficiales» no demuestran la realidad. La Organización Panamericana de la salud, ya informó que en agosto los casos eran 421000 y las muertes 4700. Sistema de Salud, por todos conocido, es un caos; los Hospitales y Clínicas privadas abarrotadas de pacientes; alguna UCI aplicando el 1×1.
El Ministro de Sanidad y sus Epidemiólogos, si es que los tiene, brillan por su ausencia. A todo esto se nos agrega la consabida flexibilización del mes de diciembre, una medida a toda luz política.
Este mes se caracteriza por la alta movilidad de la población, además han impuesto unas elecciones para el 6D. Las consecuencias serán un aumento exponencial de casos, con casi seguridad se olvidarán las Medidas Sanitarias (las tres M) que son importantes y efectivas, además de otras como la higiene bucal varias veces al día, gargarismos con agua salada, mentol en las fosas nasales. Está de nuestra parte cuidarnos, no sabemos cuando vamos a caer, ojala y nunca, pero como se convertirá en una ENDEMIA, seguirán apareciendo casos. El «virus vino para quedarse». Esperemos que Dios nos mire con ojos de piedad y nos cubra con su manto sagrado. Que así sea.
José Antonio Román G.
*Médico Epidemiólogo
Romanera2000@hotmaail.com