El creyente optimista es una combinación alegre de una fe profundamente arraigada que se muestra a sí misma con un enfoque alegre y lleno de energía aún en las circunstancias más difíciles.
La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver. Hebreos 11:1.
No todos los optimistas son creyentes. Y no todos los creyentes son optimistas. Pero el creyente optimista es un dúo poderoso.
Piensa en un optimista perpetuo que conoces. (¡Quizás eres tú!) Cuando se enfrenta a un desafío, una sonrisa audaz y una palabra alegre son su respuesta natural. Ellos no poseen la capacidad de murmurar y no conocen el significado de la desesperación. Sus hombros flotan sin carga y sus voces son como el brillante cantar del deleite de un pájaro. ¿Conoces a una persona de fe tan sólida como una roca?
Estas personas son firmes. Estables. Inmóviles. Su objetivo no es probarse a sí mismo ante el mundo, sino más bien tomar el mundo como viene, viviendo para una «audiencia de Uno». Su fe no es para demostrarla, pero cuando surge, humildemente pide compañía. Los incrédulos y los escépticos se sienten inútilmente atraídos por la paz pura que estas personas de fe sólida irradian.
¿Cuándo un optimista no es un creyente?
Cuando mira el lado positivo de la vida, pero se niega a reconocer a Jesucristo como Señor y Salvador. Esta persona es una imagen representativa de los libros de autoayuda seculares y artículos sobre cómo cambiar tu vida a través del «poder del pensamiento positivo.»
¿Cuándo un creyente no es un optimista?
Cuando se ha entregado a Jesucristo pero continúa respondiendo a los desafíos de la vida con temor, ansiedad y duda. Esta persona no ha dejado que su fe salga de su rutina de los domingos ni que se extienda a todos los rincones de la vida diaria.
El creyente optimista, sin embargo, es una combinación alegre de una fe profundamente arraigada que se muestra a sí misma con un enfoque alegre y lleno de energía aún en las circunstancias más difíciles. No es falso. No es superficial. Es una fe palpable que está completamente confiada en lo que se espera y segura de lo que no ve (Hebreos 11:1). Esta es la persona que dice con confianza: «El Señor es quien me ayuda, por tanto, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?» (Hebreos 13:6)
Te animo: sé un creyente optimista. Deja que Cristo tenga la victoria en tu vida. Y “no dejen de confiar en Dios, porque sólo así recibirán un gran premio”. (Hebreos 10:35 TLA), pide al Señor, en el nombre de Tu Hijo Jesucristo, me ayudes a tener fe completa en Tu plan para mi vida.
Fuente Good Life