El Descontento del Caficultor y las omisiones de la Corporación Venezolana del Café

 

Por: Freddy Colmenarez-Betancourt*

Hace tres meses un connotado vocero de la Corporación Venezolana del Café solicitaba «ayuda reflexiva» a los caficultores asistentes a una reunión para «recuperar» las alcaldías cafetaleras que se habían perdido, a saber: Ospino, Chabasquen, Sanare, Campo Elías y Biscucuy, emporios fundamentales de la producción de café en Venezuela.

Recuerdo que esa «advertencia de riesgo político» la manifesté en una reunión de caficultores, celebrada en marzo del año 2021 en Sanare, en presencia de la Alcaldesa de Sanare (PSUV), concejales (PSUV) y el Presidente de la Corporación Venezolana del Café (PSUV) dado que en mi extensa exposición apoyada en libros, folletos, estudios de FUDECO entre otros, no pude convencerlos de las causas del desastre cafetero en el que se encuentra Venezuela en los últimos treinta y cinco años.

Aquellos alcaldes, directos representantes de estos pueblos cafeteros, no tuvieron la firmeza para respaldar a aquellos caficultores que vieron como abruptamente el mercado manipulado les bajo los precios de un quintal de café desde 120 dólares (febrero 2021) a setenta dólares (marzo 2021) en un contexto de precios internacionales de 170 dólares.

Es bueno señalar que durante todo el año 2019 los precios estuvieron en 40 dólares y en el mercado internacional se ubicaban en 130 dólares.

Las omisiones, presumiblemente deliberadas, de la CVC son difícilmente explicables.

Para el año 2020, en vista del creciente aumento de los precios internacionales del café, la CVC presumiblemente autoriza la importación de un café Robusta de mala calidad procedente de Brasil y para este año 2022 no logra explicar el ingreso de camiones con café pasilla colombiano de mala calidad.

El mercado actual del café, para este año 2022 manifestó señales de un profundo desabastecimiento, evidenciado en que los precios internos (275 dólares) superaron los precios internacionales para mercados de futuros (245 dólares)

Algo salió mal, pues el mismísimo Ministro de Agricultura ha declarado en varias oportunidades que Venezuela había pasado de producir un millón y medio de quintales (producción promedio desde 1982-2014) a producir casi tres millones de quintales (2022).

Difícilmente creíble puesto que en ese lapso se presentó la mayor crisis económica en la historia republicana.

Ello no concuerda con las premisas de los analistas de las ciencias económicas.

Además, existe otro indicio que hacía añadir falsedad a aquellas estadísticas oficiales: la existencia de una gigantesca operación de tostado de café mezclado con maíz.

Para los meses de Enero-Marzo de este año se publicaban, en medios oficiales, las exportaciones de café venezolano hacia los EEUU con precios cancelados al productor de entre 130-150 dólares por quintal, mientras el precio internacional estaba en 245 dólares.

A quien beneficiaba ésta actividad ? Pues, demostrado esta que no eran los productores quienes estaban exportando café.

Para los meses de abril, la gran mayoría de los productores habían vendido la totalidad de su café y, probablemente, quienes pudieron «retener» cosecha estaban en un diez o veinte por ciento de productores con pequeños volúmenes.

El mercado comenzó a dar señales de escasez con el ascenso gradual de los precios que de abril a mayo pasó de 180 a 230 dólares, muy cerca al precio internacional que cotizaba en 240 dólares para la fecha.

Allí cesaron las exportaciones de café de las empresas privadas, presumiblemente, aliadas de la CVC.

Para junio el precio del café en Venezuela (270 dólares) superó el referencial internacional que para mercados de futuros se ubicaba en 240 dólares y apenas habían transcurrido seis meses de la cosecha.

Algo había salido mal manejado por parte del autonombrado «Ente Rector de la Caficultura».

El mercado criollo comenzaba a «gritar» la necesidad de café, pero no había de donde suministrarlo.

Los 270 dólares comenzaron a desvanecerse a partir del gradual ingreso de café pasilla colombiano que desde el mes de Junio comenzó a ingresar a territorio venezolano y la CVC mantiene un silencio que despierta a muchas sospechas.

La CVC es un ente rector que controla guías de movilización, controla permisos para tostadoras, fiscaliza exportaciones, sugiere o válida Gacetas (lesivas al productor) que Norman el funcionamiento del sub sector del café, establece alianzas con empresas torrefactoras privadas, omite actuaciones pero cabe una pregunta:

Quién controla o fiscaliza a la CVC ?

Puede, acaso, solicitarse una interpelación de algún ente del Estado venezolano?

Puede la Vice Presidencia de la República revisar sus actuaciones ?

Son auditables sus registros ?

El caficultor no pide un Estado «controlador» pero si un trato más justo y una relación de iguales en cuanto a poder de negociación entre Estado, Productor e Industriales, para no quedar a merced de los presumibles oligoplios que se han creado en torno al café en los últimos siete años

Algunos caficultores han planteado la necesidad de crear por vía de Decreto Presidencial la organización de un Gremio Nacional, electo democráticamente, desde las bases y que empoderando al sector definan una Política cafetera en conjunto (Estado-Productor-Industrual y Consumidor).

Un abordaje integral del sub sector del café pudiera contribuir al Desarrollo integral de las zonas rurales productoras del grano y contribuiría a definir una estrategia de mercadeo internacional del café que otorgando valor agregado a la materia prima logre desvinculaese de un sistema de precios internacionales del café que ha sido ampliamente cuestionado por el resto de caficultores de América Latina.

El descontento de los caficultores está plenamente justificado al existir una manipulación grotesca de los precios internos del café que mucho perjudica al productor.

La CVC pareciera no estar a la altura de las exigencias del sub sector del café y el Ministro de Agricultura vislumbra y describe una realidad cafetera que no existe.

Vendrán nuevos tiempos y los nuevos Alcaldes de los municipios cafeteros, otrora en manos del oficialismo, deberán acompañar la necesidad de cambios que plantean los caficultores.

*Ing. MSc. / Caficultor desde hace 25 años / Ex Investigador para el cultivo del café del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, INIA / 11.586.479 / fantonicb@gmail.com / Sanare, Lara, Venezuela.

 

 

 

 

 

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